
Normalmente una niña de entre los nueve y diez años debería de pasar el tiempo jugando y cumpliendo con sus deberes y tareas, sin embargo en Reynosa algunas menores de edad se están convirtiendo en madres.
Una pequeña de nueve años de edad normalmente invierte su tiempo en pasear en bicicleta, jugar con sus amiguitas o incluso imaginar que es una mamá que cocina y cuida bebés, lamentablemente en esta frontera niñas de esa edad están cambiando las muñecas de plástico por los de carne y hueso, enfrentándose a una cruda realidad por la falta de orientación sexual.
En el Hospital General de Reynosa “José María Cantú” actualmente se tienen registrados dos casos de niñas de nueve años que se han convertido en madres no por un abuso sexual, sino porque deseaban saber que se sentía tener relaciones sexuales.
La situación es preocupante ya que en este nosocomio son atendidas mensualmente un aproximado de cien madres adolescentes con edades que oscilan entre los nueve hasta los diecisiete años.
Uno de estos casos es el de “Keyla” (a quien llamaremos así para proteger su identidad), esta niña que recién cumplió diez años y dio a luz a una pequeña bebé en los primeros días de agosto.
“Keyla” inició su gestación a los nueve años, edad en la que comenzó su vida sexual activa con un niño de 12 años.
Cabe señalar que “Keyla” no fue abusada sexualmente, ya que ella misma comentaba a los médicos que la atendieron que deseaba saber que se sentía tener relaciones sexuales, argumentando que fue una decisión que ella misma tomó.
Ahora “Keyla” y su pareja enfrentaran la vida de otra forma dejando a un lado los juguetes y la educación para hacerse responsable de un nuevo ser.
Otro caso que actualmente está siendo tratado en el Hospital General es el de “Sarita” que en los próximos días dará a luz a su primogénito.
La pequeña que estudiaba la primaria acaba de cumplir apenas diez años en días recientes, ahora ante esta situación muchos de sus sueños serán truncados.
“Sarita” se enfrenta a una realidad que para su capacidad mental es inadmisible. Ya que no alcanza a comprender como es que se embarazó y que está próxima a traer a este mundo a un pequeño bebé, que es producto de una relación fortuita.
Los médicos que la atienden dicen que la menor se encuentra atravesando una crisis psicológica al no comprender que pronto se convertirá en madre y tendrá un hijo con apenas diez años de edad.
MADRES PREMATURAS
Según las estadísticas en Tamaulipas, anualmente se registran más de cinco mil partos de menores de 18 años de edad, por ello el Sector Salud está preocupado ya que las madres prematuras no están preparadas para serlo, por lo que esos bebés tienen un mal pronóstico para su futuro.
La coordinadora de Medicina Preventiva en el Hospital General de Reynosa, Josefa López Rivera, señaló que siempre se han registrado casos de adolescentes embarazadas, sin embargo, lo más impresionante es que cada día estas historias son más frecuentes y sus protagonistas mucho más menores.
“Tenemos chiquitas que a nuestros ojos son muy pequeñas, que ni siquiera terminaron su educación primaria y que sus parejas también son unos niños”, mencionó.
En estos casos la pareja de menores se enfrenta a la realidad de que a su corta edad ya tienen la responsabilidad de una nueva vida, desconociendo todo lo que esto conlleva.
Por ello la entrevistada resaltó la importancia de la comunicación entre padres e hijos desde edad temprana para tratar de evitar estos sucesos.
“Los padres deben de apoyar a sus hijos para que sigan estudiando, ya que algunos que se convierten en padres a edades muy tempranas, ni siquiera terminaron la educación primaria. Mi pregunta es cómo van a mantener a una criatura y cuáles van a ser sus probabilidades de desarrollo en un futuro”, apuntó.
La funcionaria indicó que algunas veces los padres quieren dejar la responsabilidad de la sexualidad a las escuelas, sin embargo, para cuando les hablan de planificación familiar y educación sexual, estas niñas ya están embarazadas.
Es importante que desde niños comprendan que la sexualidad es un compromiso y que el traer un hijo al mundo no es cualquier cosa.
“Los padres deben de decirles e inculcarles a sus hijos, por muy fuerte que se escuche que si van a tener relaciones sexuales deben de utilizar preservativo para evitar embarazos no deseados o responsabilidades de esta magnitud”, aseveró.
LAS CONSECUENCIAS
Diversas son las consecuencias a las que se enfrentan las madres-niñas ya que todavía no tienen el desarrollo físico y mental, por ello muchos de los embarazos que se están presentando a muy temprana edad ponen en riesgo la vida de las jóvenes.
López Rivera enumeró las consecuencias de tener un bebé a una temprana edad ya que el cuerpo de la mujer –en este caso de la niña– no está cien por ciento desarrollado.
A esa edad sus órganos y su cuerpo apenas está empezando su desarrollo como adolescente, existen niñas-madre que a los diez años apenas se les están desarrollando sus glándulas mamarias y con un bebé ya tendrán que dar lactancia materna.
Asimismo, explicó que la pelvis de una menor no está apta para expulsar un producto mediante un parto natural, sino que se exponen a forzosamente practicar una cesárea, lo cual también es riesgoso a su edad.
