
A pesar de que la federación declara a Tamaulipas en semáforo verde, los padres de familia deberán continuar apoyando en la educación en casa a sus hijos hasta que las autoridades estatales lo cambien a verde y todos los maestros estén vacunados.
El 26 de marzo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell anunció que Tamaulipas cambiaba a semáforo verde, con lo cual se reactivaban actividades económicas que estaban suspendidas, y muchos padres de familia pensaron que sus hijos volverían a las aulas.
Algunos lo vieron como una luz de esperanza, pues no es un secreto que, tras más de un año de escuela en casa, muchos han perdido la paciencia.
Sin embargo, los indicadores de la Secretaría de Salud de Tamaulipas ubican al estado en semáforo amarillo, lo cual, por ahora, hace que el regreso a clases no sea posible.
SOLO EN VERDE Y CON
MAESTROS VACUNADOS
Apenas se dio el aviso del cambio y en los grupos de Whatsapp y Messenger de las escuelas los padres de familia preguntaban ansiosos: “Maestra estamos en semáforo verde, ¿¿¿cuándo serán las clases presenciales???”, así, con muchos signos de interrogación, evidenciando la gran duda, pero también, las inmensas ganas de mandar de vuelta a los niños a la escuela.
El secretario de Educación en Tamaulipas (SET), Mario Gómez Monroy, dijo recientemente que hay una solicitud por parte de la federación de que se reanuden las clases presenciales en este ciclo escolar, pero dijo, le otorgan la facultad a los diferentes estados de decidir cuándo se llevará a cabo esto.
“Lo que hemos platicado con el secretario general del sindicato de maestros es que hasta que estén todos los docentes vacunados, todos los de apoyo y el semáforo esté en verde vamos a regresar; por los tiempos eso nos lleva a la posibilidad de que sea en agosto para inicio del ciclo escolar siguiente; es una posibilidad, dependemos de la Secretaría de Salud, si ellos nos dicen ‘comienzas mañana’ comenzamos mañana, pero difícilmente”, externó.
Dijo que, espera que para el mes de mayo haya iniciado la vacunación para los cerca de 60 mil maestros de Tamaulipas, así como para el personal de apoyo.
HORARIOS ‘QUEBRADOS’
Hay padres de familia que aún sienten incertidumbre y temor ante la amenaza del Covid-19 y afirman no saber si enviarán a sus hijos a la escuela cuando cambie el semáforo y se reanuden clases presenciales; para ellos, la SET ofrecerá la alternativa de que continúen trabajando a distancia, solamente tendrán que firmar una carta donde lo confirmen.
Los que vuelvan a las aulas lo harán en horarios y días alternados, para continuar con las medidas de seguridad implementadas por las autoridades.
“Lo que pretendemos en agosto al regresar es ‘quebrar’ los horarios, los días; que vaya la mitad del grupo lunes y miércoles, la otra mitad martes y jueves, y los viernes que vayan aquellos que se hayan quedado más rezagados”, explicó.
PIDEN PACIENCIA
A LOS PADRES
Gómez Monroy dijo que desde que se suspendieron las clases presenciales ha habido una gran participación, pues los padres de familia, después de un año de tener a sus hijos en casa, realmente valoran la labor que hacen los docentes.
Sin embargo, reconoce que se ha abierto una brecha en la educación, sobre todo en los casos donde los padres no han podido facilitarles lo necesario para sus actividades escolares.
“Ahí es donde el magisterio se ha comprometido a que, regresando a clases presenciales, le van a poner especial atención a esos niños para ubicarlos en el nivel que tienen los demás”, explicó.
El titular de la Secretaría de Educación en Tamaulipas pidió a los padres de familia tener paciencia ante la situación, pues es para beneficio de todos: “no se me desesperen, sigan cuidándose, esto va bajando, esperemos que no haya un repunte”.
OPINIONES DIVIDIDAS
Gloria Pacheco es ama de casa y emprendedora, facetas que combina ya no solo con la crianza de sus hijos, sino también con su educación, pues desde que las clases se trasladaron al hogar, se encarga de apoyar a su hijo de cinco años que cursa el tercer grado de preescolar, mientras cuida de su niña de cuatro.
Con el paso del tiempo ha ido adecuando horarios y situaciones, pero reconoce que no ha sido una labor sencilla.
“Las clases desde casa no han sido fáciles, pero gracias a Dios ya estamos más acoplados, tiene mucho que ver el apoyo que recibes del personal docente, en este caso la maestra de mi niño se ha mostrado muy accesible y eso ha sido la clave del avance que hemos tenido”, platicó Gloria.
Dejó en claro que, apoya el regreso de los niños a la escuela, siempre y cuando, todos los ciudadanos estén vacunados, si no, no.
“No estaría de acuerdo de que regresaran de esa manera, no me siento segura, me mantengo en la postura de que hasta que no estemos todos vacunados regresen a clases”, dijo.
