Emprende y cumple su sueño y ahora, como emprendedora, capacita a féminas que buscan desarrollarse para alcanzar estabilidad financiera, sin descuidar a su familia.
Cuando Coral Escalante llegó a Reynosa, procedente de Veracruz, no imaginaba todo lo que lograría, aunque en ella siempre estuvo el deseo de luchar para salir adelante.
Todo empezó cuando trabajaba como empleada en un negocio de aplicación de uñas, donde tenía jornadas laborales muy largas que iban de 10 de la mañana a 8 de la noche, de lunes a sábado, lo cual le impedía pasar tiempo con sus hijos.
Además de eso, el sueldo era muy poco, lo que complicaba aún más las cosas.
“Un día le pedí a mi jefa de mi último empleo que si me podía aumentar el sueldo, me pagaban 800 pesos, y me dijo que sí, que lo que me correspondía por hora extra, dividido entre mi salario eran 20 pesos; me acuerdo que le comenté que me convenía más comprar un cartón de chicles e irme a un semáforo y que, seguramente, sacaba más de 20 pesos en una hora”, recordó.
Eso la impulsó a renunciar, pero también a emprender, y fue así que hace siete años decidió lanzarse a la aventura desde la sala de su casa, sin nada.
“Fue muy difícil porque no tenía los recursos para empezar un negocio, no tenía material, ni herramientas de trabajo adecuadas; pero soy mamá y además buscaba un trabajo de medio tiempo; fue duro, pero gracias a las redes sociales me di a conocer, hice promociones, una persona le dijo a la otra y así me hice de clientes”, expresó.
Gracias a su esfuerzo y al apoyo incondicional de su esposo, hoy “Nails by Coral Escalante” es una realidad que le permite disfrutar de sus niños de 10, 8 años, y 5 meses.
“Sigo trabajando desde mi casa, pero ahora mi negocio ya es formal, está dado de alta en Hacienda y todo eso, todo está en regla; estoy bien acomodada y la gente me ha aceptado bien”, dijo Coral.
No conforme con tener su propio negocio y conocedora de la importancia de tener una formación profesional, actualmente estudia la licenciatura en Administración de Empresas, lo cual le ha sido de gran ayuda.
“Estudio los domingos y me ha ayudado mucho para continuar con mi emprendimiento; yo pensaba solo en estudiar la prepa pero ahí conocí a unos señores, mucho más grandes que yo y que tenían la motivación de estudiar una carrera y dije ‘¿cómo es posible que ellos lo hagan y yo no?’, y así fue como me decidí”.
APOYO PARA EMPRENDEDORAS
Sin embargo, aún le faltaban concretar más logros, y de nueva cuenta, impulsada y apoyada por su esposo, fue que puso al alcance de otras mujeres la oportunidad de prepararse para el autoempleo por medio de cursos de aplicación de uñas.
“Fue hace dos años que empecé a impartir el primer curso, mi esposo me dijo que hacía bien mi trabajo y que podría enseñar a otras mujeres, él me animó y me dio el primer empujón”, comentó Coral.
Ya antes algunas chicas le habían preguntado si podría enseñarlas, pero en aquel entonces no se sentía preparada para ello, pues los nervios la invadían, pero finalmente se decidió y después de ello, el pasado 15 de agosto inició una nueva modalidad: curso personalizado con apoyo para emprendedoras.
“Estos cursos se llaman ‘Aprende y Emprende’, además de enseñarles, va incluido todo el material profesional; no es básico, viene bien completo, e incluye también una mesa profesional; todo ello con pagos que apoyan su economía”, platicó Escalante.
Consiste en un plan de “abonos quincenales” que les permite a las personas interesadas empezar el curso y obtener el material para ello.
“Yo sé que no muchas personas tienen los recursos para emprender porque es difícil, por eso estoy manejando el apoyo a la mujer, para que aprendan, se superen; les doy toda la asesoría que ellas necesitan”.
Tal ha sido su éxito que se abrirá una segunda etapa de estos cursos que iniciarán el 30 de septiembre.
“Son 11 pagos de 1500 pesos cada quince días y se llevan todo para trabajar, y con 500 pesos pagan su inscripción y apartan su lugar; aún hay cupo y es algo que les va a servir muchísimo”, dijo la emprendedora.
UNA MUJER ‘TODO TERRENO’
El que su negocio se encuentre en su casa, ubicada en el fraccionamiento Hacienda Las Fuentes, es una gran ventaja para Coral, pero eso no quiere decir que su atención y el resto de sus actividades sean una labor fácil.
La aplicación de uñas, la impartición de cursos, el estudio de su carrera profesional, la atención y cuidado de su familia, y las labores del hogar, demandan una gran administración de tiempos y planeación de actividades.
“Ahora si que como dice el dicho, ‘al que madruga Dios le ayuda’; me levanto todos los días a las 06:30 de la mañana a alistar a mis hijas que están en primaria y tienen sus clases, y de ahí empiezo a organizar mis horarios, los cursos con las chicas son en horarios flexibles, muchas son mamás y otras trabajan, entonces lo importante es estar de acuerdo las dos”, platicó.
El camino, afirma, no ha sido fácil y uno de los obstáculos con los que se ha topado es la actitud de los reynosenses, quienes afirma, no son solidarios ni empáticos con los veracruzanos.
“Aquí los reynosenses la agarran a uno de ‘carrilla’, sobre todo las mujeres, que en vez de apoyar atacan solo porque venimos de otro lugar; solo nosotras sabemos lo que hay detrás, es muy difícil, pero no imposible y aquí estamos todos los días echándole ganas y siempre con la mejor actitud. Llegué aquí a los 12 años, ahora tengo 26 y no me avergüenzo de donde soy”, expresó.
Finalmente, recomendó a las personas a que luchen por lo que desean, sin importar lo complicado que pueda parecer.
“Los años pasan, haga uno las cosas o no las haga, pasan; y más vale empezar ahorita con todo lo que tenemos que hacer, hay que echarle ganas a la vida, cada día es una nueva oportunidad para luchar, para salir adelante y para aprender; nunca es tarde”, manifestó Coral.