Otro factor es que no solamente la vida de la madre está en peligro sino también la del bebé, por la preeclampsia (intoxicación del embarazo) o eclampsia (intoxicación del embarazo con convulsiones).
Además, argumentó, en el embarazo prematuro se pueden presentar cuadros hemorrágicos y enfermedades de transmisión sexual como sífilis o VIH SIDA, lo cual puede ser congénito para el producto o afectar en malformaciones congénitas.
En estos casos la madre prematura puede padecer de anemia, y complicaciones a la hora del parto, mientras que el bebé puede sufrir desde ceguera, parálisis cerebral, epilepsia, problemas en su desarrollo y retraso mental.
Aunadas a complicaciones obstétricas por toxemias del embarazo, abortos provocados por la incapacidad del organismo inmaduro para retener el producto, puede generarse un parto prematuro, parto prolongado y difícil o la muerte durante el mismo, entre otras.
¿QUE ESTA PASANDO?
La psicóloga del Hospital General de Reynosa, Dora Moreno, explicó que en la actualidad se está observando que a una edad exageradamente temprana comienzan a tener relaciones sexuales.
Por ello recomendó a los padres de familia poner gran énfasis en la educación y los valores que se imparten a los hijos.
“Es obvio que no vamos a estar las 24 horas al pendiente de los hijos, sin embargo la educación que aprenden desde el hogar con valores es fundamental para evitar este tipo de problemáticas”, comentó.
Es de suma importancia enseñar a los hijos a ser responsables de todos sus actos y de su cuerpo, porque con ello tanto el niño como la niña aprenderán a darse a respetar con todos.
“Es indispensable enseñarle a nuestros hijos a poner límites y también mostrarles que hay una etapa para cada cosa que se debe de ir viviendo”, expresó.
Otro punto necesariamente importante, dijo, es hablar de sexualidad y de la paternidad y maternidad responsable para que sepan las consecuencias que conllevan a iniciar la vida sexual a temprana edad.
El tener un hijo a tan temprana edad genera disfunción familiar ya que comúnmente son niñas o niños que no se mantienen solos por lo que tienen que vivir con los padres para que solventen sus gastos, dijo.
“Todo esto conlleva a problemas y a que la unión de pareja no funcione por la inmadurez e incapacidad económica para sostener una familia. Regularmente son relaciones que no tendrán un final feliz ni duradero y se generan las confrontaciones entre las familias de ambos”, comentó.
Ahí comienza la disfuncionalidad que además va provocando violencia intrafamiliar, desatando con ello diversas eventualidades que desencadenan problemáticas sociales que se padecen día a día.
“Los valores son fundamentales en este tipo de casos, aunque suene trillado, debemos de enseñar a nuestros hijos la importancia que vivan cada etapa de sus vidas, pero esto debe de ser desde pequeños, no se puede hacer ya de grande cuando ya se tiene el problema”, puntualizó.
La psicóloga agregó que otra problemática es cunado los niñas y niños son precoces lo que conlleva a los embarazos a tan temprana edad.
“Un factor que no debemos dejar es que algunas veces la familia reside en un solo cuarto por lo que los menores están expuestos a observar el comportamiento de los padres sexualmente hablando o se presentan abusos en la infancia, lo que provoca el despertar de la sexualidad en los menores”, mencionó.
Y añadió: “También el gran bombardeo de escenas eróticas o sexuales que abundan en la televisión y en Internet, a las cuales los menores tienen acceso sin restricción alguna, lo que va despertando la curiosidad en los niños desde temprana edad”.
ORIENTACION
En el Hospital General de esta frontera se ofrecen pláticas mediante el “Club de la Adolescente Embarazada”, que realiza una reunión cada mes con las pacientes que están próximas a tener a sus hijos.
En esas pláticas se les ofrece orientación en los cuidados hacia los bebés, cuales son los primeros signos de alarma para acudir al médico, la lactancia materna, planificación familiar, entre otras, ante la inexperiencia y el desconocimiento de las menores.
La doctora destacó que una de las problemáticas a las que se enfrentan es cuando abordan el tema de planificación familiar, ya que las pacientes de corta edad no lo conciben, ya que ellas se sienten niñas cuando en realidad ya son mujeres.
“La mayoría de las adolescentes cuando egresan del nosocomio no aceptan ningún método para la planificación familiar, porque no se ven como adultas tomando anticonceptivos. En ocasiones sus propias mamás rechazan que sus hijas sean usuarias de métodos de planificación porque ellas las ven como niñas, pero si la niña ya tuvo un bebé fácilmente tendrá otro en un año”, dijo.
López Rivera recordó el caso clínico de una joven de 24 años que está siendo atendida en este hospital ya que en los próximos meses traerá al mundo a su séptimo hijo.
“Nuestra paciente comenzó muy pequeña a tener hijos y ha ido uno tras otro, por ello la importancia de la utilización de los métodos anticonceptivos”, dijo.
Es de suma importancia otorgar a las niñas y niños la orientación sexual y generar la confianza para evitar que se repitan estos casos de madres-niñas, ya que sus vidas dan un giro de 360 grados.
El dilema psicológico para estas pequeñas es ser madres o niñas que tendrá que educar a otro niño, sin saber realmente el significado de la maternidad por la falta de asimilación ante esto, además de no contar con la preparación física, emocional y psicológica para ser madres prematuras cuando apenas son unas niñas.