
Libia Inés Vargas Garay sigue luchando por su vida en el área de terapia intensiva de un hospital privado de esta frontera. Sus planes cambiaron de manera drástica la tarde del miércoles 17 de agosto, cuando se dirigía a su hogar en su vehículo y participó en un accidente vial en la carretera Ribereña.
Al terminar la jornada laboral en su consultorio médico, ubicado en la zona centro de Reynosa, la profesionista de origen colombiano conducía su camioneta Lincoln Aviator 2008 rumbo a su domicilio para encontrarse con sus dos hijos. Eran pasadas las seis de la tarde.
Las ganas de llegar a su hogar para pasar la tarde con su hija mayor de 14 años de edad, terminó pocos kilómetros antes de llegar a su destino; en una cerrada curva perdió el control de la unidad y se impactó contra la patrulla de Seguridad Pública municipal R-142, tripulada por militares.
Libia Inés, de 48 años, jamás imaginó que esa tarde su vida cambiaría, ya que después de la colisión fue agredida con armas de grueso calibre por parte de soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes hacen funciones de Policía Militarizada en la guerra que enfrentan contra el crimen organizado.
Según el reporte de la Procuraduría General de Justicia del Estado en Reynosa, el vehículo que manejaba recibió cuatro disparos de armas del mismo calibre que utiliza el Ejército: dos en la puerta delantera, otro en la parte trasera, y el último se impactó en su cuerpo provocando graves lesiones.
La información del peritaje arrojó que la doctora se conducía sobre la carretera Ribereña al poniente rumbo al fraccionamiento Las Haciendas, mientras que el contingente militar en sentido contrario.
El dictamen de los peritos de Tránsito municipal indica que la responsable del accidente “es la doctora Vargas Garay”, ya que al conducirse, presuntamente, a exceso de velocidad, perdió el control de la camioneta.
El vehículo salió de la curva haciendo un primer giro y continuó el trayecto en reversa para impactarse con la patrulla de Seguridad Pública; luego volvió a impactarse en la parte trasera de la patrulla y de nueva cuenta giró para continuar un trayecto que la llevó a terminar en el sentido que originalmente transitaba, pero fuera de la carretera.
Fue en ese momento que cuatro elementos castrenses dispararon desde el suelo (pecho a tierra) hacía la camioneta Lincoln Aviator 2008, provocándole múltiples lesiones que a una semana de los hechos la mantenían grave e inconsciente.
Al percatarse del error cometido y verificando que la conductora no era un miembro del crimen organizado armado, por un lado, y que no había motivo para accionar las armas, por el otro, los militares prestaron auxilio y fue llevada al centro médico Christus Muguerza.
Al ingresar al hospital, el cuadro clínico era poco favorable y los doctores que la intervinieron la sometieron a una delicada cirugía para extirparle tres cuartas partes del intestino, el bazo y un riñón.
Además, los especialistas se percataron de daños en los pulmones, el páncreas y el hígado, por lo que su estado de salud no dejaba de ser delicado pero progresivo.
Ante la tardanza de su madre, su hija decidió llamarla a su teléfono celular, sin embargo, la voz que respondió fue masculina: un soldado le informó que su mamá estaba hospitalizada por una herida de bala.
A pesar de la impactante noticia recibida, la joven llamó a su padre David Paz Casas, quien se encontraba acompañado del hijo menor de ambos de apenas 11 años.
Fue en ese momento cuando el cirujano dentista de profesión, se dirigió al lugar de los hechos y, contó a Hora Cero, fue tratado agresivamente por los elementos castrenses: fue encañonado.
En el lugar del accidente había muchos militares que acordonaban la zona. David observó la camioneta de Libia Inés con varios impactos de bala; ante la reacción de los presentes solamente preguntó a donde habían llevado a la herida.
Y rápido se dirigió al hospital ubicado muy cerca de donde ocurrieron los lamentables hechos. Minutos después conoció el estado de salud de la madre de sus hijos. Al llegar le pareció exagerado que dentro y fuera del hospital hubiera demasiados soldados.
