
Por Silvia Cruz
El azul de su mirada se clava en el ruedo, pues el momento que hay justo antes de entrar a la plaza es el de más tensión para los toreros, confesó el rejonador Gastón Santos, quien luego de hacer su ritual obligado (encomendarse a Dios y agradecerle por la vida que le ha conservado) se prepara para salir a hacer su reaparición en la fiesta taurina.
Con sumo cuidado sus ayudantes le alcanzan la casaca y el tricornio, las dos lujosas piezas que conforman la federica (como se le conoce al atuendo que utiliza para rejonear). Ya vestido, monta uno de sus caballos pura sangre ataviado a la usanza portuguesa, con lo que el matador está listo para salir a hacer su aparición.
Esta no es cualquier corrida, ese 13 de marzo marcó el regreso de Gastón Santos a una plaza de toros.
Y es que durante su última aparición en la Monumental Feria de Zacatecas, en septiembre del año 2009, el rejoneador sufrió una caída donde se fracturó la tibia y el peroné por lo que estuvo fuera del ruedo por un período de seis meses.
De origen potosino, triunfador en plazas taurinas de México, Guatemala y Portugal, eligió volver a rejonear en suelo tamaulipeco debido a que deseaba ayudar a los centros asistenciales infantiles del Sistema DIF de Reynosa.
“Esta es una corrida muy importante para mí pues es mi reaparición después de seis meses de inactividad por mi percance. Qué bonito que lo pueda hacer en una ciudad que a mí me ha apoyado mucho.
“Me siento muy orgulloso de ser invitado por los amigos de Reynosa para participar en un evento tan bonito a beneficio de los niños que significa mucho para mí, es mi carrera, mi pasión, mi reaparición”, compartió Gastón antes de salir a torear.
En México existen muy pocos rejoneadores, es por eso que su regreso era ya aclamado por la afición taurina.
“Ser rejoneador es algo difícil, hay muy pocos rejoneadores en el mundo y es una profesión difícil de lograr, primero ser rejoneador y después llegar a un nivel profesional, doy gracias a Dios de que estoy toreando en el nivel en el que estoy”, mencionó.
Dos motivos para triunfar: mantener el título de ser el mejor rejoneador de México en la actualidad –legado de su padre– y brindar un excelente espectáculo a la afición taurina de la ciudad, congregada en el lienzo charro “Los Tamaulipecos”.
SE GANA APLAUSOS
Y CORTA UNA OREJA
Las gradas del lienzo charro “Los Tamaulipecos” se llenaron a reventar, la afición taurina de Reynosa respondió al cartel que fue compuesto por el torero Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea”, José Mauricio y, por supuesto, la reaparición de Gastón Santos.
El sonido de banda fue el fondo musical para la entrada del centauro, quien aprovechó la música para hacer bailar a su caballo para beneplácito de los asistentes. De esa manera recibió a uno de los toros de la ganadería de Rafael Mendoza, elegidos para esta ocasión especial.
Utilizando la cola de su pura sangre portugués, el centauro comenzó la faena azuzando a “Bebé” –el toro de 500 kilogramos– para seguirlo por todo el ruedo. Haciendo bailar al caballo al son de la música de banda e intento clavar la primer banderilla, sin embargo, para mala suerte del matador no logró pinchar en el primer intento.
Luego de otros dos intentos, Gastón Santos se dirigió al público para dedicar la faena a los niños de los centros asistenciales del DIF y rematar a “Bebé”, el toro al que no pudo cortarle una oreja, despidiéndose sólo con los aplausos del público que le mantuvo su cariño.
A pesar de no haber cortado una oreja en su primera faena, el centauro se mantuvo optimista sobre su desempeño luego del tiempo que duró sin practicar.
“Me sentí muy bien con los caballos, para llevar seis meses sin torear va marchando todo muy bien. Ya estoy de regreso”, comentó el matador, mientras observaba las actuaciones de los toreros de pie.
Con “Gaf”, su segundo de la tarde, las cosas cambiaron para Santos quien decidió montar a “Tenorio” un pura sangre portugués.
El equino fue utilizado para azuzar nuevamente al toro y provocarlo a seguir al matador, quien colocó con éxito dos banderillas que le permitieron cortar una oreja del animal.
Con su premio en mano, los aplausos y los claveles del público cayendo sobre el rejoneador, Gastón Santos logró demostrar que a pesar del poco tiempo de entrenamiento previo a su reaparición conserva su título de ser el rejoneador número uno del país.