
A comienzos de junio del año en curso, un tema deportivo destapó una “cacería de brujas” en contra de los productores de carne de res en el país, por el uso de una sustancia conocida como clembuterol, la cual proporciona mayor masa muscular a los becerros de engorda.
Los jugadores Guillermo Ochoa, Antonio Naelson “Sinha”, Edgar Dueñas, Christian “El Hobbit” Bermúdez y Francisco “El Maza” Rodríguez, fueron suspendidos de la Selección Mexicana de Futbol que participaba en la Copa Oro en Estados Unidos, luego de un control antidopaje interno, practicado por la Dirección de Selecciones Nacionales.
El asunto se convirtió en un Trending Topic (como se le dice a los temas más discutidos en la red social Twitter). Las televisoras se “regocijaron” vendiendo el caso de “los dopados”, que hasta ahora sigue ocupando importantes espacios en los medios de comunicación.
Sin embargo, quienes se dedican a la crianza de reses para sacrificio y venta de su carne fueron los más perjudicados, ya que se convirtieron en los villanos de una campaña contra la carne.
Aunque un laboratorio de la Universidad de California (UCLA) -uno de los más prestigiados del mundo-, exoneró a los jugadores, para muchos el daño ya estaba hecho.
En México, el Secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, reconoció la existencia de rastros clandestinos que trabajan fuera de la certificación TIF (Tipo de Inspección Federal).
Por este motivo, el gobierno anunció operativos en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR) para detectar la existencia de rastros ilegales que utilicen clembuterol, que en grandes cantidades puede provocar la muerte de personas hipertensas o con males cardiacos.
Posteriormente, en su visita a Tampico, Villalobos dio a conocer que habrá una pena de nueve años de cárcel a quienes maten, engorden o comercialicen ganado con clembuterol.
CARNE SEGURA EN TAMAULIPAS
Para Gildardo López Hinojosa, presidente de la Asociación Regional Ganadera de Reynosa, en Tamaulipas los consumidores pueden estar seguros de que la carne producida en la entidad se encuentra libre de cualquier sustancia dañina.
“Realmente en nuestro Estado no hay quien use el clembuterol para el ganado. A lo mejor en otras entidades de la República sí, pero en el caso tamaulipeco no nos ha afectado nada este asunto, porque aquí producimos ganado europeo, no necesitamos el uso del clembuterol para darle masa muscular a nuestros becerros”, indicó.
El entrevistado dijo que en otras regiones de la nación se emplean ganados como el Simmental, Indubrasil, Brahman, los cuales en su composición física no lucen tan robustos, por lo cual existen quienes se valen de fórmulas farmacéuticas para engordarlos, empero, consideró que son pocos los productores que recurren a estas prácticas.
“El clembuterol prácticamente es una medicina para humanos, no tanto para el ganado. Desconozco dónde se consiga esta sustancia, pues en Tamaulipas no la manejamos.
“Sé que está en algún polvo o en alguna suspensión líquida y pudiera ser hasta inyectada para el ganado, pero lo que les quiero decir es que al ser humano (el clembuterol) no le hace daño, al contrario, le hace bien.
“Muchas medicinas como el Ambroxol y el Amoxil contienen clembuterol, el cual sirve para abrir las vías respiratorias y es suministrado a personas agripadas o que tienen algún problema con sus pulmones”, agregó López Hinojosa.
Sin embargo, el también comerciante, ganadero y exportador de becerros hacia Estados Unidos, señaló que es incorrecto que dicha fórmula sea utilizada en el ganado, porque a final de cuentas “engañan a la gente” que está comprando la carne.
“Al último lleva mucha agua inyectada, pues el clembuterol infla mucho la carne y al momento del cocimiento esa carne queda en nada, un kilo queda en 800 gramos o menos y el engañado es el consumidor, que es el último que paga los platos rotos”, manifestó.
LA LOGICA VS LAS PRUEBAS
Aunque el ganadero considera que el consumo del clembuterol no resulta dañino para nadie, el 20 de julio pasado la Secretaría de Salud de Aguascalientes reportó 12 casos de intoxicación por el consumo de cárnicos con dicho fármaco.
Francisco Parada Esparza, titular de esa instancia, declaró que los integrantes de dos familias tuvieron un cuadro clínico sugestivo por clembuterol, por lo cual fue presentada una denuncia en las oficinas de Regulación Sanitaria. Las carnicerías fueron identificadas y se procedió a realizar varias pruebas que salieron positivas en hígados de res.
