
Más allá de su presencia en las canciones actuales, frases en playeras, calcas o termos, no se trata de algo inofensivo, estas conductas negativas pueden causar grandes estragos en quien las lleva a cabo y en quienes están a su alrededor.
Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés), la “toxicidad” se refiere al “grado en el cual una sustancia es venenosa o puede causar una lesión”, y esto depende de factores tales como: dosis, duración y ruta de exposición, así como el tipo de sustancia y los factores de cada individuo.
En cuanto a “tóxico”, la ATSDR dice que está relacionado “con los efectos venenosos o mortales causados en el cuerpo por la inhalación, la ingestión o la absorción, o el contacto directo con una sustancia química”.
Como es posible entender, la toxicidad o algo tóxico está relacionado con algo que provoca un mal en quien está expuesto a ello.
Pero ésta ha sobrepasado los rubros químicos, de sustancias o contacto con sustancias delicadas para trasladarse al ámbito social y de relaciones humanas.
De un tiempo a la fecha, las palabras “tóxico” o “tóxica”, se han vuelto del dominio popular, y no porque muchas personas estén interesadas en procesos químicos, composición de sustancias o efectos adversos, sino porque pareciera que ser “tóxico” está de moda.
TÓXICOS Y TÓXICAS EN LA MÚSICA
En los últimos años, las palabras “tóxico” o “tóxica” se utilizan como un adjetivo calificativo para designar a quien, en una relación de pareja realiza acciones de manipulación, celos, conflictos, dominación y demás conductas nocivas.
Los contenidos tanto en redes sociales como en medios de comunicación han contribuido mucho en ello, sobre todo los lanzados en el ámbito musical.
En el 2020, Grupo Firme y Carín León, lanzaron la canción “El Tóxico”, que formó parte del álbum del mismo nombre y en un día, según el portal Fun947, alcanzaron más de 2 millones de reproducciones en YouTube, y al día de hoy, casi cuatro años después, registra 580 millones 302 mil 867 visualizaciones; mientras que en Spotify suman 438 millones, 550 mil 637 reproducciones.
Cabe mencionar que en el 2022, Grupo Firme fue considerado uno de los más escuchados en México.
“Arriba las tóxicas, ¿o no?, mi compa Carín, pero pa que se cansen. ¡Y puro Grupo Firme!”, se escucha en el inicio de la canción.
En ella se cuenta la historia de un hombre que en un inicio era amoroso y bueno con su pareja, sin embargo, la mujer decidió abandonarlo sin ninguna explicación, por lo que amenaza con hacer de su vida un martirio.
“Y me vas a pagar hasta los suspiros que me arrebataste, y tu corazoncito y, de paso, hasta el perro voy a envenenarte, y no te imaginas qué alacrán te echaste; en tu perra vida vas a hallar la calma, hasta que te mueras o hasta que me mates”, se escucha en uno de los fragmentos.
De esta forma es que en el tema, no solamente existen las amenazas psicológicas, sino también las físicas, incluso una de muerte.
Pero no solamente existe esta canción y con dicha temática, otras se integran a la lista, todas teniendo como nombre “La Tóxica”: la interpretada por Farruko, por Los Dos Carnales, la de Mariah Angeliq, de Banda Tierra Sagrada, Nelson Kanzela, incluso exponentes de larga trayectoria como Alejandro Fernández, a dueto con Anitta se suman al conteo.
Todas comparten el mismo ángulo: engaños, sexo, fiesta y desenfreno.
En la canción de Nelson Kanzela, de forma guapachosa interpreta: “tiene razón, es una tóxica, es muy caótica, y muy exótica, todo lo ve pero sin lógica, es filosófica, es muy erótica… y bailando todas las tóxicas en 3, 2, 1… ¡échele compay!”.
TOXICIDAD EN LA ‘MERCH’
Las “nenis” también han encontrado una área de oportunidad, y es así que han llevado lo “tóxico” a playeras, vasos, calcomanías para autos, cobijas y otros objetos en donde la palabra aparece completando algunas frases.
Y quien porta o usa cualquiera de ellas lo hace con orgullo, como quien está al último grito de la moda, o como dice la chaviza, como quien está “in”.
INSEGURIDADES, BAJA AUTOESTIMA…
En la sociedad, las relaciones interpersonales son fundamentales e inevitables, y al establecerlas puede suceder que se establezca contacto con alguien “tóxico” o “tóxica”.
La psicóloga Arely Martínez Jiménez, especialista en Modificación de Conducta, expresó que las personas “tóxicas” son aquellas que, motivadas por sentimientos de inseguridad, generan problemas tanto para sí mismas como para quienes las rodean.
“Estas personas pueden manifestar conductas agresivas hacia los demás o incluso autoagresivas, reflejando una falta de respeto, dependencia e inseguridad; son personas con una gran inestabilidad emocional”, explicó.
Sobre ésta última, dijo que puede distorsionar la percepción de las interacciones sociales: “cuando alguien se siente vulnerable, puede tender a justificar conductas incorrectas como mecanismo de defensa, percibiendo amenazas donde no las hay”.
Detalló que aunque se ha asociado más con mujeres debido a su expresión emocional más abierta, enfatizó que los hombres también pueden presentar estos comportamientos.
Por ello, externó que en las relaciones de pareja es importante establecer límites claros desde el principio, hablar sobre el respeto mutuo, la privacidad y el tiempo personal, destacando que, la falta de estos principios no debe ser tolerada, especialmente cuando se cruza la línea del respeto o se busca ejercer control sobre la otra persona.
Aunque la psicóloga no prescribe automáticamente la terapia como solución, destaca la necesidad de la comunicación abierta y honesta.
“Cada pareja maneja su dinámica según sus necesidades y preferencias, pero siempre debe prevalecer la confianza, el respeto propio y hacia el otro; es crucial identificar y abordar las situaciones problemáticas desde el principio, utilizando la comunicación como herramienta clave para prevenir dinámicas tóxicas”, concluyó.
Por lo anterior, es necesario comprender que la “toxicidad”, sin importar quién la lleve a cabo, no es una conducta aceptable ni benéfica, que afecta tanto a quien la ejerce como a quien padece sus consecuencias.
También que por mucho que se utilice para la elaboración de contenidos con fines económicos, es algo que lejos de aportar algo positivo a la sociedad, reafirma y romantiza las conductas nocivas, con afectaciones psicológicas que incluso, pueden llegar a las físicas.