“Los militares están para brindarnos protección no para violentarnos. No es justo, ya que ellos se escudaban en que la situación en Reynosa es difícil, pero esa no es una respuesta válida para actuar de esa manera en contra de una persona que en ningún momento los agredió. Fue solamente un choque y la respuesta fue a balazos”, indicó.
Paz Casas señaló que es necesario que el gobierno federal y la Sedena se responsabilicen del daño hecho en contra de la doctora Vargas Garay y su familia.
“Ya basta. Es justo poner un alto a los maltratos a la ciudadanía por parte de los militares que reaccionan de manera agresiva e incorrecta en ciertos momentos; deben de tener prudencia de como ejercer la ley. No es correcto que tengan esa mentalidad de que todos somos un foco de peligro para ellos y se defiendan disparando; hay inocentes de por medio y una profesionista a quien por poco le arrancan la vida”, insistió.
Fue en 1993 cuando Libia Inés y David llegaron hasta la frontera de México con Estados Unidos, específicamente a Reynosa, Tamaulipas, para estudiar en la Universidad México Americana del Norte.
Ella cursó la carrera de medicina general y años después se especializó en la medicina estética, mientras que David cursó la carrera profesional de odontología.
Años después, en 1998, se regresaron a su país natal, sin embargo, decidieron volver de nueva cuenta a esta frontera en 2001 pues se dieron cuenta de que era una ciudad donde podían desarrollarse profesionalmente y tener una vida tranquila.
EXIGEN JUSTICIA
Por su parte Jorge Eliezer Vargas Garay, hermano de Libia Inés, en entrevista con Hora Cero dijo sentirse triste ante los acontecimientos por lo sucedido a su hermana que la mantienen delicada de salud.
Los padres de la afectada, que residen en Colombia, inicialmente se enteraron de esta lamentable noticia por una llamada de Diana Vargas Garay, hermana de la víctima que radica en Estados Unidos, quien previamente había sido alertada por el doctor Paz.
Ella llamó a su hermano Jorge Eliezer, que se encontraba en ese momento en la ciudad de Bogotá, Colombia, para darles a conocer detalles de los lamentables hechos.
“Es muy triste y lamentable todo lo sucedido con mi hermana. De todas formas como familia tenemos la fe puesta en Dios y estamos tratando de mantener la calma ante la situación”, mencionó Jorge Eliezer.
El también coronel de la Fuerza Aérea de Colombia dijo que la familia Vargas Garay arribó a esta ciudad desde ese país el sábado 20 de agosto para estar al pendiente del progreso en la salud de Libia Inés.
Al llegar a Reynosa la familia encontró un panorama desolador por el cuadro crítico de salud de la lesionada.
“Los días posteriores a lo sucedido fueron confusión y dolor para los familiares de Libia Inés, ya que desconocían como había sucedido el percance, sin embargo, poco a poco fue fluyendo la información conociendo que la hospitalizada había sido impactada por un fusil”, dijo Jorge Eliezer.
Al principio, el estado de salud de la doctora era de carácter reservado, pero en el transcurso de los días la valoración ha cambiado, pues los médicos reportan un progreso gradual a pesar de las graves afectaciones en los órganos de la víctima.
Jorge Eliezer indicó que Libia Inés solamente está con sus hijos en Reynosa, el resto de la familia se encuentra en Colombia y Estados Unidos.
La familia manifiesta tener diversos sentimientos de dolor, tristeza y preocupación, ya que todo esto le dejará grandes dificultades en su futuro, tanto profesional como en su vida diaria.
A decir de Jorge Eliezer, todo esto es un daño colateral de una guerra que se presenta entre diferentes grupos delictivos en el cual el Estado tiene que intervenir, pero definitivamente se sabe que hay gente inocente que paga las consecuencias.
“Lo que pasó con Libia y las secuelas de este hecho nos afecta a todos –familiares y amigos–, por la inestabilidad que ella presenta desde ese momento y lo que venga nos hace sufrir”, mencionó.
