La historia de “Rex”, un pastor alemán que sufre displasia de cadera, ha conquistado a todos en las redes sociales, pues gracias a las hidroterapias poco a poco ha superado la enfermedad.
Asimple vista parece un perro normal, un pastor alemán imponente, pero también curioso y siempre alerta; lo que muchos no saben es que “Rex” ha recorrido un largo camino para lucir como lo hace hoy.
El can de un año y tres meses, sufre de displasia de cadera que le fue diagnosticada en noviembre del 2016, pero siempre ha sido muy enfermizo, comentó su dueña, Cristina Martínez.
“Sus huesos tienen una malformación, uno es más grande que otro y están más salidos de lo normal. Su enfermedad es congénita ya que estos perros por su raza, son más propensos a padecerla”, explicó.
“Rex” tenía siete meses cuando aparecieron los síntomas: no se paraba, no se movía y tampoco caminaba, por lo que lo llevó a recibir atención médica y tras unas radiografías, le detectaron la enfermedad.
Inicialmente le recetaron algunos medicamentos y le indicaron que el perro debía ser sometido a una operación, pero registró una gran mejoría tras acudir a varias sesiones de hidroterapia.
“El se encuentra muy bien, el veterinario dice que ha avanzado mucho, pero los cambios de clima lo afectan mucho, por eso debe hacer ejercicio media hora diariamente, no más porque se cansa y puede lastimarse”, precisó.
Actualmente continúa con ellas de forma semanal y se ha descartado por completo la realización de una cirugía, pues se desplaza correctamente y realiza todas las actividades propias de su especie.
Sin embargo, no hay una indicación sobre cuanto tiempo más debe tomarlas, ya que la enfermedad de “Rex” no tiene cura y no se detiene, solamente se controla.
Martínez añadió que las sesiones son costosas. Una hora de nado cuesta 35 dólares, además deben trasladarse hasta Edinburg, Texas.
Para recaudar fondos, Cristina hace llaveros a mano de la imagen de “Rex” y venta de playeras, además, próximamente organizarán un bingo.
“En lugar de pedir dinero, vendemos los llaveritos y así siento que damos algo de nosotros. Es una forma de decir ‘gracias’ a todos los que nos han ayudado”, expresó.
A pesar de que Cristina trabaja y estudia, se da el tiempo necesario para ocuparse de “Rex”, ya que asegura que lo quiere mucho y va a proporcionarle la atención que sea necesaria, por eso ha realizado estas actividades en Monterrey, Río Bravo, McAllen y Reynosa.
Los interesados en sumarse a la causa de este perrito pueden ingresar a su página en Facebook “Ayudemos a Rex”, donde podrán enterarse de su evolución.