
Aunque en Reynosa existen más de mil 700 personas que padecen alguna deficiencia auditiva, sólo existe una escuela especializada para la atención de sordos, lo que complica la ya de por si difícil experiencia de vivir con esta discapacidad.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estiman que en México residen aproximadamente 250 mil personas con discapacidad auditiva.
En Reynosa la cifra se estima en aproximadamente mil 700 sordos, entre los que se encuentran personas de todas las edades, quienes enfrentan dificultades como la falta de comunicación con sus familiares –quienes sí pueden escuchar–, problemas en la escuela, donde no pueden interactuar con sus maestros y compañeros.
Sin embargo en esta frontera existe una esperanza para las personas sordas, ya que desde el año 2006 fue creado el instituto “Isaías 55”, que abrió una nueva expectativa para aquellas personas con padecimientos auditivos.
Virginia Pacheco Morales, coordinadora de la escuela, explicó que actualmente atienden a 50 niños y adolescentes, con dos planteles en esta frontera.
“La idea surge de un grupo de personas norteamericanas integrantes de ‘Misión Isaías 55’, quienes realizaron un estudio y se percataron que había una gran cantidad de sordos y que no recibían la atención adecuada”, indicó.
Al observar que ellos necesitaban una atención especializada, fundaron la escuela con el fin de educarlos e integrarlos a la sociedad.
“Toda persona con una capacidad distinta puede adaptarse a la sociedad, sin embargo esta última no se adapta a ellos. La mayoría de las veces estos niños solamente están ocupando un espacio en las escuelas, pero se requiere respetar esa individualidad y fomentar su cultura como sordos, desde la lengua de señas y sus modismos”, detalló.
Añadió que el anhelo de esta institución es alfabetizar a más niños y jóvenes con problemas auditivos, dándoles la oportunidad de adquirir los conocimientos que se imparten en el aula tradicional o especial.
“El objetivo principal es elevar su nivel educativo, y darles la posibilidad de incluirlos en actividades cotidianas, laborales y hasta profesionales, no solamente en trabajos para discapacitados”, comentó.
Los directivos del instituto “Isaías 55” esperan llegar a las personas no oyentes, que no están recibiendo la atención especializada, porque una gran cantidad de ellos han perdido años de su vida sin poder comunicarse ni siquiera con su familia.
Un punto importante es lo emocional, ya que al no poder expresar sus sentimientos quedan rezagados y van generando inseguridad, baja autoestima, entre otros problemas psicológicos.
“Al tener atención integral van desarrollando seguridad, crean su propia identidad e individualidad. Incluso se sienten orgullosos de ser sordos porque conviven con más personas que como ellos no escuchan y aprenden a relacionarse en su lenguaje”, expresó.
En esta escuela se brinda atención y asesoría a personas con sordera, con la misión de llevarlos a otro nivel a fin de que se desarrollen y potencialicen sus habilidades.
Los estudiantes tienen clases de la currícula escolar, como matemáticas, español, historia, ciencias, valores, educación física, computación; además de talleres de arte y cultura, y clases bíblicas. Todos estos cursos se realizan con la Lengua de Señas Mexicana (LSM), como se le conoce a la técnica para “hablar” con las manos.
“Este plan de estudios se adapta al LSM, ya que el estudiante utiliza básicamente el canal visual, debido a que su deficiencia es auditiva. Sin embargo algunas personas creen erróneamente que no tiene potencial cerebral, no obstante sus capacidades restantes están al cien por ciento”, aseguró la entrevistada.
En este centro educativo han recibido a estudiantes que vienen de otras escuelas y que no han tenido avances significativos, ya que no tienen atención especializada.
En el instituto “Isaías 55” con ocho maestras y el mismo número de asistentes, se otorga una mejor atención a los estudiantes.
“Nuestros maestros son muy cálidos con los alumnos y a través de la paciencia y el amor, transmiten los conocimientos a los estudiantes, actualmente contamos en esta escuela con 45 alumnos y cinco en la recién inaugurada, y esperamos que pronto se llene”, apuntó.
