Adolfo Yepez García es jubilado desde hace poco más de quince años. Desde que se retiró de una dependencia de gobierno su pensión había rendido lo suficiente como para terminar de pagar los estudios universitarios de su hija y vivir con ciertas comodidades.
Además de su mensualidad, don Adolfo contaba con el ingreso extra de tres viviendas que rentaba en Ciudad Victoria, un dinero que siempre lo sacó de apuros en tiempos de crisis. Pero los últimos dos años, lejos de ser una ganancia, las casas de renta se han convertido en una dura carga para el padre de familia quien se ha visto abrumado por los impuestos que tiene que pagar ante la Secretaría de Hacienda.
Aunque nunca ha tenido grandes ingresos, Yepez García se encuentra registrado ante el fisco desde 1980 como arrendador, sin embargo, desde que se comenzó a aplicar el Impuesto Empresarial de Tasa Unica (IETU) a todos los contribuyentes, don Adolfo ha tenido que pagar más de lo que le reditúan las casas de renta e incluso más que su pensión.
Y es que el aumento del pago de impuestos ha sido estratosférico para este jubilado, pues de mil 119 pesos que pagó por el ejercicio fiscal 2007-2008; ahora está obligado a pagar poco más de siete mil pesos.
Pero su sorpresa no quedó ahí, según el reglamento de la Secretaría de Hacienda el jubilado ahora paga 16.5 por ciento de IETU, pero el siguiente año tendrá que pagar 17 por ciento más y para 2010 la carga tributaria del mismo impuesto será de 17.5 por ciento motivo por el cual ha considerado seriamente la posibilidad de vender sus propiedades y vivir de lo que le quede los últimos años de su vida.
“Me están orillando a decirle a los renteros que me desocupen las casas, porque es más lo que pago que lo que me queda. La renta la cobro a veces en dos mil setecientos o tres mil porque a veces los renteros se me van y se me quedan las casas solas, y no es constante lo que uno saca. Con la pensión no me alcanza, estas rentitas eran una ayuda pero con este impuesto ya no me conviene”, dice el entrevistado.
El descontento del jubilado no es sólo el alza de impuestos, sino la poca motivación que las autoridades fiscales dan a los contribuyentes, pues en su opinión siempre son los mismos los que pagan.
“Desde 1987 siempre he estado al corriente con mis pagos, porque no me gusta tener problemas con Hacienda ni con ninguna autoridad. Ahora si la Secretaría de Hacienda pusiera inspectores para que chequen todas las casas de renta, se darían cuenta que más del cincuenta por ciento no está registrado y los que estamos registrados llevamos las de perder.
“Estos impuestos me orillan a mejor no rentar las casas porque paga uno mucho. Ahorita estoy buscando mejor venderlas porque con estos impuestos no la hace uno, el IETU y el predial, pago cerca de 800 pesos de predial es mucho y muy alto aunque sea anual”, se queja don Adolfo.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, rezan las Sagradas Escrituras en relación al pago de impuestos, pero gracias a la crisis económica que se vive desde hace poco más de cuatro meses, este mandato se ha vuelto muy difícil de cumplir para miles de contribuyentes que se encuentran registrados ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Contrario a las medidas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, –quien ordenó recortes de impuestos para el 95 por ciento de los ciudadanos esperando con ello hacer frente a la peor crisis financiera que se ha presentado en 60 años–, las autoridades fiscales de México, se han negado a la reducción de la carga impositiva para el ciudadano promedio, mucho menos a la eliminación de pagos fiscales.
La medida adoptada por el presidente de la nación más poderosa del mundo obedece a un plan de rescate financiero promocionado durante la campaña electoral de Barack Obama, en el que se establece el recorte de impuestos como una forma para impulsar el consumo de los estadounidenses y reactivar la economía.
De esta manera, los ciudadanos americanos no sólo verán reflejada la reducción de impuestos en sus salarios, sino que el paquete de estímulo económico de 787 mil millones aprobado por el Congreso Norteamericano, contempla gastos en infraestructura federal y recortes de impuestos con lo cual se espera generar más de 3 millones de nuevos empleos.