Añadió que afortunadamente Libia es muy querida por sus amigos y pacientes, quienes ahora han estado muy al pendiente de su recuperación.
El ámbito médico, sus amistades, pacientes y gran parte de la sociedad reynosense se encuentra contrariada por todo lo sucedido. Libia Inés es una persona muy querida, bastante activa e inquieta, que constantemente se está preparando profesionalmente.
Jorge Eliezer lamentó lo sucedido y dijo que será muy difícil para ella tener ciertas limitaciones en sus labores profesionales y en su vida cotidiana.
Entre los sentimientos encontrados que padece la familia Vargas Garay, también exigen a las autoridades mexicanas se haga justicia.
Hasta el momento, tienen conocimiento que diversas dependencias locales y federales intentan determinar lo sucedido.
“Lo que pido es que se realice una investigación justa y que se llegue a una verdad concreta y real, exigimos justicia solamente”, manifestó Jorge Eliezer.
Añadió que es muy doloroso padecer una situación de este tipo, pues anteriormente observaban casos lejanos y jamás llegaron a imaginarse que les sucedería algo así.
“Pensamos que esto es un accidente, un daño causado pero realmente considero que la sociedad reynosense es la que debe de apoyar a las personas que son víctimas de esta lucha contra la delincuencia”, dijo.
Agregó que debe de hacerse un pronunciamiento de la sociedad para tratar de estabilizar la situación que padecen, a fin de mantener la tranquilidad y la paz en la ciudad y en todo el país.
“Desde Colombia observamos un país que vive una situación lamentable, ya que los delincuentes son grupos que generan violencia e inestabilidad en la sociedad, y la verdad no es nada halagador conocer que donde reside parte de tu familia tengan este grave problema, creo que es una situación desafortunada”, comentó.
Lo preocupante es que los hijos de 14 y 11 años de edad de Libia Inés y David están muy tristes por lo acontecido pues su madre les hace mucha falta.
Afortunadamente la familia ha contado con el apoyo incondicional de las amistades y conocidos de la doctora, por lo que están muy agradecidos.
“Lo único que pedimos es que se haga una investigación justa por parte de todas las autoridades que intervienen. Hasta ahora se han acercado con nosotros la Procuraduría General del Estado, Comisión Nacional de los Derechos Humanos y los comandantes militares de la Secretaría de la Defensa Nacional que también están involucrados en el accidente, dijo.
VICTIMAS INOCENTES,
NO DAÑO COLATERAL
En lo que va del año 2011, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tienen documentadas a 47 víctimas fatales de hechos donde se implementó de forma errónea la fuerza pública, informó a Hora Cero, Marat Paredes Montiel, Segundo Visitador General de la dependencia.
En el 2010, agregó, en total se presentaron ante la CNDH, 111 casos de personas inocentes que perdieron la vida a causa de incidentes donde participaron militares.
“Esto quiere decir que en dos años se tienen registrados 158 casos de personas que han muerto en manos de fuerzas castrenses en México, además de todas las víctimas inocentes que han sido lesionadas en diversas circunstancias por el mal empleo de la fuerza pública”, mencionó en entrevista vía telefónica desde la Ciudad de México.
Explicó que en la CNDH no utilizan el término de “daño colateral” ya que los afectados en estos incidentes son víctimas inocentes con nombres y apellido, no una cifra más.
En caso de la doctora Vargas Garay, el entrevistado refirió que la CNDH protege a la afectada, además de que verifica la situación de violación de sus derechos humanos para emitir la recomendación respectiva.
“En estos casos la comisión exige la reparación del daño y que se castigue a los responsables de estos hechos que no deben de repetirse en nuestro país”, indicó.
Como parte de su investigación un director de área, un visitador adjunto y un perito criminalista de la CNDH acudieron a Reynosa a recabar información sobre la actuación del Ejército en este caso.
“El uso de las armas es el último recurso y de ninguna manera se justifica que ante cualquier situación estas sean utilizadas”, expresó.