La misma opinión comparte Mireya Trejo, madre de dos hijos: uno de ocho años que estudia el segundo grado de primaria y uno de cuatro que se encuentra en segundo de kinder.
“Siento que aún no estamos en condiciones de regresar hasta que no se vacunen todos, a pesar de estar en semáforo verde aún existen casos y pueden repuntar”, expresó Nájera.
Aunque acepta que sería bueno para todos que volvieran a la escuela, sobre todo para los niños que ya la extrañan, entiende que con todo y la implementación de las medidas de seguridad adecuadas, sería difícil que los estudiantes, sobre todo los más pequeños las siguieran al pie de la letra.
“Conocemos a nuestros hijos y son capaces de andar cambiándose los tapabocas con sus amigos, los van a perder… es un riesgo, tendrían que estar muy pendientes de ellos o reducir grupos y entrar ciertos días unos y ciertos días otros, pero en resumen, si me dan garantía de las medidas de salud si los envío”, comentó la madre de familia.
Consideró que al vacunar a todos los sectores de la población los niños deben volver a sus actividades poco a poco y con las medidas sanitarias adecuadas, para que cada quien retorne a sus actividades normales.
“Muchas madres trabajan y no tienen dónde dejar a sus hijos, algunos niños corren más peligro en las calles que en sus escuelas y hay madres que no pueden darles la atención que necesitan en cuanto a estudio”, consideró.
Acepta que el estrés está siempre presente en su vida, pues el traslado de las clases al hogar se suma a las muchas actividades que ya realizaba, pero aunque ha sido difícil, ha podido sacar adelante la educación académica de sus niños.
“Me siento presionada, la vida cambió desde ese momento, ahora vivo de prisa, entre el trabajo, las tareas y el hogar no hay tiempo para casi nada y más frustrada me siento cuando entrego trabajos incompletos y a destiempo, sin embargo siento que mis hijos han avanzado mucho en cuanto al estudio”, comentó.
Anahisse Castillo, es auxiliar administrativo, maestra y madre de dos niños de 11 y 6 años y describe al tiempo de escuela en casa como un año difícil, que, sin embargo, ha fortalecido la convivencia familiar, pues es mucho más cercana y ha permitido conocer más a los hijos en el terreno escolar al escuchar sus clases y apoyarlos con las tareas.
Ella reconoce que sí le gustaría que los niños volvieran a la escuela, pues como maestra acepta que el aprendizaje dentro del aula es indispensable para los alumnos.
“No creo que estén seguros, a veces uno como adulto no tiene los cuidados y ellos como niños menos; pero sí me gustaría que volvieran y sí los enviaría”, externó.
Su opinión es compartida por Dalia Bazaldúa, madre de una estudiante de 13 años que cursa el segundo grado de secundaria, y también desea que vuelva a la escuela, afirmando que la enviará en cuanto lo determinen las autoridades.
Comentó que al principio las clases en casa fueron bien recibidas y aprovechadas por su hija, pero al paso del tiempo, las distracciones aumentaron con cosas como los videojuegos, videos o redes sociales.
“Dejan a un lado lo que tienen que hacer; en la escuela no tenían esas distracciones y como todo lo hace ella por el teléfono, sucede eso; nosotros no podemos estar pegados a ellos porque uno también trabaja, tenemos nuestras propias responsabilidades”, externó Dalia.
Refiere que “no es que todo lo dejemos a los maestros, pero siento que le hacen más caso a ellos que a nosotros”, además dice que desconoce algunos temas que forman parte del plan de estudio de su hija, por eso considera que la mejor opción es volver a las aulas.
“Yo sí la enviaría, andamos con nuestros hijos en centros comerciales, en fiestas y hasta fuera de la ciudad, de que estén seguros en la escuela pues no, pero como mi hija ya sabe que tiene que lavarse las manos y usar el cubrebocas dependerá de ella cuidarse, pero estamos a lo que las autoridades digan y haremos lo que sea mejor para ellos”, afirmó.
Muchas madres han aguantado como han podido esta situación; no todo ha sido miel sobre hojuelas y la que diga que sí miente, pero así como se ha aprendido a ser madre también han sacado adelante la educación escolar de los hijos a base de paciencia, pero también a gritos y “sombrerazos”, porque la mayoría no tienen las herramientas formativas para enseñar a los hijos.
A los padres de familia que poco se involucraban en la realización de tareas y actividades escolares les ha costado más trabajo, pues no conocían cómo trabajaban sus hijos.
Con la actual situación muchos están en la incertidumbre y el dilema de qué pasará con los niños y cuál es la mejor decisión: si enviarlos a la escuela aún con todos los riesgos que existen o continuar enseñándoles en casa.
Muchos responden sin dudar que sí los enviarán, otros dicen que no y otros más aún están en el limbo de la incertidumbre, pero en espera de los anuncios que hagan las autoridades en los próximos días.