Muchos podrían pensar que un simple “perreo” o disfrutar de videos picantes y divertidos no tendría nada de malo, pero, ¿qué influencia tiene en la sociedad la imagen de la mujer que se divulga en estos días?
¿Cuántos no se han dejado seducir por esa música pegajosa, guapachosa y que parece que, con tan sólo escucharla, el cuerpo reacciona en automático?, ¿las letras?, ¡qué importa! lo que importa es el ritmo… ¿o no?
¿Cuántos otros no han encontrado una guía o convertido hasta en un gurú a algún creador de contenido o ‘influencer’ actual? Y es que muchos videos están tan cargados de “espontaneidad” y de “emotividad” que realmente hacen clic con los receptores… ¿les pasa?
Hasta aquí todo parece estar bien, no hay nada de malo en disfrutar de estas ofertas de entretenimiento, pero, ¿se ha analizado el trasfondo detrás de sus mensajes?
Muchos cantantes, standuperos, influencers, creadores de contenido, youtubers, tiktokers y demás figuras públicas que se dedican al entretenimiento, han encontrado la fórmula perfecta para acaparar la atención del público y, como dijera Shakira, facturar con sus creaciones: la polémica basada en el sexismo, la cosificación y la misoginia.
Pero, para entender esto, primero hay que conocer la definición de cada uno de estos términos.
La Real Academia Española (RAE) menciona que sexismo se refiere a la “discriminación de las personas por razón de sexo”; mientras que el concepto de misoginia se describe como la “aversión a las mujeres”.
En los últimos tiempos se habla de “la cosificación de la mujer” y esto quiere decir, según un estudio de la Universidad de Granada, “la reducción de una mujer en su cuerpo o partes de éste, con la percepción errónea de que estos pueden representarla en su totalidad”; es decir, darle valor a la mujer solamente por su cuerpo y sus “funciones sexuales”.
Con todo lo anterior se deduce que la mayor parte de los contenidos que vemos, escuchamos y bailamos, buscan vender la idea de que todo es fiesta, diversión, sexo y por supuesto, que las mujeres son –únicamente– un instrumento para disfrutar de ello.
MALA INFLUENCIA
Muchos podrán pensar que no tiene nada de malo la exposición a esto; sin embargo, la psicóloga Arely Martínez Jiménez, especialista en Modificación de Conducta, explicó que sí existe un grado de influencia. El cual explica que tiene relación de acuerdo con las convicciones, necesidades y motivaciones de cada persona.
En redes sociales como TikTok, es importante destacar la función del algoritmo en la plataforma, pues esta ofrece una red interminable de contenido según las interacciones que el usuario realice. Considerar esto, es esencial, ya que en esta red digital es bastante sencillo aparecer en la página de inicio de miles de usuarios, sin realmente tener que ofrecer un tipo de contenido que requiera de mucho esfuerzo, o como este caso, de veracidad; el trabajo de los creadores de contenido es tener dos segundos para capturar la atención del internauta, de lo contrario deslizará otro video que sea de su agrado y así consecutivamente.
De esta manera, entre jóvenes se han popularizado temáticas que ofrecen consejos sobre lo que se conoce como la pseudosicología, (la práctica de una psicología que es falsa o infundada) y que abunda especialmente en redes, ya que es popularmente fomentada entre chicas y chicos que al ser en su mayoría adolescentes que enfrentan el desarrollo de un criterio personal, es sencillo que se dejen influenciar por ideales ajenos que figuran en los videos que aparecen en redes como TikTok.
De ahí prevalecen diferentes planteamientos, y otras veces hasta ‘consejos’ que destinan hacia los receptores, (en su mayoría jóvenes que van edificando su identidad). Por lo que general, el público se divide en contenido que va específicamente para aconsejar mujeres mientras que otros van destinados a hombres. Es así que se ha creado una controversia mediática, ya que no es sorpresa alguna que en la sociedad se siga generando rivalización dentro de los mismos géneros.
Uno de los ideales más popularizados en redes es que las mujeres deben ser “fáciles de conquistar o de obtener”, y en el caso de toparse con una que no se relacione de esta manera sino que busque algo más serio y duradero, se manifiesta el rechazo y es tachada de anticuada, o que tiene una percepción sobrevalorada de sí misma. En el caso de los hombres, se plantea que entre más grande sea la cantidad de mujeres con las que se relacionen, mayor será el reconocimiento que logren.
“Ellos desvalorizan a las mujeres, se piensa que es mucho más fácil obtener a una mujer de esta manera; creen que las cosas son como dicen las letras de las canciones que escuchan, o como lo dicen muchos ‘influencers’, y no es así”, compartió la especialista.