Con el plan de rescate financiero adoptado en Estados Unidos, las familias “promedio”, tendrán por lo menos 65 dólares libres a partir del primero de abril de este año.
Sin embargo, planes financieros como el anterior son sólo un sueño para los mexicanos, quienes conforme pasan los meses del presente año ven cómo se recrudece la situación económica y el poder adquisitivo de las familias mexicanas se reduce, no así los impuestos.
Así lo viven contribuyentes como el señor Adolfo Yepez García, quien en los últimos dos años ha visto cómo decrece su economía al devaluarse la moneda y aumentar los pagos tributarios.
EN MEXICO SE PAGA POR TODO: GONZALEZ KARAM
Para economistas como Alberto González Karam, presidente del Colegio de Economistas de la zona norte, la población vive una triste, pero cierta realidad, simplemente paga por todo, ya que todas las actividades productivas, así como el poseer bienes y propiedades e incluso ahorrar en algún banco del país, generan contribución tributaria.
“Si queremos producir tenemos que pagar impuesto sobre productos y servicios, si queremos consumir tenemos que pagar el impuesto al valor agregado; si queremos comprar un automóvil tenemos que pagar el impuesto sobre automóviles nuevos, además de la tenencia y las placas que constantemente se tienen que renovar.
“En caso de tener una propiedad se tiene que pagar un impuesto directo a los municipios y conforme crece la vivienda va creciendo progresivamente el impuesto, si queremos ahorrar, tenemos que pagar impuesto en el banco. Los mexicanos tenemos que cubrir toda esta clase de contribuciones a parte del impuesto empresarial de tasa única”, indicó.
Según dice el economista, la mejor manera de combatir la crisis económica que se vive es bajando la carga impositiva.
“En este momento estamos a punto de llegar a una situación muy similar a la de Estados Unidos, donde la mayor parte de la población ha ido creciendo el desempleo, va a llegar un momento en que se presentará una paralización de la producción y al tener una mayor cantidad de personas desempleadas, provocará que se genere una contracción de la demanda, donde no va a incrementarse la producción ni la oferta ni el consumo de la población, por lo que tendrían que tomarse medidas anticipadas que son precisamente bajar toda esta gama de impuestos que pagamos todos los trabajadores y el sector público”, afirma González Karam.
Esta medida (que ya se implementó en Estados Unidos y otras economías) es la más viable para reactivar una economía, principalmente en la región fronteriza donde desde Matamoros hasta Nuevo Laredo, se ha incrementado el desempleo.
Y agrega: “Necesitamos tomar este tipo de medidas anticipadas como empezar a reducir la carga impositiva que tienen los trabajadores para poder reactivar la demanda y que el ciclo de la economía tienda a establecer un equilibrio; de lo contrario nos entramparía por un tiempo bastante prolongado que no convendría a la economía”.
González Karam aseguró que se tendría que considerar el bajar los impuestos que se cobran al trabajador, por la duplicidad que existe de éste gravamen, pues sumado al Impuesto Sobre la Renta que se paga a la Federación (por trabajar), al Estado de Tamaulipas se paga el 2 por ciento sobre Nómina.
“Se tienen que tomar decisiones si queremos generar mayores empleos, estables y poder incrementar el consumo de las economías domésticas, lo que tenemos que hacer es no cargar tanto impuesto a quienes están produciendo, trabajando y que no tienen las posibilidades de consumir, la única forma es ir reduciendo la carga impositiva de los trabajadores.
“De esta manera, los empresarios y productores conservarían el empleo y los propios trabajadores tendrían mayores recursos provenientes de su salario para consumir”, establece.
Y es que no sólo el poder adquisitivo del trabajador se vería beneficiado, la reducción de impuestos también ayudaría a atraer inversiones extranjeras que generarían más empleos.
Pero aunque la reducción de tributos sea la opción más acertada, no es algo que se haya contemplado en el país, pues involucra que tanto la Federación, como los Estados y municipios, dejen de percibir contribuciones.