La CNDH ha efectuado diversas recomendaciones por situaciones similares donde las personas son agredidas por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
“En el caso de Vargas Garay existe una condición peculiar, aquí tenemos que determinar la situación jurídica de los implicados, debido a que el Ejército se transportaba en una patrulla de Seguridad Pública, necesitamos saber si estaban comisionados y cuáles eran las condiciones de la comisión. Todas esas acciones son las que vamos a verificar para determinar quién es la autoridad responsable”, explicó.
Por ello el organismo insiste constantemente en la necesaria capacitación en materia de derechos humanos, sobre todo los cuerpos policiales pero principalmente los de seguridad pública.
“Esto es algo que se repite recomendación tras recomendación que es básica esta capacitación en el uso de las armas de fuego, de la fuerza pública y en general en toda la actividad que realizan estos cuerpos”, comentó.
El funcionario explicó que la ley permite a la Comisión dar seguimiento a las recomendaciones hechas, incluso cuando alguna dependencia se niega a acatarla, se le puede obligar a comparecer ante la Cámara de Senadores para que cumplan con su responsabilidad.
“Para nosotros como organismo es muy importante que se repare el daño, que se castigue a los responsables y que se tomen medidas para evitar que se repitan estos hechos, como lo son la capacitación en materia de derechos humanos”, dijo.
Paredes Montiel explicó que en cuanto se tenga el informe oficial de los hechos por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional y la investigación correspondiente realizada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tanto documental como de campo, la comisión hará el pronunciamiento que conforme a derecho corresponda.
Señaló que aunque se tiene un avance en la defensa de los derechos humanos, falta mucho por hacer, a pesar de ello todas las recomendaciones hechas a la Sedena han sido aceptadas y se ha intensificado la capacitación en materia de derechos humanos.
“Es importante insistir que la CDNH está del lado de las víctimas y en contra el abuso del poder”, puntualizó.
LA AVERIGUACION
Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado han arrojado la presunta responsabilidad de cuatro elementos del Ejército.
El delegado regional de la dependencia, Leonel Lozano Salinas, dio a conocer que al realizar las averiguaciones periciales se determinó que fueron cuatro elementos castrenses los que dispararon en contra de la afectada.
Estos son los cabos de la Policía Militar, Ramón Lara Cámara y Austreberto Saavedra Rosas, además de los soldados de la Policía Militar en funciones de la Policía Preventiva Gonzalo García Martínez y Daniel Hernández Hernández, quienes desde el incidente están concentrados en la Octava Zona Militar.
“Es necesario determinar quién de ellos disparó el proyectil que lesionó a la ofendida, por ello se siguen haciendo las indagatorias, sin embargo, de no reunirse la evidencia necesaria los cuatro elementos serían responsables de este hecho”, mencionó.
Añadió que en el caso tanto la Agencia Segunda del Ministerio Público de la PGJE como el Ministerio Público de la Secretaría de la Defensa Nacional están llevando averiguaciones paralelas.
“De ser necesario conforme a estas dos investigaciones, podrían unirse para contar con una mayor cantidad de datos para esclarecer el caso de la doctora Vargas Garay”, puntualizó.
Explicó que uno de los dos impactos encontrados en la puerta trasera de la camioneta fue el que lesionó a Libia Inés y eso parte de lo que falta indagar, ya que no se ha encontrado la envestidura de la bala para determinar de qué arma se disparó el proyectil.
Al cierre de la edición, el reporte médico de Libia Inés es favorable y aunque no ha salido del área de cuidados intensivos, ha reaccionado favorablemente pues ya despertó de la inducción de sedantes aplicados por los médicos que la atienden.
Su hermano Jorge Eliezer dijo que Libia ya ha comenzado a comunicarse con ellos, lo cual es muy satisfactorio para toda la familia que espera su pronta recuperación.
A pesar de las averiguaciones y de tener identificados a cuatro responsables de los hechos, existen dos pequeños que están a la espera de que su madre se recupere.
Mientras tanto, Libia Inés sigue luchando para restablecerse, a pesar de ello tendrá que esperar algunas semanas para poder regresar a su hogar y abrazar de nuevo a sus dos pequeños hijos.