En ese sentido, Gildardo López Hijonosa consideró que se deben comer grandes cantidades de carne infectada con la sustancia en mención para que una persona pueda resultar intoxicada.
“En la medicina las dosis son muy marcadas para los humanos: una toma cada cuatro o seis horas y bueno, son pequeñas dosis y pequeñas cápsulas. Si comiera alguien clembuterol en enormes cantidades éstas sí se quedarían en el cuerpo y sí reaccionaría con una intoxicación, como con cualquier otro medicamento que no se tome a la medida que debe ser.
“Aunque sigo insistiendo que no resultaría ninguna persona intoxicada por comer carne con clembuterol, sobre todo si ésta se cuece al 100 por ciento y si es guisada no tiene ningún problema. Si es a la parrilla y la carne es bien cocida no tiene nadie que resultar intoxicado.
“Se puede dar en algunos cortes de res, que es carne semi cocida, con limón o con vinagre, que pudiera tener alguna dosis de clembuterol, pero no para una contaminación, esto no puede proceder porque es muy poca la sustancia que ingiere el ser humano en caso de comer 200 gramos de carne o 300 gramos, pues no se llegaría a una intoxicación”, subraya.
CARNE DE DUDOSA CALIDAD
Pese a que finalmente los deportistas de la Selección Mexicana fueron exonerados, este tema hizo que la gente se preguntara la procedencia de las reses procesadas de otros países, práctica que, contradictoriamente, el mismo gobierno permite.
“Ahí sí tenemos un grave problema y lo hemos estado manejando ya con la presidencia municipal e incluso con el gobernador del Estado, Egidio Torre, de que no sabemos la procedencia de la carne que está entrando a nuestra entidad.
“Hay muchas tiendas de autoservicio que están trayendo carne de Canadá, de Dinamarca, de Nueva Zelanda, de Estados Unidos; de Nuevo León, de Coahuila, de Sonora y otros lugares y que realmente es carne congelada, almacenada algunas de meses, algunas de años que están entrando al Estado de Tamaulipas sin ningún control sanitario.
“No hay una autoridad competente, más que cuando se procesó la carne en algún rastro; sin embargo, esas carnes tuvieron un congelamiento, un proceso, un empacamiento al vacío y luego estuvieron mucho tiempo almacenadas y luego llega el consumo, es por eso que sí estamos teniendo problemas de que no hay un control de la carne que estamos consumiendo los tamaulipecos”, reiteró el líder de los ganaderos.
Arguyó que: “Los centros comerciales venden carne aparentemente más barata, pero no sabemos cuánto tiene de haber sido sacrificada, porque es carne que se empaquetó en cajas y es carne que se congeló.
“Esta puede durar meses congelada, aunque no es correcto, sino consumirla en la misma semana del sacrificio del ganado, para que la gente coma un producto fresco, sano, que le va a producir energía y a dar proteínas al cuerpo humano”, especificó.
En consecuencia, según López Hinojosa, esta competencia desleal ha provocado que las carnicerías de la región sufran de extinción, a pesar de que consiguen sus productos en el mercado local.
“Son pocas las carnicerías que quedan, alrededor de 25 o 30, cuando antes eran 250 las carnicerías que existían. Es muy importante que la gente sepa que las carnicerías de Reynosa consumen ganado tamaulipeco; matan en el rastro de don Ovidio Gutiérrez y es carne muy fresca:
“Se sacrifica el lunes, el martes se enfría y el miércoles se está poniendo a la venta ya en las vitrinas y para el jueves o viernes esa carne ya no está en el mercado. Es un producto de engordadores locales sin ningún tipo de sustancias, alimentada simplemente con granos, con sorgo, con maíz, con pastura, con forraje, que son de muy buena calidad para el ganado”, destacó.
Añadió que Tamaulipas es el segundo Estado en producción de sorgo de México y por eso no hay necesidad de traer alimento de otras partes de la República para las reses.
“Todo lo producimos aquí. Tenemos muy buenas pacas de rollo, de cuadro, entonces ¿para qué meterle flete a nuestro alimento?, por eso nuestro ganado come lo que debe comer y con lo que debe engordar un ganado con fórmulas debidamente preparadas para los animales”, dijo.