EL PADECIMIENTO
La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis), y unilateral o bilateral. Existen diversos tipos de sordera: la leve, media, severa y profunda.
“La mayoría de nuestros alumnos padecen sordera profunda, lo que quiere decir es que ni con el apoyo de un aparato auditivo o un implante coclear es suficiente para que el niño hable”, dijo.
Agregó que los padres regularmente desconocen eso y quieren que sus hijos hablen, sin embargo olvidan que el problema es más profundo de lo que parece.
“En esta etapa los padres y familiares llegan a desesperarse e incluso a frustrarse, porque los niños no les entienden, por ello la gran importancia de la lengua de señas para generar esa interacción, primeramente en la familia y después con la sociedad”, declaró.
Señaló que los alumnos necesitan que una persona crea en ellos, porque algunas veces ni siquiera sus padres y familiares los apoyan y ellos requieren tener confianza
en sí mismos y lograr lo que se propongan.
Una problemática que aqueja a las personas con sordera es que tienen padres oyentes, por lo que se dificulta el tener un canal de comunicación adecuado para ellos. Todas las personas, a pesar de tener una discapacidad auditiva, tienen posibilidades de potencializar sus habilidades.
En la actualidad los estudiantes son capacitados en el lenguaje de señas, y a partir de ahí el español escrito, ya con esto el alumno puede comunicarse con cualquier persona oyente, a través de la lectura y la escritura.
Asimismo se otorgan clases de enseñanza del Lenguaje de Señas Mexicana a los padres y familiares de las personas con sordera, con la finalidad de que vayan creando un vínculo de comunicación más fuerte y estrecho.
“Se busca que se comuniquen con mayor fluidez y que apoyen a sus hijos con las tareas y actividades extracurriculares que tengan que ejercer”, explicó.
Las clases se llevan a cabo todos los viernes de 8:00 a 11:00 horas, con este programa permanente se pretende que asistan las personas que están alrededor del estudiante y también aquellos que tengan el interés de comunicarse con los sordos.
PROYECTOS
En septiembre del año pasado se cristalizó el proyecto de habilitar una nueva escuela ubicada en la calle Alamo número 219 en la colonia Aquiles Serdán. Y aunque actualmente cuenta con sólo cinco alumnos, sus directivos esperan que en los próximos meses tenga mayor demanda.
La directora del plantel, Patricia Díaz, anunció que se desea implantar el sistema del Instituto Tamaulipeco de Educación para los Adultos (ITEA), con la finalidad de preparar a los estudiantes para que puedan efectuar sus exámenes y evaluaciones para que obtengan su certificado de primaria y secundaria.
“También queremos implementar la capacitación en oficios como soldadura, costura, herrería, entre otros; con el objetivo de que puedan adquirir una solvencia económica a través de estos”, señaló.
De la misma manera se tiene el contacto con una maquiladora en esta frontera que los incluyó en una bolsa de trabajo para sus estudiantes, dependiendo del progreso en sus niveles académicos.
Todos los alumnos del instituto “Isaías 55” aprenden computación básica, que se convierte en una herramienta más para su desarrollo.
Resaltó que lamentablemente la sociedad en general no está consciente de las capacidades que puede tener una persona con sordera.
“Existen diversas técnicas de comunicación, por ejemplo la oralización, lenguaje de señas, lecturas para ellos; sin embargo, lo que deseamos es que tengan rápidamente
un lenguaje para comunicarse. El lenguaje de señas es lo que les ha servido para interactuar tanto con sus compañeros como con sus familias. La oralización es algo más avanzado y actualmente no contamos con los recursos necesarios para llevarlo a cabo”, mencionó.
La escuela está abierta para todas las personas con este padecimiento, dentro de la currícula escolar se manejan los niveles preescolar 1 y 2, además de cinco niveles académicos. Los padres de familia pagan una mensualidad de cien pesos, mientras que la inscripción no tiene ningún costo.
