
Cuando se habla de leyendas vivientes en esta ciudad muy pocos son quienes pueden levantar la mano. A pesar de que el boliche es una disciplina que no aparece todos los días en los diarios y noticieros, no por eso deja de ser importante y eso lo sabe uno de sus más grandes exponentes en la localidad.
Se trata de José “Pepe” Trad, quien aunque comenzó en el beisbol fue el juego de las chuzas donde hasta el día de hoy sigue brillando y cosechando triunfos.
Nacido en Monterrey, en el seno de una familia de origen libanesa, pero criado en Reynosa, se inició como atleta en 1967, tal vez sin imaginar que tendría una fructífera carrera, aunque el boliche comenzó a practicarlo desde 1950.
Esto quiere decir que durante más de seis décadas se ha dedicado a una actividad a la que considera de las más apasionantes, siendo también de los primeros jugadores de la región.
“Inicié en aquellos años cuando empezaron las ligas de boliche en Mission, Texas, y a comienzos de los años 50, al abrirnos uno aquí, entonces nos venimos a jugar a Reynosa. Esto es como una espinita: entre más le buscas más se entierra”, define.
Considera que al igual que otros deportes en éste es muy necesaria la práctica y la concentración, ya que la precisión es fundamental.
Menciona que no se ha difundido tanto, pero Reynosa es una de las potencias de boliche a nivel nacional, ya que con frecuencia los jugadores formados aquí se mantienen entre los primeros tres lugares en las ligas que organiza la Federación Mexicana de Boliche, el organismo que rige este deporte profesional.
Explica que durante el año hay cinco torneos nacionales en las categorías Infantil-juvenil, Senior-juvenil, Primera Fuerza, Segunda fuerza, Tercera Fuerza, Super Senior y Senior.
Y precisamente este municipio ha sido sede de campeonatos regionales, que dan el pase a los torneos grandes.
“Desgraciadamente no tenemos el boliche que se necesita para albergar una competición a nivel país, ya que contamos con muy pocas mesas y se necesitan al menos 30 de perdido; sin embargo, nuestros muchachos están entre los mejores”, señala don “Pepe” Trad.
HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE
Cuando dicen que el deporte puede llegar a convertirse en una religión el entrevistado lo confirma, pues el Bolerama Fronterizo, situado frente al canal Anzaldúas –donde comienza la carretera Ribereña– abre todos los días del año y siempre hay personas jugando. Desde las 10:00 de la mañana y hasta muy noche quienes deseen practicarlo pueden hacerlo, además de que se fomenta el ejercicio, la convivencia y es un juego muy sano para los jóvenes.
Y “Pepe” Trad, quien precisamente se mantiene muy atlético y fuerte por jugar boliche todos los días, no puede esconder el cariño que le tiene al tomar una bola y arrojársela a los pinos cuantas veces pueda.
Su esposa y sus hijos lo entienden al grado de que ellos también lo juegan.
“El boliche es muy bonito, porque puede participar gente de todas las edades, yo tengo 78 años y sigo todavía jugando y por consecuencia el ejercicio lo hace a uno mas fuerte, con más condición física”, destaca.
Por otro lado indica que una bola puede llegar a pesar alrededor de 16 libras, que son unos siete kilogramos, aunque los niños utilizan bolas más pequeñas, dependiendo su peso y estatura.
Aunque “Pepe” Trad se ha desempeñado en las ligas de la Federación Mexicana de Boliche y ha ganado trofeos para Reynosa, el dice no considerarse un jugador profesional.
“Esos tiran por arriba de los 200 puntos que se obtienen en cada juego, en las rondas son tres juegos por día y necesitas tirar arriba de 600 para considerarte de primer nivel”, compara.
Cabe decir que en cada disputa los participantes pueden efectuar 10 lanzamientos.
En su faceta de maestro detalla que la puntería es uno de los factores que más se trabajan.
“Eso es el alto rendimiento que nosotros tenemos que darles a los muchachos, a los señores, a las damas y a los niños”, detalla.
Acerca de que si le ha costeado ser bolichista este experimentado jugador responde diciendo que lo hace por diversión y para convivir con los amigos, no por dinero. Su segunda ocupación después del boliche, confiesa, es un negocio de ropa.
Entre los palmarés de “Pepe” Trad destacan varios trofeos conquistados en representaciones nacionales a nivel latinoamericano y panamericano. También ha disputado el campeonato de las fiestas patrias en Costa Rica y Puerto Rico, donde se ha medido con bolichistas de otras partes del mundo, como de España, de Estados Unidos, de Panamá y Curazao.
“Tuve el placer de haber asistido hace tres años a Centroamérica y quedé en segundo lugar en parejas, en noveno individual y México quedó en los primeros lugares.
“Se siente muy bonito poder representar a tu país, porque siempre estás a la expectativa de lo que vas a hacer y se recogen muchas experiencias. De Costa Rica me traje una madera con un indio pintado y que tiene 100 años de garantía, es lo que dura el trofeo ese”, manifiesta.
NO LE PRESTAN IMPORTANCIA
Lamenta este entrenador que en los tiempos cuando los jóvenes necesitan actividades sanas para distraerse, al boliche no se le de mucha atención.
“Desgraciadamente las ligas están mochas, porque faltan personas para completar los equipos, necesitamos sacar adelante a este deporte en la frontera y rescatarlo. Ahí está la alternativa para que los padres de familia involucren a sus hijos.
