
Cinco años después desde que el Covid-19 impactó en la población a nivel mundial, este virus sigue dejando secuelas en las personas que fueron contagiadas.
Por Jaime Jiménez y Clarissa Grimaldo
A pesar de que han pasado cinco años desde que la pandemia del Covid-19 se convirtió en un problema de salud pública a nivel mundial y pasó a ser un padecimiento estacional como cualquier resfriado común, muchas personas aún sufren secuelas provocadas por el virus.
El Covid-19 (enfermedad por coronavirus de 2019, por su traducción del inglés), es una enfermedad infecciosa causada por coronavirus 2 del SARS (SARS-COv-2).
Un virus descubierto en diciembre 2019 en Wuhan, China, que ha afectado prácticamente a países de todo el mundo y que provocó una pandemia a nivel mundial que inició el 30 de enero del 2020 y terminó el 5 de mayo del 2023, pasando a ser un virus de transmisión estacionaria en temporada invernal junto con otros virus de la gripa como Influenza y virus sincitial respiratorio, entre otros.
Se transmite fácilmente de persona a persona a través de pequeñas gotas de saliva (gotitas de flugge) que se emiten al hablar, estornudar, toser o respirar.
Aunque algunos lograron superar la enfermedad en su momento, hoy en día hay quienes enfrentan efectos secundarios que afectan su vida cotidiana.
Entre las secuelas más comunes se encuentran problemas respiratorios y dificultades para concentrarse, síntomas con los que muchas personas han tenido que aprender a convivir en su día a día.
Los efectos más frecuentes incluyen fatiga, molestias cardíacas como dolor en el pecho y palpitaciones, así como síntomas neurológicos como dificultad para pensar y concentrarse, dolores de cabeza y trastornos del sueño. También se han reportado problemas digestivos, como diarrea y dolor estomacal.
A lo largo de este tiempo, las secuelas del Covid-19 han sido tema recurrente de conversación entre quienes padecieron la enfermedad. Estos síntomas han recibido distintos nombres, como “efectos a largo plazo del Covid” o “Covid crónico”, entre otros más.
Este padecimiento ha dejado huellas tanto físicas como mentales, tal es el caso de Jazmín, quien se aplicó una de las vacunas contra el Covid-19 y como resultado presentó complicaciones de bronquios.
“Yo me puse la primera (vacuna) y me dio bronquios (sic), y después casi neumonía; cuando yo estaba sana, a los 10 minutos de ponérmela se me complicó la respiración y no podía respirar hasta que me pusieron otro medicamento, desde ese entonces ya no quedé bien de los pulmones”, relata.
Por otra parte, la enfermera Dianely, de 27 años de edad, compartió para Hora Cero que ella es una sobreviviente al mortal virus.
“Yo soy mujer sobreviviente de Covid. En el año 2020 y en agosto del 2023, me diagnosticaron hipotiroidismo artritis reumatoides fibrosis pulmonar y fibromialgia; según los especialistas (medicina interna reumatología y endocrino), dicen que es a causa del Covid grave que tuve, ya que era una persona 100 por ciento sana”.
Asimismo, Elizabeth, quien labora como enfermera en el Hospital General de Zona número 15 del Seguro Social, en Reynosa, fue una de las primeras pacientes diagnosticadas con neumonía atípica (porque no se sabia del Covid todavía), allá por diciembre del 2019.
Posterior a esa fecha, ya que hubo pruebas Covid, salió positiva porque enfermó tres veces más y quedó con secuelas a lo que denominan fibrosis pulmonar y cardiomiopatía.
Era diciembre 21 del año 2019, cuando la enfermera presentó de manera súbita fiebre de más de 39 grados, fatiga y posterior disminución de oxígeno de hasta 89 por ciento.
“Estaba laborando y ahí mismo me internaron diagnosticándome como neumonía atípica; en los rayos x de tórax se veían infiltrados, el médico me comentó que veía los pulmones mal. Estuve internada 6 días y me dieron de alta con una desaturación de 89-90 por ciento”, dijo la enfermera.
Destacó que no podía caminar mas de un metro sin que se desaturara, no podía entablar una conversación porque se le “iba el aire” y después de un merecido reposo, regresó a trabajar el día 6 de enero 2020, haciéndose cargo del área de urgencias.
“Pero yo no podía andar caminando porque desaturaba y así anduve y me enviaron a neumología un mes después, ya con la valoración de neumología y, ya con la noticia internacional del Covid, me dijeron que mi diagnóstico era fibrosis pulmonar por Covid”, añadió.
Tiempo después, seguía con la falta de aire y taquicardias. En marzo, la enfermera Elizabeth y sus compañeros pacientes de la enfermedad, recibieron la indicación de que los trabajadores con problemas respiratorios los mandaban a casa.
“Fui la primera de mi unidad hospitalaria que por orden de sindicato me mandaron aislar; en abril del 2020, estando aislada volví a presentar todos los síntomas de Covid (fiebre, falta de aire, sin sabor en la boca, sin olor), yo no convivía con nadie, estuve totalmente aislada. No recuerdo la fecha de la primera vacuna pero creo fue en febrero 2020 y fue la Pfizer, no presenté ningún efecto secundario. Todo el tiempo que estuve aislada seguí con la disnea y falta de aire”, añadió en su relato.
