
En 2011 se dejaron de recolectar más de 100 mil toneladas de sorgo tan sólo en la superficie rural que comprende al Catorceavo Comité Campesino de Reynosa, que es de 50 mil hectáreas. Esto equivale a 380 millones de pesos.
La carencia de precipitaciones pluviales prácticamente en todo el año trajo una merma considerable en el sector agrícola que no fue exclusiva de este municipio:
El país en gran parte sufrió un desastre natural inusitado en las últimas siete décadas, con pérdidas de al menos 15 mil millones de pesos para quienes trabajan la tierra.
Y es que 596 municipios se han visto afectados por el fenómeno de la sequía, razón por la cual el gobierno federal aprobó a principios del presente mes un paquete presupuestal de tres mil 511 millones de pesos para combatirla.
El agua para mitigar la sed del campo va a ser transportada por pipas que, sumadas conjuntamente, unirían de forma figurada a las ciudades de Guadalajara y Zacatecas.
De acuerdo con el director de la Conagua, José Luis Luegue Tamargo, en 2012 el escenario podría ser el mismo o peor que el año pasado, pues la cantidad de bancos pluviales pronosticados para México está por abajo de los estándares normales, con cifras de hasta un 48 por ciento menos de lluvia.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) también ha emitido una alerta y elaborado un plan especial de emergencia con comités integrados por especialistas e integrantes de diferentes órganos gubernamentales, para contrarrestar la presencia de incendios.
En Tamaulipas, Rafael Salazar de León, gerente estatal de la dependencia, indicó que en el último año se consumieron 16 mil hectáreas en la entidad a causa de siniestros y que este 2012 el riesgo no sería menor.
Sin embargo, a pesar de las adversas expectativas que se ciernen en torno a este tema, los “oportunos” frentes fríos número 29, 30 y 31, han estimulado las esperanzas de los agricultores y ganaderos, al menos en Tamaulipas, ya que en las últimas semanas llovió copiosamente en diferentes partes del Estado.
En Reynosa, la humedad es calificada por los líderes agrarios como un “auténtico bálsamo” e Isidro Núñez Velázquez, dirigente del Catorceavo Comité Campesino de Reynosa, afirma que hay optimismo entre sus compañero en que éste 2012 será un año positivo, principalmente por el periodo de siembra y siega temprano.
“Ya con esta humedad me atrevo a decir que va a haber una importante producción en el campo. Claro que si llueve en abril o mayo se podrían tener cosechas récord, pero a causa de las últimas lluvias está garantizada una buena producción”, insiste.
LA REPARTICION
De acuerdo con la Confederación Nacional Campesina, las actividades agronómicas en los campos de cultivo de Reynosa se dividen en “de temporal” y “de riego”. El primero contempla las tierras irrigadas por la naturaleza, en tanto que el segundo abarca las zonas de vegas, pues reciben abastecimiento de agua de los canales y ríos.
Sin embargo, solamente tres mil hectáreas son aprovechadas para el riego, en poblados como Santana, El Guerreño, El Porvenir y Reynosa Díaz; a los demás se los ha ido “comiendo” la mancha urbana.
El resto de la superficie de siembra abarca 50 mil hectáreas, pero dependen de la temporada de lluvias para que sus productos puedan germinar. Si no cae agua entonces el panorama se desmejora.
Núñez Velázquez explica que durante el año existen dos periodos principales para trabajar la tierra: el temprano, que comienza en enero y termina como máximo en julio, y el tardío, el cual concluye para noviembre o diciembre y en el que solamente se siembra un 10 por ciento de la extensión territorial.
“El bueno es éste, comenzando el año, porque la gente prefiere mejor preparar muy bien sus tierras para conseguir una buena producción, aún habiendo poca agua. Se agarra ventaja con la labranza o roturación del terreno para que éste agarre suficiente humedad y pueda tener un mejor rendimiento.
“El año pasado estuvo muy difícil, principalmente para el sorgo, ya que se recolectaron entre una y tres toneladas por hectárea trabajada, pero ahorita gracias a Dios ya tenemos bastante remojo.
“Como sembramos la mayor parte con estas aguas me atrevo a decir que esta vez sí vamos a cosechar algo notable”, pronostica.
No obstante, el dirigente cenecista en la localidad, menciona que no todo han sido malas noticias para el campo, ya que pese a la ausencia de lluvias en 2011, el hecho de que un año antes el río Bravo se desbordara (por el fenómeno del huracán “Alex”) originó que las cosechas de maíz resultaran beneficiadas.