El presidente de la Asociación Regional Ganadera de Reynosa comentó que para tranquilidad de la población, existe una inspección periódica por parte del gobierno federal en el rastro que opera actualmente en esta ciudad.
Los becerros deben presentar arete de origen y con regularidad se les practican pruebas de tuberculosis y de brucelosis, para cerciorarse que el ganado esté sano.
“Sí tenemos quien nos esté checando constantemente y tenemos médicos autorizados en todo el Estado de Tamaulipas y supervisores por parte de la Sagarpa federal, que regula a los médicos de Tamaulipas, para que revisen todos los ranchos y al ganado que se está sacrificando”, explicó.
No obstante, el entrevistado mencionó que a pesar de existir excelente alimento bovino en el mercado local, se sigue importando de otros lugares.
“Por desgracia ahorita la carne que está entrando a Reynosa viene en cajas y procesada en otros Estados y países. Es muy poquita la carne que se consume de productores reynosenses y de productores tamaulipecos. La única empacadora que tenemos local es la Olmo, de don Ovidio Gutiérrez, que está empacando puerco y algo de carne de res.
“De otras empacadoras foráneas no se sabe cuanto tiempo lleva la carne que ya estuvo almacenada, que de alguna forma se congeló, se descongeló y se volvió a congelar, lo cual podría traer sustancias dañinas para el ser humano y pudiera desatarse alguna enfermedad gastrointestinal por el consumo de bacterias.
“Es por eso que estamos peleando en Reynosa para ser punta de lanza y reactivar un rastro que ya existe para que la carne que se consuma aquí sea fresca y de muy buena calidad, sacrificada en tiempo y forma y consumida en tiempo y forma por la población”, pormenorizó.
–¿Qué se tiene que hacer para que se reactive el rastro municipal?
“Invitar a los grandes consorcios y tiendas de autoservicio a que sacrifiquen en este rastro. El rastro no puede operar ahorita porque lo que se sacrifica es muy poco y el nivel de gastos que genera no se cubre con los pocos sacrificios que existen, pero si alguna autoridad competente obligara a las tiendas de autoservicio, que son las que acabaron con las pequeñas carnicerías de la localidad, a que sacrifiquen en Reynosa, bueno pues ese rastro estuviera activo y no necesitara la ayuda de nadie.
“Ahorita afortunadamente don Ovidio se ha sostenido, ha querido ser parte del crecimiento de Reynosa, está operando con números rojos y nos está haciendo el favor todavía de hacer sacrificios en esta ciudad, sino fuera el caos, estaríamos sacrificando en Río Bravo o Matamoros, en rastros municipales insalubres de muy mala salubridad, de muy mala calidad y con una cantidad de bacterias tremendas”, agregó López Hinojosa, quien lleva un año y medio al frente de la Asociación.
SUPERMERCADOS SE DEFIENDEN
Tereso Reyes Martínez, jefe de operaciones de tiendas Smart negó que los productos cárnicos que se ofertan en esta compañía sean dañinos para el consumidor.
“La carne debe pasar con todas las normas de calidad para que no venga con ese tipo de contaminación, que dice Gildardo López Hinojosa. Lleva una inspección antes de ser procesada y vendida”, detalló.
Sin embargo, el entrevistado dijo desconocer de donde procede la carne que se vende en el supermercado para el cual trabaja, aunque reconoció que “es probable” que venga de otros países.
“Nosotros la recibimos de nuestra propia bodega y la inspección al 100 por ciento la lleva la bodega que la recibe primeramente y ya luego nos la envían a nosotros bajo todas las medidas sanitarias.
“Aquí se le da seguimiento a esas medidas, pero todas las pruebas sobre contaminantes la carne que vendemos aquí ya los pasó. Nosotros somos comercial y no tenemos esa revisión tan a fondo ya aquí en la tienda”, comentó.
No obstante, Reyes Martínez mencionó que jamás Smart se ha visto inmiscuida en un problema por carne contaminada.
“Nunca hemos tenido ningún problema de que la gente se haya venido a quejar. No hay casos de esos aquí, porque vendemos calidad. No hemos tenido queja alguna”, reiteró.
Sobre la pregunta de –¿Por qué no se utiliza la carne de los productores locales en las tiendas de autoservicio como Smart?, el entrevistado consideró que porque no es confiable.
