
Gabriel Morgado González es un pequeño que tiene la desdicha de padecer cáncer, una enfermedad terrible que ha mermado en gran medida su calidad de vida y le ha impedido desarrollarse como un niño como cualquier otro.
Los parques y los juegos los ha cambiado por los consultorios y las quimioterapias, pero aún así la batalla no está perdida y Gabriel sigue hasta el día de hoy luchando contra su enfermedad.
Su triste historia comenzó hace aproximadamente dos años, cuando le dieron el diagnóstico de su padecimiento. Comenzó con problemas de anginas; éstas lucían muy inflamadas. Le dieron tratamiento para su alivio, pero aunque el dolor cesó, las anginas continuaron creciendo.
Cuando ya eran muy grandes, los médicos del Hospital General, que era donde se atendía, lo turnaron a Ciudad Victoria para que recibiera atención especializada, los estudios revelaron: cáncer.
Desde entonces, la vida para Gabriel no ha sido fácil. Se le complicó con un severo cuadro de neumonía y desde el mes de diciembre tiene un coágulo en el corazón al que se le está dando tratamiento.
Las quimioterapias han sido sus armas contra el cáncer por lo que ha perdido la totalidad de su cabello y cubre su cabecita con un gorrito.
Su madre, Gabriela González Maldonado, comenta que la gente lo ve y dice: “no tiene nada”, pero desconocen la realidad.
Ahora, la Fundación “Teresita” les ha tendido la mano en esta situación tan crítica que viven Gabriel y su madre, ya que los apoya con los pasajes para ir a Ciudad Victoria a recibir atención médica. Ella está sumamente agradecida con la institución altruista.
Consciente de que no es sólo su pequeño quien sufre por el cáncer que lo aqueja, sino muchas personas más, pide a la población reynosense que abra su corazón y se sume a la noble causa de la Fundación “Teresita”.
“Apoyen a la fundación porque muchos lo necesitamos, y ‘Teresita’ hace una labor muy noble, pero necesita la ayuda de todos para salvar la vida de muchas personas más”, exhortó.