Además el instituto sostiene sus actividades a través del patrocinio de la “Misión Isaías 55” y sus colaboradores.
Asimismo las personas que deseen hacer donativos en efectivo o especie pueden hacerlo directamente a la dirección José Othon #800 Plaza Valle Verde en la colonia Valle Verde o comunicándose al teléfono 01 (899) 920 53 40 en la ciudad de
Reynosa, Tamaulipas.
HISTORIAS DE EXITO
En el instituto “Isaías 55” existen muchas historias de éxito. Tal es el caso de Johana de casi cuatro años, quien es la más pequeña del centro y ha mostrado un desarrollo impresionante.
“Esta pequeña llegó de 2 años con seis meses, después de que los médicos le detectaran una sordera severa. Su madre buscó la opción de esta escuela, sin embargo, cuando ingresó al plantel la menor lloraba mucho, por su corta edad y el miedo de quedarse sola”, recordó la directora del plantel.
Con el paso de los días “Johanita”, como le dicen de cariño, evolucionó y observó que los demás niños eran como ella y que padecían sordera, por lo que terminó adaptándose.
“Johanita, es la estudiante más pequeña y destacada que tenemos en su nivel, es el orgullo del instituto por los importantes avances mostrados a lo largo del tiempo, ella se desenvuelve en su lenguaje de señas perfectamente”, señaló.
Agregó que la institución atiende mayormente a menores de edad, sin embargo también hay personas entre los 25 hasta los 50 años quienes han sabido salir adelante.
Tal es el caso de José Omar, un joven de 14 años quien ya había pasado por varias instituciones educativas en la localidad, sin embargo, no sólo no recibía la atención debida, sino que en diversos centros de integración lo habían rechazado al presentar problemas de conducta y de adaptación.
“Era lógico ya que en estos centros se atienden diversas discapacidades, José Omar necesitaba una escuela donde se integrara verdaderamente, por las discapacidades diversas que atendían era casi imposible brindarle una atención personalizada a cada uno, sin embargo al llegar a este instituto se le brindó la atención necesaria y terminó por adaptarse”, explicó su madre Idalia Ruvalcaba.
Al iniciar el curso llegó con graves problemas de conducta y falta de métodos de comunicación, después de seis meses ha presentado una evolución favorable y sigue aprendiendo.
La madre de José Omar aseguró que vivió un peregrinar en diversas instituciones donde no recibió la atención personalizada para generar un desarrollo en su hijo como el que actualmente ha presentado.
“Estábamos aconsejados por personas que creímos estaban capacitadas, por ello perdimos el tiempo. Afortunadamente llegamos al instituto Isaías, aunque en un principio tenía mis dudas de que fuera a funcionar, pues estaba decepcionada, pero todo
salió bien”, manifestó.
Agregó que su hijo tenía problemas de conducta, no obstante el joven de 14 años ha tenido cambios significativos, tanto en la escuela como en el entorno familiar.
“Un niño con cualquier clase de discapacidad, no solamente la que padece mi hijo, puede entrar a la escuela para desarrollarse normalmente, sin embargo requiere de atención especializada y personalizada”, señaló.
Con resentimiento y falta de fe, debido a que no recibió el apoyo de los centros de atención para niños especiales, decidió probar suerte en este centro educativo.
“Llegue al instituto Isaías con poca esperanza de que mi hijo presentara una mejoría, sin embargo en seis meses he visto un cambio impresionante, sobre todo en su conducta y adaptación. No tengo con que pagarles todo el progreso que mi hijo ha tenido”, argumentó.
Recomendó a las familias que tengan un integrante con sordera que no pierdan la esperanza y se acerquen al instituto donde los apoyarán incondicionalmente.
Actualmente la familia de José Omar, sus padres y dos hermanas, están acudiendo a las clases que otorgan en el plantel para aprender el lenguaje de señas y puedan comunicarse mejor con él.