“Desgraciadamente por el manejo que pueden tener de algún contaminante, como no tenemos todo el equipo de inspección, nuestra bodega que nos surte se encarga de eso. Es más fácil así. Nuestra matriz está en Monterrey, de donde se distribuye a los diferentes lugares de la República donde estamos representados”, afirmó.
–¿Quién nos puede decir cuánto tiempo tiene la carne de refrigeración?
“El empaque trae fechas de matanza, congelación y empaquetado. Desde que se sacrifique el animal no se cuanto tarde en llegar a la tienda.
“Las revisiones que tenemos aquí son semanales sobre los productos que procesamos, vienen a revisarnos personal de la misma compañía.
“Puedo decir que la carne que manejamos viene libre de clembuterol,”, agregó el trabajador, quien indicó que se ha mantenido la venta de este alimento a pesar de todo el revuelo que causó el tema de los dopados.
Dijo: “El clembuterol no es dañino, da volumen, aunque todo en exceso sí puede causar problemas”.
Pero cabe decir que estudios demuestran que los efectos a largo plazo por el consumo de clembuterol están relacionados con problemas cardiacos, por lo que en algunas naciones ha sido prohibido para el uso humano y restringido para la ingesta de los animales. Sólo se suministra a personas con problemas de asma y respiratorios.
México es uno de los países donde el clembuterol se vende de una forma aislada o combinada con medicamentos, como el ambroxol, que sirve para eliminar las flemas. Se vende en las formas farmacéuticas de solución o tabletas, de acuerdo a la Secretaría de Salud Federal.
Los efectos adversos son taquicardia, palpitaciones, náuseas, nerviosismo, inquietud, temblores, vómito, dolor de pecho, boca seca; aumento de presión sanguínea y calambres musculares, entre otros síntomas.
En la veterinaria su uso es aplicado mundialmente para el tratamiento de alergias en caballos, conocido comercialmente como Ventipulmín.
Según los especialistas los residuos de clembuterol pueden afectar a los seres humanos que ingieren carne o hígado de animales a los que les ha sido suministrada esta sustancia, tal y como sucedió en el mes de julio en Aguascalientes.
DESAPARECEN CARNICERIAS
Juan Carlos González, encargado de la carnicería Las Huastecas, localizada sobre la avenida Río Purificación, aseguró que se dedica a este trabajo por una tradición familiar que comenzó en la década de los 40, aunque ahora su actividad se está viendo amenazada por los conglomerados comerciales.
“Han bajado mucho las ventas de carne, antes vendía ocho canales (reses) por semana y ahorita vendo uno o dos en el mismo lapso. También vendía barbacoa los domingos y ahora ya no se ha podido, todo esto debido a una combinación de factores.
“De cuatro o cinco años para acá se ha desplomado este trabajo a comparación de años anteriores. Ya no es negocio tener una carnicería y luchamos por mantenernos, son pocas las que quedan y por desgracia considero que van a seguir cerrando”, lamentó.
Este carnicero conoce muy bien el motivo que lo ha llevado a vivir días angustiosos con el oficio de sus padres y abuelos.
“Lo que sí les puedo decir es que a causa de las tiendas grandes, sin decir nombres, las carnicerías se han estado acabado”, dijo.
Recomendó a la población comprar en carnicerías, pues así se asegurará de llevar hasta su mesa alimento fresco y nutritivo.
“Manejamos carne fresca y de la región. Se mata, se refrigera y al siguiente día ya está en el mostrador, aunque la gente se va más sobre el precio, porque es más económica la carne del supermercado, pero a veces no sabe en realidad lo que se está comiendo. Ellos dicen que es carne, pero quien sabe qué carne es y que contiene”, sopesó.
Recientemente la Asociación Nacional Antidopaje de Alemania advirtió a los deportistas de su país que consumir carne contaminada con esteroides podrían causarles problemas en las pruebas clínicas y les recomendó ser muy cuidadosos en sus viajes a México, que asegura, tiene mayor clembuterol que en China, luego de que varios viajeros dieron positivo al regresar a Alemania procedentes de América.
En resumen, tanto los carniceros, como los centros comerciales de Reynosa aseguran que sus productos no tienen sustancias dañinas para el ser humano. Lo cierto es que el consumidor tiene las opciones sobre la mesa y al final la decisión de lo que come o no, es suya.