No obstante, no solamente los hombres son influenciados, también las mujeres. En su caso se ven afectadas en cuanto llegan a pensar que deben llevar un estilo de vida como el que pregonan las letras de géneros como el reggaetón, trap o neoperreo.
“Escuchar este tipo de música es accesible para que ellas crean que al no existir un rechazo por parte de la sociedad o ser aceptado está bien, y al ser algo que está latente y es aprobado ellas buscan replicarlo para encajar”, detalló. Comentó que todo esto está relacionado y fomentado también desde ámbitos en los que se desenvuelven, tales como la escuela, la familia y su grupo de amigos.
“Como no existe un rechazo por parte de la sociedad o una restricción para ellos, quiere decir que es correcto, que está aprobado, porque de alguna manera así han sido educados”, apuntó.
Podría pensarse que la edad más vulnerable es la comprendida entre los 12 a 14 años; sin embargo, la psicóloga mencionó que lamentablemente este tipo de contenidos ya son consumidos por niños a través de las redes sociales en forma de “reels” y “videos”, pues muchas veces no son supervisados por sus padres.
“Esto puede encontrarse en TikToks que tienen esa música y vemos alguien que está bailando sin estar realmente razonando lo que dice la canción; también en los reels de Instagram, o Facebook; piensan que no tiene nada de malo o que está bien porque sólo es música”, advirtió.
Asimismo, existe un estudio realizado en 2021 en el que se expone el consumismo musical como un medio capaz de provocar respuestas emocionales en los oyentes (Castro, C., Abrahan, V. D., & Justel, N. 2021). Una de las posturas argumenta que la evocación emocional surge por estímulos que las melodías desprenden, así como el tipo de letras que se frecuenten evocar. Es por eso que especialistas recomiendan analizar lo que se consume diariamente, esto con la finalidad de generar un impacto positivo a nivel cognitivo y no uno negativo, como podría representar este ejemplo.
PRESIÓN SOCIAL
Aunque hay quienes no comulgan con este tipo de contenidos, esto no es una garantía de que podrán mantenerse lejos de ellos, pues se enfrentan a la presión social y se ven orillados a consumirlos para “encajar” y formar parte de algún grupo.
“Desde el momento en el que, a lo mejor una chica dice ‘esto a mi no me gusta’ el grupo social en el que se desenvuelve la tachará de aburrida y de exagerada, por lo que ella empezará a aceptarlo y a normalizarlo”, apuntó la psicóloga. Con ello se afirma que los ámbitos: social, emocional y personal, terminan siendo afectados.
La experta destacó que lamentablemente el comportamiento de la sociedad está siendo modificado en temas como relaciones humanas, valores, moral, entre otros. “Por ejemplo, el hablar de una relación íntima era solamente con tu pareja, ahora no, se convirtió en algo público, de dominio popular;
no nada más se está dando una incitación a los actos sexuales, sino también a la promiscuidad y a una autoexploración que quizás no sea tan necesaria, o está totalmente
distorsionada”, advirtió.
Esto se debe en parte a que para algunas personas es bien recibido como algo gracioso o simpático, por lo que está siendo normalizado.
EL PAPEL DE LOS PADRES
Martínez Jiménez aceptó que es posible consumir este tipo de contenido sin que necesariamente cause una afectación negativa, siempre y cuando las personas tengan un alto grado de madurez que les permita entender que es únicamente entretenimiento y también, mientras no se permita la modificación de sus hábitos y su conducta.
En el caso de los padres, deben ser especialmente cuidadosos, pues el normalizar el lenguaje, comportamiento y proceder en estos mensajes puede llevarlos a permitir que sus hijos estén en contacto con ello, lo cual es seriamente perjudicial para los menores.
“Si los niños ven que para nosotros es algo normal, entonces se abre una pequeña puerta a pensar que efectivamente lo es”, manifestó.
Finalmente, los exhortó a mantener una buena comunicación con sus hijos, sin importar la edad que tengan, así como un espacio de apertura sin olvidar que aunque se busque tener una buena relación, los padres son precisamente eso, padres, y no amigos.
“Debemos ser cuidadosos en no pasar la línea buscando tener una mejor relación, no normalizar situaciones inadecuadas, y analizar que tipo de alcances y libertades les estamos dando; de igual manera deberán establecerse límites para poder tener una mejor comunicación y trascender en su vida”, externó.
Por ello, se debe ver y escuchar más allá de las creaciones a las que se está expuesto, pues aunque parezcan inofensivas, atractivas y hasta divertidas, pueden causar modificaciones y afectaciones en las personas. v