Sin duda uno de los eventos más espectaculares que existe en el deporte es la llamada Serie Mundial de Ligas Pequeñas, que año con año se celebra en Williamsport, Pennsylvania.
Basta ver la inmensa cantidad de ligas afiliadas a este organismo en todo el mundo, para muchos, y coincido con esa apreciación, la liga mejor organizada del mundo, incluso más que la misma NFL que es la liga económicamente más poderosa, más que la FIFA la MLB o la NBA, ya que además de las mil 500 ligas afiliadas en todo el mundo, tiene la tarea titánica de guiar el proceso de eliminación que llevan los 16 equipos que ahí participan.
Muchos años fueron cuatro equipos, después subió a ocho y fue en el año 2000, justamente cuando a México se le dio un lugar y ya no se eliminaba más con el resto de los países de Latinoamérica, que aumentó a 16 equipos.
Pero siempre es bueno conocer un poco de la historia de este importante torneo mundial que está dirigido a niños entre 11 y 13 años. Se inició en 1947 con solo equipos de ese estado, Pennsylvania y en 1953 ya se hizo nacional con equipos de todo el país. En 1957 tuvieron al primer invitado de otro país que fue México, quien ganó el campeonato y eso se dio incluso por partida doble ya que ganamos la edición de 1957 y luego la de 1958, con aquellos niños campeones de la Liga Industrial de Monterrey.
Qué curioso, pero también un mexicano fue el primer jugador no norteamericano en ganar un título de bateo y fue el veracruzano Beto Ávila en 1954 con los Indios de Cleveland, creo que algo hacemos bien en el Beisbol que no se hace en otros deportes en nuestro país.
Posteriormente, México volvió a ganar la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en 1997, pero tuvieron que pasar 49 años para que los de Guadalupe N.L., Vaqueros de Linda Vista, lo volvieran a hacer.
Yo creo que todos recordamos aquel sexto inning de ese juego decisivo, donde nuestros peloteritos iban perdiendo 4-1 y no solo eso sino que los llevaban sin hit… ¡increíble!… pero de repente de la banca surgió un grito, que se hizo famoso en todos los deportes y en todo el mundo, más alla de los deportes: el “Sí se puede!!, Sí se puede!!!”
Y ese grito parece que fue la inspiración de los muchachos y vinieron de atrás con aquel jonrón inolvidable de Gabriel Álvarez para empatar el juego y luego ganarlo ante el regocijo de todo un país, un país siempre necesitado de triunfos y éxitos. Ya hace 20 años de esa gran hazaña y creo que es tiempo de que lo volvamos a hacer con un equipo bien balanceado y muy bien dirigido por el ex jugador de los Broncos de Reynosa, Manny Espinoza, quien ha hecho un gran trabajo.
Es muy importante que trabajen mucho en la parte mental de los niños, aunque se comportan con mucho temple en el terreno de juego, necesitan reforzar esa parte para no perder la concentración y dejar atrás ese estigma de que los mexicanos no estamos preparados para las grandes cosas, para los grandes triunfos.
Reynosa, nuestra atribulada ciudad, necesita más que nunca buenas noticias, necesita unirse y apoyar a estos chamacos, ya que por ellos no va a quedar. Aunque es una competencia muy difícil, tienen con qué salir avante y cambiar la historia.
Basta rememorar aquel año 1957, que nos demuestra que cuando queremos sí podemos; cuando un jovencito Ángel Macías, (que, por cierto, después jugó beisbol profesional en Reynosa), con un equipo magistralmente dirigido por César L. Faz, paralizó a toda la ciudad de Monterrey para escucharlo lanzar un juego perfecto (23 de agosto de 1957), hazaña que nunca se ha repetido (juegos sin hit ni carrera -que es diferente- ha habido muchos, pero perfecto solo uno), para traer así el primer campeonato para México, pues así debe meterse esta ciudad y volcarse en apoyo de los de la Kelly, que más que nunca lo necesitan.
Está en ellos hacer las cosas que saben hacer dentro del terreno, repito con mucha concentración, y está en nosotros los reynosenses seguirlos y apoyarlos de muchas formas.
Ahora solo falta esperar al próximo 17 de agosto para que se cante el play ball en el legendario estadio Howard Lamade y arranque la edición numero 70 de este torneo.
¡Vamos, Reynosa!… ¡Vamos, México!