Las autoridades recomiendan a peatones, automovilistas y transportistas acudir temprano a la frontera, porque los puentes internacionales seguirán congestionados, con tiempos de espera de dos a tres horas y, en algunos casos, ¡hasta de cinco!
Por José Manuel Meza
El tsunami migratorio que llegó a Estados Unidos lo agitó todo, originando un caos de tremendas proporciones en diferentes ámbitos de la vida pública y económica de la nación.
Modificó sistemas en los viajes de placer y de negocios; cambió pautas en el comercio internacional y la educación, así como también el desplazamiento de personal de las agencias de seguridad y el “cierre del gobierno”, por citar algunos ejemplos.
Desde que el presidente Donald Trump decretó emergencia nacional comenzó el traslado de cientos de elementos de los puertos de entrada al país hacia las zonas más críticas por el cruce ilegal de indocumentados..
El Estado estadounidense culpa a las caravanas de ciudadanos centroamericanos que ingresaron por México y desquician la ‘tranquilidad’ de sus ciudadanos, vulnerando de paso la seguridad fronteriza.
Desde octubre del año pasado miles de personas, principalmente de Honduras y El Salvador han abandonado sus lugares de origen. Viajan en numerosos grupos y piden asilo a Estados Unidos.
Tampoco quieren quedarse en México. Su meta, a como dé lugar es brincar la frontera en busca del “sueño americano”.
Mientras el mandatario presiona al Congreso para que se apruebe la construcción de un muro de más de 3 mil kilómetros, mientras que los juzgados federales permiten que diariamente ingresen a esa nación una gran cantidad de migrantes desplazados por el hambre y la inseguridad en sus países de origen.
Desde Tijuana, Baja California Norte, hasta Matamoros, Tamaulipas, el gobierno estadounidense ha enviado elementos para reforzar su seguridad, pero no pueden darse abasto. Los centros de detención se encuentran al límite.
Los ilegales están siendo procesados, pero no hay manera de deportar a tantos al mismo tiempo, de acuerdo con los reportes oficiales.
DAÑOS COLATERALES
Este panorama está afectando las actividades de las ciudades en frontera, pues cruzar a Estados Unidos se ha vuelto un suplicio.
Rigoberto Villarreal, administrador de los puentes de Hidalgo y Anzaldúas, dio a conocer que se encuentra en pláticas con funcionarios del gobierno federal para solicitar se agilice el tránsito internacional en esta región de Texas.
Reconoció que los tiempos de espera se elevaron de manera preocupante, lo cual se traduce en complicaciones en la logística de viajeros comerciales y particulares que hacen uso de los puertos fronterizos.
“Estamos tratando de hablar con la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), con la delegación de oficiales electos federales para que le digan a la gente de Washington D. C. y al departamento de Seguridad Nacional (DHS), que nos ayuden con oficiales, aunque sea de otros lados que no estén tan ocupados, porque las filas aquí están muy largas”, mencionó.
Villarreal manifestó que se requieren elementos que atiendan las casetas de la aduana porque a los de planta los enviaron a otras ciudades del país para colaborar con la Patrulla Fronteriza a solventar la crisis migratoria. Tales modificaciones dejaron un hueco de empleados de los puentes internacionales, expresó.
NO HAY PARA CUANDO
Sobre cuándo podría normalizarse el paso lento de México a Estados Unidos por los cruces fronterizos de la región, el administrador consideró que la problemática puede extenderse durante varios días, semanas o incluso meses.
“No tenemos una fecha. Ya hemos tenido varias juntas con CBP. Tuvimos recientemente contacto con el juez del Condado de Hidalgo, Richard Cortez, que está tratando de organizar una reunión con los congresistas federales y buscando darle atención al tema para aplicar presión suficiente de que necesitamos ayuda.
“Si antes la gente se tardaba una hora para poder cruzar, esta vez son de tres a cuatro. Eso afecta a automovilistas y transporte de carga”, señaló.
El llamado para los usuarios que visitan los puentes internacionales es que se dirijan al país lo más temprano que puedan.
“Esa es la mejor decisión que puedan tomar, en la mañana”, remarcó.
Las largas filas no solamente se han convertido en un problema para los automovilistas que buscan internarse de forma legal a Estados Unidos, sino para las compañías de transporte, que trasladan cargas de perecederos hacia el norte de la nación. Los costos de operación se han incrementado notablemente.
“Es importante, insisto, que la gente viaje temprano. Este problema va a estar en todos los puentes, no nada más en el de nosotros. Escojan el más cercano. No piensen que en uno va a haber menos fila que en el otro, todos los puertos van a estar congestionados”, anunció.
La operación de casetas de los puertos fronterizos se redujo casi en un 40 por ciento y se creó un cuello de botella.
“Si teníamos siete filas abiertas y ahorita nada más son cuatro. Cada una equivale a varios agentes. Eso multiplicado por Pharr, Progreso, Donna, y así sucesivamente pues sí afecta, ya que a todos les quitaron gente”, lamentó el funcionario público.
Por lo pronto, ir de un país a otro por tierra en Mission e Hidalgo, Texas, y los demás cruces de la región se ha vuelto cada vez más complicado. Villarreal solicitó a los usuarios paciencia y organización.
CBP desmiente cierre de la frontera
Por Pamela Escobar
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) informó por medio de un comunicado que se mantienen los envíos comerciales en la frontera a pesar de la crisis humanitaria y de seguridad fronteriza sin precedentes en la frontera sureste.
Confirmaron que las largas filas en los cruces internacionales se deben a la reciente reasignación temporal de 750 oficiales de la Oficina de Operaciones de Campo que se desplegaron a ciudades como Tijuana ante las numerosas peticiones de asilo en los cruces de esa ciudad.
No obstante sus prioridades de seguridad fronteriza y de facilitación del comercio de la OFO no se han visto afectadas; pese a que, en los puentes internacionales de Reynosa y en Nuevo Laredo la demora ha sido de ocho horas para el cruce de camiones.
En el comunicado se lee: “En las operaciones de carga en los Puertos de Entrada de la Oficina de Campo de Laredo que se extienden desde Del Río hasta Brownsville, Texas, actualmente funcionan menos carriles de camiones; sin embargo, CBP desea enfatizar que las horas normales del funcionamiento de carga permanecen vigentes en los ocho puertos de entrada… y no hay planes en este momento para reducir las horas de fin de semana”.
Por esa razón se han presentado históricas filas en los puertos fronterizos. Durante el periodo vacacional de Semana Santa se reportaron filas muy largas para poder ingresar a la Unión Americana.
En Reynosa una usuaria de Facebook identificada como @Xochitl Castillo reportó tres horas de espera en la fila por el puente Hidalgo, al mismo tiempo que aseguró que centroamericanos intentaban cruzar para pedir asilo.
“Tres horas en el puente y todavía no paso. Sólo 2 filas… Un caos.. Unos venezolanos intentaron pasarse en medio de los carros y que se arma la movilización…” escribió en la red social.