“La reducción de impuestos no es una decisión unilateral de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, aquí interviene la Cámara Baja y la Cámara Alta y obviamente la legislatura de cada Estado, como en el caso de la doble tributación que hacemos por trabajar. Para poder consensar a todos ellos se requiere de tiempo y poder determinar ambas Cámaras, tanto la federal como las locales que la medida que debemos de tomar es precisamente una reducción de las tasas impositivas excesivas que se tienen a nivel nacional”, dice González Karam.
INVITAN A REPORTARSE CON “LOLITA”
Con todo y la crisis, Gabriela Loera, sub administradora de Cumplimientos de los Contribuyentes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, afirma que la dependencia federal no ha visto disminuida la afluencia de contribuyentes, sobre todo las personas físicas que de manera mensual deben presentar su declaración de impuestos y aunque no ha bajado el número de contribuyentes, la percepción por usuario sí se ha visto en descenso.
“Con nosotros no ha disminuido la afluencia los contribuyentes siguen siendo cumplidos a presentar su declaración, aquí el detalle es que el ingreso ha disminuido y los gastos han aumentado. Pero independientemente, tienen que declararse aunque sea en ceros, se tiene que cumplir con la obligación, no te puedo dar datos exactos en cuanto a percepciones, pero el contribuyente sigue cumpliendo con su obligaciones fiscales aunque la percepción sea más baja.
Explicó que en el caso de que algún usuario no pueda cumplir con sus pagos existen opciones a donde recurrir, pero el contribuyente debe esperar al cambio de ejercicio fiscal para realizar pagos en parcialidades.
“Es muy conveniente que el contribuyente vea su situación, si tiene más gastos que ingresos, realmente no va a pagar, pero debe cumplir con la obligación de acercarse, nosotros los invitamos al cumplimiento.
“Si tienen retrasos en ocasiones los invitamos al requerimiento donde les solicitamos la presentación de la declaración ya cuando sucede esto implica una sanción, porque la autoridad te está invitando a que cumplas.
“Hasta el momento no se nos ha presentado el caso de un contribuyente extremadamente grave que no pueda cumplir con sus obligaciones, regularmente han presentado declaraciones en ceros, pero el contribuyente sigue cumpliendo”, expresó Loera.
La sub administradora de Cumplimientos de los Contribuyentes comentó que en esta región siempre se ha tenido buena respuesta de los usuarios.
“Esperamos mucha afluencia, no percibimos que por la situación actual vaya a disminuir el flujo de contribuyentes, porque en caso de que haya habido pagos, ya se realizaron en el transcurso del año en caso de que se genere un saldo a favor, es por eso que esperamos la misma afluencia para este año o incluso esperamos que aumente”, precisó.
Asimismo, la funcionaria invitó a la ciudadanía a acercarse a la Secretaría de Hacienda y recibir la asistencia gratuita que la dependencia les ofrece o acercarse a través de la página su portal de Internet www.sat.gob.mx o en el teléfono: 01 800 463 67 28.
Mientras tanto usuarios como Adolfo Yepez ya decidieron que este será el último año que pague impuestos como arrendador, pues prefiere deshacerse de su patrimonio a continuar pagando el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el predial, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Empresarial de Tasa Unica (IETU).
Con semblante resignado comenta que por esta vez pagará los poco más de siete mil pesos de IETU, más todos los demás impuestos que se agregan, pero buscará la manera de vender las propiedades que ya no le generan ninguna ganancia.
“Es injusto. Estoy de acuerdo que se paguen impuestos porque el gobierno tiene que salir con todos los gastos que tiene pero que sea una cosa moderada. Yo le pediría a las autoridades que hicieran una encuesta o un análisis, para cada uno de los arrendadores para que vean quien está capacitado para pagar estos impuestos, que hagan un avalúo de cada propietario de casas para que vean la necesidad de cada uno, es algo que nos afecta porque unos tienen mucho dinero y otros no tenemos”, finalizó.