
Sin presencia de altos funcionarios del Estado de la estrella solitaria y con el apuro de recuperar los más de 100 millones invertidos en la infraestructura –sólo en el lado americano– las autoridades de los ciudades de Mission, Granjeno, Hidalgo, McAllen y Reynosa inauguraron el nuevo Puente Internacional Anzaldúas.
Diciembre, el mes que registra un mayor repunte de ventas en el Valle de Texas fue elegido estratégicamente por las autoridades texanas para abrir las operaciones del nuevo cruce internacional, esperando que al entrar en funcionamiento el incesante flujo de consumidores mexicanos, encontrara una nueva alternativa para internarse a los Estados Unidos y con así elevar la economía de la región.
Por ello ante la presencia de los mayores (alcaldes) de las ciudades texanas de Mission, Granjeno, Hidalgo y McAllen y del alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez, como invitado especial, el pasado 15 de diciembre se llevó a cabo el arranque de operaciones del Puente Internacional Anzaldúas, también conocido como Reynosa-Mission que comunica a la comunidad texana con el poniente de la ciudad.
La incipiente llovizna que sorprendió a los asistentes a la ceremonia y no contó con la presencia de altos funcionarios del Estado de la estrella solitaria, ni de la federación de la Unión Americana.Sin embargo, esto no impidió que los ediles de las cinco ciudades se reunieran para realizar un sencillo acto conmemorativo del inicio de actividades de la obra más importante en los últimos años, con un costo superior a los cien millones de dólares, sólo en el territorio estadounidense.
Tras el corte del listón adornado con los colores de la bandera norteamericana, los alcaldes de las comunidades representadas expresaron sus expectativas de la nueva infraestructura para la región.
Al hacer uso de la palabra, el alcalde de Reynosa vaticinó un buen futuro económico para la región fronteriza, tras la inauguración de Puente Anzaldúas.
“Nos da mucho gusto participar de este hecho histórico para la región, donde no tenemos la menor duda que el puente Reynosa-Mission será una palanca del desarrollo industrial, comercial que fortalecerá la relaciones económicas en los dos países.
“Lo más importante de la inauguración de este puente es que permitirá el crecimiento tanto del valle del sur de Texas como del poniente de Reynosa, en un área que crecerá de manera planeada y generará una gran cantidad de oferta y nuevas posibilidades de desarrollo económico”, opinó el edil.
Por su parte Norberto Salinas, mayor de Mission, resaltó el trabajo en conjunto que realizaron las autoridades de México y Estados Unidos para cristalizar la obra que se tenía planeada desde hace casi veinte años.
“Este es un día muy especial, por fin el puente ha sido terminado”, comentó Salinas.
Agregó que al facilitarse el acceso a los Estados Unidos provocará un mayor flujo de visitantes provenientes de Nuevo León y otros Estados del interior del país.
En ese mismo orden de ideas, el representante de la ciudad de Hidalgo, John David Franz, añadió que la relación bilateral entre las ciudades involucradas mejorará tras la apertura del Puente Anzaldúas, el cual es un ejemplo de unidad entre las ciudades fronterizas de Tamaulipas y el valle del sur de Texas.
“Este puente llega en un momento oportuno, pues mientras en Washington, están hablando de levantar paredes, nosotros hablamos de construir puentes”, fustigó el alcalde de Hidalgo.
EXPECTATIVAS ECONOMICAS
Si bien la ciudad de Mission será la que reciba a los miles de usuarios que se esperan lleguen a la región en este temporada decembrina, las ciudades de Granjeno, Hidalgo y McAllen, también se verán beneficiadas con el flujo de turistas.
Al menos así lo esperan los ediles de estas comunidades quienes consideraron que los turistas mexicanos tendrán más opciones para trasladarse a Estados Unidos y disminuirán su tiempo de espera en los puentes internacionales.
De hecho la ciudad de Mission ya se prepara con diferentes tiendas comerciales que se han apostado a unos cuantos minutos del cruce internacional.
“Lo más importante es que se va a desarrollar más la región y eso beneficia a las comunidades. Vamos a recibir más gente aquí al sur de Mission y nosotros somos vecinos, es algo bueno porque lo que es bueno para la región es bueno para las ciudades”, consideró John David Franz, mayor de Hidalgo, Texas.
En este punto coincidió con él Richard Cortes, mayor de McAllen, Texas quien opinó que comercialmente las cinco ciudades se verán beneficiadas.
Pero el comercio no es el único que espera tener beneficios de este nuevo cruce internacional, según el mayor de la comunidad de Granjeno, Vicente Garza, el área de la construcción también ha despuntado desde el inicio de la construcción del puente, lo cual amplia las expectativas que tienen como ciudad sobre esta obra.
“Esperamos que este puente nos abra las puertas de muchas, residencias y comercios. Desde este momento ya nos está ayudando, tenemos gente que quiere comprar terrenos en Granjeno y estamos trabajando para atraer más negocios y casas a nuestra ciudad”, dijo el edil quien reconoció que el valor de las propiedades en la pequeña ciudad texana aumentaron desde la construcción del Puente Anzaldúas.
REYNOSA TAMBIEN TIENE SUS EXPECTATIVAS
Mientras que en Mission la inauguración del Puente Internacional Anzaldúas se hizo en la temporada más alta de ventas del lado americano –facilitando la llegada de consumidores al Valle de Texas–, en Reynosa la apertura oficial será en el mes de enero donde se contará con la presencia de autoridades federales de México y Estados Unidos.
Y es que a pesar de haber arrancado operaciones en ambos lados de la frontera, las autoridades municipales reconocieron que todavía faltan muchos detalles para que esté listo.
“Hay pendientes por eso no se ha inaugurado, hay varios detalles estamos en una etapa de prueba pre operacional y se trabajará todavía durante el mes de diciembre y algunos días del mes de enero”, comentó Oscar Luebbert Gutiérrez.
El mandatario municipal compartió que una vez iniciadas sus actividades el Puente Anzaldúas, en un promedio de 15 años, se recuperará la inversión que se tuvo en la obra que fue aproximadamente de más de 600 millones de pesos.
Pero no sólo es la recuperación del activo invertido en la obra lo que se espera, también el despunte económico de los comercios ubicados en el poniente de Reynosa.
“Esperamos agilizar la oferta de servicios en Reynosa, el puente desemboca en una zona comercial muy importante, una plaza comercial y hotelera que tiene infraestructura y oferta de servicios instalada muy importante, más lo que se pueda instalar en un futuro inmediato”, concluyó Luebbert Gutiérrez.