Los artistas urbanos rescataron a una familia de morir quemada en el interior de su vehículo, cerca del canal Anzaldúas.
Los artistas urbanos “Lapicito” y “Lapicero” fueron reconocidos por el secretario general del Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras de la República Mexicana (Siamarm), luego de su heroica labor al rescatar de las llamas a siete niños y dos adultos, en el interior de su vehículo.
Todos se trasladaban en una camioneta tipo “van” y el contratiempo ocurrió en el cruce del bulevar Morelos con Tiburcio Garza Zamora frente al canal Anzaldúas.
Carlos, uno de los payasitos que se hace llamar “Lapicito”, narró lo sucedido en el incidente.
“La señora conductora de la camioneta siniestrada, antes del incendio, me corrió de fea manera al decirme delincuente, ‘hágase para allá delincuente’; al alejarme me di cuenta de que había humo bajo la camioneta, le dije a la señora y no me creyó y accionó el candado de la puerta”, recordó.
El payaso “Lapicero”, quien su nombre real es Bernabé, dijo que de repente, la unidad motriz estaba en llamas, por lo que los jóvenes no dudaron en salvar a las personas.
Fue así que ayudaron a cada uno de los integrantes que estaban dentro del vehículo, a pesar de las recomendaciones de la
Policía Estatal, que les recomendaba no hacerlo, pues su vida estaba en riesgo.
“Una de las señoras gritó que faltaba una niña de dos años, me gritaban que no me metiera pero pensé en mi niña y me metí a la camioneta en llamas; la saqué y estábamos prendidos por la gasolina, me aventaron al agua y luego escuche aplausos cuando emergí con la niña en lo alto”, relató.
Dijo también que, cuando todo pasó, el papá le ofreció una recompensa de 40 mil pesos, pero no la aceptó, pues sabía que los necesitarían para las curaciones.
La señora que en un principio lo insultó llamándolo “delincuente”, le pidió perdón y le agradeció por su acción.
“Las personas no deben dar el perdón, ese lo brinda Dios, los seres humanos solo debemos disculpar”, dijo “Lapicito”, en una plática sostenida con Alberto Lara.
Tras la reunión, el diputado convivió con los héroes, su familia y vecinos de la colonia Riveras del Carmen, donde reconoció públicamente su labor.
“No debemos actuar contra personas por el sencillo hecho de que estén tatuados, anden mal vestidos o maquillados como payasitos; prohibido rendirse”, expresó.