Meses después, precisamente en agosto de ese año, volvió a enfermar con todos los síntomas Covid de manera súbita, por primera vez le hicieron una prueba para descartar el contagio (por ser trabajador que estaba aislado y no había tenido contacto con nadie en todo ese tiempo), y salió negativa.
En el mes de septiembre regresó a laborar, en octubre se aplicó la segunda dosis contra Covid (Pfizer), pero seguía con dificultad para respirar y aún así estuvo laborando.
En 6 de enero de 2021 presentó de manera repentina cuando estaba en sus labores, dolor en articulaciones, dolores musculares, fiebre de 39 grados, sensación de vacío en el estómago.
Refiere que al día siguiente ya no pudo levantarse, pasó una noche horrible. Fue trasladada por su hija al hospital del bulevar Miguel Hidalgo, pero no la quisieron atender y de inmediato la llevaron hasta el Hospital Regional de Especialidades 270 del IMSS, ahí le hicieron la prueba y dio positiva a Covid.
“Estuve en cama una semana, nunca desaturé menos de 90 por ciento, me vieron neumólogos del IMSS en el 270 y en el hospital 15, estuve bajo vigilancia; (hasta la fecha) sigo con fibrosis pulmonar y se me agregó una cardiopatía que no saben de dónde se originó, pero estoy en estudio y empecé a hacer ejercicio en septiembre de 2022, porque siempre estuve con “falta de aire” sin poder subir más de tres escalones seguidos”, añadió.
La sobreviviente del virus dijo que también con el paso del tiempo aparecieron alergias que nunca había tenido (y por la cual en su trabajo la discriminan); al grado que se volvió alérgica al desinfectante Lysol y todo lo que venga en aerosol y tenga olor.
“Eso me comenta el alergólogo, que puede ser derivado del Covid, tengo todo sustentado por los especialistas que me han visto”, explicó para Hora Cero.
Actualmente padece fiebres intermitentes, cefaleas intensas (jamás había padecido de eso), dolores articulares, ya se realizó exámenes para descartar artritis, tuberculosis, incluso se trasladó a Monterrey, para realizarse otros estudios a los cuales ha resultado negativo, todo coincide en que pueden ser secuelas Covid.
RECOMIENDAN REFUERZO DE VACUNA ANUAL
La jefa de medicina preventiva Región Reynosa, en el Hospital Regional de Petróleos Mexicanos (Pemex), María Elena Martínez Fraire, señala que la vacunación contra Covid-19 se recomienda de forma anual en una dosis de refuerzo, con la finalidad de prevenir las complicaciones de la enfermedad.
Algunos de los efectos secundarios de la vacuna pueden suceder en el transcurso del primero o segundo día y generalmente se resuelven en un corto periodo de tiempo (no más de 48 horas).
Los eventos más frecuentes son manifestaciones locales como dolor, hiperemia, eritema, induración e inflamación en el sitio de inyección.
Las manifestaciones generales descritas como frecuentes son: fatiga, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, fiebre, escalofrío y malestar general. En casos muy raros puede presentarse un evento grave (pacientes que ya han presentado alergias severas) como anafilaxia.
Es importante que en caso de presentar una reacción evite la automedicación y solicite atención medica en la unidad de salud más cercana a su domicilio.
NO BAJEN LA GUARDIA
La Cuarta Jurisdicción Sanitaria de la Secretaría de Salud con sede en Reynosa, implementó el uso obligatorio de cubrebocas para su personal médico, incluso se hizo el exhortó a la ciudadanía que convive o labora en espacios con poca ventilación.
Aunque no hay pacientes graves en Reynosa, Ileana Villarreal Cantú, titular de ese centro de salud, recomendó que quienes presenten síntomas del virus busquen atención médica y descansen adecuadamente.
Los pacientes presentan síntomas leves y reciben sus tratamientos y reposo de tres días para recuperarse.
Tanto el personal de salud y familias reynosenses, se hace el exhorto a Ωque hagan uso del cubrebocas para proteger su salud. La instrucción también es dirigida a personas con enfermedades crónicas, SIDA o problemas respiratorios.
“Se hace el llamado al personal médico como a la ciudadanía, a retomar las medidas preventivas. Esto incluye el uso correcto del cubrebocas en espacios cerrados, el lavado frecuente de manos y el uso de gel antibacterial para reducir el riesgo de contagio”, agregó Villarreal Cantú.
Cuidarte es tu decisión, por lo que se invita a la población en general a partir de los 5 años, aplicarse la vacuna con énfasis en los grupos de mayor riesgo (mayores de 50 años), sobre todo si se padecen algunas enfermedades como afecciones cardiacas, diabetes mellitus, cáncer, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, síndrome de Down, obesidad grave, personas inmunodeprimidas, embarazo, fumadores, asma, entre otros.