“El caso del maíz es especial, porque como se había salido el río todas las tierras se irrigaron causando una buena producción. Se habla de hasta ocho toneladas por hectárea de maíz amarillo que se recolectó.
“Si este año 2012 es bueno, se podrían conseguir hasta cuatro toneladas por hectárea, quizá 200 mil aquí en el municipio. A diferencia de 2011 los campesinos ahorita están parados y no pueden sembrar todavía, pero se espera que también sea un buen año para ese alimento”, vaticina.
SECTOR DE LOS VEGETALES EN PAÑALES
En la actualidad la cotización por tonelada de sorgo alcanza los tres mil 800 pesos, de acuerdo a los mercados globales y en Tamaulipas este grano lidera la producción de cereales, siguiendo el maíz y frijol.
Empero, pese a que la entidad posee una cantidad extensa de tierras de cultivo, otros comestibles como el melón, la sandía e incluso, el jitomate, no se trabaja en cantidades mayores por la falta de empacadoras.
“Hay algunas partes donde se siembra el algodón, la canola y se está tratando de sembrar soya, pero muy poco. Nosotros nos concentramos básicamente en el sorgo, el maíz y el frijol.
“Por otra parte, aquí si pega el melón, la sandía, la calabaza y el tomate, de todo, lo que pasa es que algunos alimentos se cosechan cuando el tiempo está caliente y como no hay enlatadoras en pocos días se echan a perder.
“En Estados del sur de la República, como es muy fresco, les da tiempo, hasta dos meses y empacan el tomate, mientras que aquí el tiempo no ayuda en mucho”, lamenta.
En el rubro de los cítricos los campesinos tamaulipecos han preferido abandonar la producción desde hace mucho, debido a la competencia que representan los agricultores del Valle de Texas.
“No puede uno sembrar por sembrar porque no tenemos mercado. Apenas eso se está tratando de organizar, porque nosotros antes de poner la semilla en la tierra necesitamos saber quien nos va a comprar, que haya mercado.
“Aunque ahorita como está castigado el campo, la gente le echa ganas, ya sembró, porque tiene ganas de producir, pues la situación lo amerita.
“Anteriormente nos afectaba que cuando aquí cosechábamos sandía, allá en el otro lado (en Estados Unidos) había sandía. Lo mismo pasa con los productores de naranja, allá en el Valle también hay mucha producción en las mismas fechas, así que para competir con los vecinos está difícil, pues ellos tienen todo…”, sopesa Isidro Núñez Velázquez.
En cambio, el encargado del Catorceavo Comité Campesino de Reynosa considera que el sorgo sí es apto porque el país necesita grano y se emplea en industrias de fabricación de comida para ganado y de consumo humano como el aceite y las galletas.
“Aún así el precio del sorgo se fija internacionalmente y viene de a como está la bolsa.
“Nosotros vamos a contratar por ejemplo, 100 toneladas. Sabemos a cómo nos la van a pagar y si baja nos van a sostener ese precio, mientras que si sube nos lo dan a como subió. Esa es la ventaja de asegurar el precio, para lo cual se paga por hectárea alrededor de 350 pesos.
“Este va a ser el primer año que vamos a pagar, pero siempre las coberturas corrían por el gobierno. Ahora nos va a tocar a nosotros aportar el 15 por ciento el pago a los agricultores”, indica.
LAS AYUDAS DEL GOBIERNO
En cuanto a los programas de apoyos que otorga el gobierno federal el entrevistado admitió que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), sigue sin terminar de entregar los paquetes de ayudas que faltan a los ejidatarios afectados por las inundaciones de 2010, pero lo atribuyó a la falta de recursos y no a malos manejos de la Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación).
“Están por pagarse en estos días, el año pasado se acabó el presupuesto, pero ya está por empezarse a pagar el dinero atrasado”, informa.
Por su lado, el Procampo, mencionó, es el mejor programa que otorga la Federación con 963 pesos anuales por hectárea. Cuando los beneficiados tienen más de 100, el apoyo comienza a disminuir.
“Ese es parejo y casi a todos los campesinos ayuda, si a caso un cinco por ciento no lo recibe. Incluye ejidatarios y pequeños propietarios. De 100 hectáreas para arriba baja el monto porque ya es otra tabulación”, ilustra.
Lo cierto es que “mientras son peras o son manzanas” e independientemente de que el gobierno entregue los apoyos del campo a tiempo, los productores están más esperanzados en el respiro que les han dado las últimas precipitaciones y de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, al menos en febrero continuará lloviendo, trayendo consigo optimismo a los agricultores.