El crecimiento de población trae, por ende, el aumento del parque vehicular, exigiendo una mayor infraestructura en cuanto a puentes peatonales se refiere. La carencia de estos, su mala ubicación, el mal estado en el que se encuentran y la dificultad para tener acceso a ellos dificulta y pone en peligro de las personas que no cuentan con un automóvil. Esto, aunado, a que para los discapacitados y personas de la tercera edad se convierten en un paso prohibido.
Los que hay en la ciudad son pocos y muchas las arterias vehiculares en las que los peatones tienen que sortearse la vida.
A pesar de ello, los puentes son mínimamente utilizados por la ciudadanía, justificando su inseguridad y lo problemático que son para accesarlos.
UNA MALA COSTUMBRE
La falta de tiempo, la flojera de subir tantas escaleras y el miedo a ser asaltados son algunas de las principales excusas para no utilizar los puentes. Personas con problemas respiratorios o de otra índole aseguran que su enfermedad es el motivo por el que evitan usar estos accesos.
Ignorarlos, a pesar del peligro que corren, es una mala costumbre que ha puesto en práctica la ciudadanía.
Las autoridades municipales -en este aspecto- no han podido hacer nada al respecto, simplemente se han dedicado a hacer conciencia entre la población, con el fin de evitar accidentes que pueden ser fatales.
Obviamente, la mayoría de los accidentes por atropellamiento se generan en puntos donde regularmente hay una importante circulación de vehículos y de tráfico de transeúnte, como son las áreas de los parques industriales.
Es por ello que, luego de un estudio realizado por el municipio, tomaron la determinación de instalar puentes peatonales en esos sectores, para que los trabajadores de las maquiladoras puedan trasladarse de un lugar a otro sin mayor problema.
El director de Tránsito y Vialidad, Julio César Quesada León, informó que lamentablemente no existe un una ley o reglamento para hacer obligatorio el uso de los puentes y sancionar a aquellas que hagan caso omiso de estos.
Quesada León habló de la posibilidad de sancionar a las personas que no utilicen estas vías para cruzar de un lado a otro, como se hace en diversas partes del país.
“No se trata de sanciones monetarias, ya que no toda la gente tiene posibilidades económicas y no queremos lastimar sus bolsillos, pero pudiera ser que se aplicara una sanción en beneficio de la comunidad, como es limpiar alguna plaza, recoger basura, ayudar a una escuela a pintar aulas… En pocas palabras, hay muchos lugares que necesitan ayuda y que, de cierta manera, se puede ayudar con ello”, consideró el director de Tránsito.
Precisó que este tipo de acciones le harán un bien a la comunidad, además de darles el uso adecuado.
Reiteró que es una inconciencia no utilizarlos, sobre todo si se sabe el riesgo que se corre.
El funcionario manifestó que, contrariamente, hay personas que se les han acercado a las autoridades para solicitar la construcción de pasos peatonales elevados.