
La decisión del Congreso del Estado de exonerar de toda culpa al ex alcalde de Reynosa (2005-2007), Francisco García Cabeza de Vaca, es un pésimo antecedente no solamente para la política, de por sí vomitada por la sociedad, sino para el periodismo de investigación y denuncia que desnudó la corrupción durante la administración municipal del hoy senador.
Que la Auditoría Superior del Estado (ASE) haya autorizado las cuentas públicas de Cabeza de Vaca, votadas a su favor el viernes 11 por los legisladores locales, significa el perdón oficial a la corrupción. Porque no hay otra interpretación que valga.
El perdón a Cabeza de Vaca, a unas semanas de que el PRI y el PAN decidan sus respectivos candidatos a gobernador para las elecciones de 2016, impregnó la duda sobre la labor de los auditores y los diputados.
Pero no todos decidieron jugar este juego, pues Ernesto Robinson Terán, Rigoberto Faz y Aída Zulema Flores, de Reynosa rechazaron participar en la farsa.
Si bien en la votación del 11 de diciembre quedaron en calidad de “pendientes” las cuentas de la Comapa de Reynosa cuando Cabeza de Vaca fue alcalde, la aprobación del manejo de las finanzas en su gestión en la presidencia municipal limpia de toda culpa a él, sus hermanos, funcionarios y prestanombres que se enriquecieron ilícitamente.
Igual desnuda como una burda pantomima la aparatosa irrupción de inspectores, contadores y funcionarios de la ASE en 2007 a la presidencia municipal y la Comapa -protegidos por fuerzas policiacas-, encabezados por su entonces titular Raúl Hernández Chavarría, hermano de Eduardo, actual diputado local del PRI que votó a favor.
Ocho años después de ese negro capítulo que sucedió en Reynosa, de un alcalde del PAN hoy senador que engañó a la población de que encabezaría una administración diferente en corrupción al PRI, el perdón oficial sienta un vergonzoso antecedente y confirma a las nuevas generaciones que el futuro de México es terminar con los partidos políticos.
Y aunque en Nuevo León la luna de miel de “El Bronco” independiente parece que duró muy poco, al menos Jaime Rodríguez Calderón ha retomado decisiones que van precisamente en lo que mas ofende a los mexicanos: la corrupción como la que distinguió a Cabeza de Vaca como alcalde… y que el Congreso de Tamaulipas perdonó.
Para que esas nuevas generaciones se enteren, y para refrescar la memoria de los reynosenses y tamaulipecos que no tuvieron a su alcance las ediciones de Hora Cero, quise hacer una cronología de los reportajes que Hora Cero publicó en 2007, dejando a un lado el tema de los Cabeza de Vaca metidos en la Comapa que está publicado como tema central en portada.