“No es caro jugar boliche, los precios son normales, pues mientras en otras plazas vale 70 pesos, aquí la tarifa está en 45, que es muy accesible para toda la gente que le guste el deporte”, ilustra.
“Pepe” Trad, quien desde 1958 también se ha dedicado a preparar bolichistas, subraya que ha sacado muy buenos jugadores, los cuales ya han ganado trofeos.
Dice que el secreto radica en la dedicación y la mentalidad que les imprime en los entrenamientos y que además esa disciplina le ayuda a los jóvenes en otras áreas de su vida.
“Ahorita tenemos muy buenas promesas, hay aquí de ocho a 10 promesas en chamacos y gente grande hay buenos jugadores, hay unos 10 a 15 jugadores muy buenos aquí”, abunda.
Para quienes conocen poco del boliche “Pepe” Trad comenta que una chuza equivale a 10 puntos. Se necesita calzado blando para poder subirse a la mesa y una bola que no pese mucho, principalmente cuando se va empezando.
Entre las curiosidades de este deporte cuando una bola va a parar al fondo no hay nadie que vaya a recogerla, sino que ésta golpea en una pared acolchonada y mediante un vibrador ingresa a un canal por donde regresa para que el recibidor de bolas la ponga sobre la mesa.
Asimismo, este deportista también se encarga de la perforación de estos instrumentos mediante una máquina especial con brocas de diferentes tamaños.
Con una de sus primeras bolas de boliche en la mano, del año de 1955, “Pepe” Trad añade que éstas deben hacerse a la medida de la gente, pues cuando el dedo pulgar se atora ésta puede salir hacia arriba y puede golpear a otra persona.
Como forma anecdótica cuenta que ha visto que a las personas se les atoren los dedos, pero de manera simpática afirma que nunca ha sido necesario romper la bola, porque salen solos.
Al final “Pepe” Trad reconoce el ameno ambiente que hay en el Bolerama de Reynosa.
“Nosotros a veces para hacer el show tiramos las bolas por debajo de las piernas o a una silla y eso le gusta a la gente, porque se rompe el hielo. Sean jóvenes, niños, señoras y señores, las personas llegan, se toman su cafecito, su sodita, compran las botanas y todos se la pasan muy bien conviviendo.
“Me gustaría invitar al publico en general para que no nos olvide y vengan a jugar. No se necesitan membresías, solamente que vengan y pregunten por las ligas, les aseguro que se la van a pasar muy bien y con el boliche van a experimentar una gran vivencia”, finaliza.
Las leyendas de este deporte
Para Misael Torres Treviño, quien durante 50 años fue el jefe de la sección de Deportes del periódico El Mañana de Reynosa, el boliche ha sido un deporte de tradición en la ciudad.
“Llueva, truene o relampaguee, como se dice, esto no se suspende y cualquiera puede practicarlo, cualquiera puede aprenderlo”, señala.
Elogia la persistencia de “Pepe” Trad, de quien dice es un lujo verlo jugar.
“Este señor es una cosa fuera de serie, porque ha sido un atleta en toda la extensión de la palabra: beisbolista, futbolista, lanzador de bala, corredor de competencias atléticas y excelente bolichista”, relata.
Señala que hablar de campeones que ha dado Reynosa puede ser difícil, porque las comparaciones son odiosas, pero hablando de distintas épocas aquí hubo una personalidad que se llamaba Juan Pablo Castilleja, quien fue presidente de la Federación Mexicana de Boliche y que está considerado como el mejor bolichista de todo Tamaulipas. Era de Matamoros pero radicado en Reynosa.
“En las décadas de los 60 y 70 fue un jugador que participó con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que fue a campeonatos nacionales, mundiales y siempre jugó un boliche de mucha calidad”, rememora.
Comenta Misael, que José Rodríguez fue otro campeón nacional, infantil, juvenil y en los panamericanos, de los que salieron de aquí.
Señala que aquí es bastante difícil hacer el juego perfecto, el cual consiste en tirar 12 chuzas de forma consecutiva para acumular 300 puntos, pero que existen personas que lo han logrado, como Juan José Gracia, Juan Francisco Garza, Juan José González de Díaz y el propio “Pepe” Trad, por mencionar algunos.
“Como dato curioso hubo una persona, Chayito de Martínez que se quedó en 299 puntos, por un pino que no se cayó, se quedó a uno del 300. El juego perfecto es como lo que en el beisbol se le denomina pitchear no regalando base por bolas, ni hit ni carreras y como el ‘hole in one’, hoyo en uno en el golf, es el clímax y los jugadores pueden estallar en júbilo.
“Eso lo certifica la asociación y se mandan los datos a la Federación Mexicana de Boliche y posteriormente a quien lo logró se le envía un anillo que diga ‘Mister 300’ y aparte un diploma de reconocimiento”, menciona.
> ¿Es posible que un jugador de boliche hoy en día viva de este deporte?
“Pues hay muchos que sí, porque no sólo pueden dar exhibiciones, sino también participar en torneos internacionales donde las bolsas son bastante grandes.
“Por así decirlo, hay competiciones donde aparte los jugadores pueden llevarse un auto”, refiere don Misael, quien disfruta después de muchos años dedicado a escribir y dirigir una sección del periódico, ahora continúa muy ligado al deporte.
Actualmente Ernesto Franco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se encuentra sembrado en el primer lugar del ranking nacional de Primera Fuerza varonil, mientras que Iliana Lomelí es la campeona vigente en la rama femenil de Primera Fuerza.