Pese a los dos años de pandemia por Covid-19, al cierre prolongado de la frontera México-Estados Unidos, a la prolongada tardanza en los trámites para el asilo político en el vecino país, y al rechazo que tienen miles de personas, los migrantes siguen arribando por miles a esta frontera, una de las más importantes del país.
La migración no cesa en Reynosa, la segunda frontera más importante del noreste mexicano, donde de acuerdo con estimaciones de Organizaciones No Gubernamentales, ante las restricciones de asilo en los Estados Unidos y los operativos de la Patrulla Fronteriza, alrededor de 10 mil extranjeros se han quedado en esta ciudad, esperando una respuesta del vecino país.
Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, hacia los meses finales de la administración de Donald Trump, el cierre de la frontera provocó que los trámites para asilo prácticamente se paralizaran, quedando México, y sobre todo sus fronteras como Reynosa, el sitio de espera para los migrantes.
Y mientras la frontera norteamericana estaba prácticamente sellada, centromaericanos, haitianos e incluso a últimas fechas ucranianos, siguieron llegando a la ciudad, donde la mayoría se asienta en búsqueda del preciado asilo.
Entre las miles de personas que permanecen varadas, se encuentran algunos mexicanos de estados del sureste, quienes también suelen realizar sus trámites con el fin de conseguir el sueño americano.
Hoy en día y a lo largo de dos años, los migrantes se volvieron visibles dentro y fuera de albergues, asilos, iglesias y plazas públicas, y con el tiempo también en plazas, centros comerciales y negocios en general, ya que paulatinamente se integraron en diversas fuentes de trabajo, principalmente las personas originarias de Haití.
De acuerdo con activistas y asociaciones que orientan y asisten migrantes, miles de los extranjeros que arriban a Reynosa para solicitar asilo en los Estados Unidos suelen quedarse en la ciudad a esperar entre cinco meses y un año, para ver si son aceptados o no.
La mayor parte de los migrantes que llegan a esta frontera huyen de la violencia e inseguridad que padecen en sus lugares de origen, y por ello deciden solicitar el asilo en Norteamérica.
El director del refugio Senda de Vida, Héctor Silva Luna, dijo a Hora Cero que si bien las estimaciones de migrantes en Reynosa oscilan entre las 9 mil y 10 mil personas estas cifras pueden variar, toda vez que el arribo de personas es constante, y mientras algunos son asilados, hay quienes se desesperan y se regresan a sus ciudades de origen.
ALGUNOS NO CALIFICAN
De los miles de migrantes que existen en Reynosa no todos califican para ingresar a los Estados Unidos mediante un asilo político, mismos que son tramitados por abogados de diferentes organizaciones, por lo que otra alternativa que tienen es quedarse a trabajar en esta ciudad.
Es el caso de Saúl Ramírez. Luego de recibir la noticia de que no era apto para estar en territorio estadounidense, el migrante hondureño manifestó que le gustaría quedarse a trabajar en Reynosa.
“La verdad traigo ganas de trabajar y ya tengo mis permisos por parte de Migración, no sé si haya una maquiladora o alguna tienda que quiera contratarme; si saben de algún trabajo me avisan”, dijo a otras personas que le dieron agua embotellada.
Gran parte de los extranjeros que deciden quedarse en esta frontera están solicitando su permiso de estancia ante el Instituto Nacional de Migración (INM) en lo que buscan la manera de cruzar al otro lado del río Bravo.
“Las personas que no califiquen en Estados Unidos pueden quedarse aquí en México, este es un país que cuenta con mucho trabajo y condiciones de vida, por ejemplo Reynosa es un municipio que lo permite, aquí las familias pueden ingresar, conseguir un trabajo, tener vida para sus hijos”, dijo Héctor Silva de Luna, director del refugio Senda de Vida.
El activista recalcó que los tramites de asilo actualmente se están realizando por medio de abogados de organizaciones no gubernamentales, ya que el programa “Quédate en México” continua activo.
Por lo que, la decisión de quién sí y quién no entra a la Unión Americana, se toma al revisar su expediente de solicitud.
“La mayoría de migrantes viene huyendo de cuestiones de violencia, crimen, amenazas, no se pueden desarrollar ni ellos ni a familias, están en búsqueda de seguridad, educación, trabajo, nosotros podríamos orientarlos para que se quedaran, es una opción”,
reiteró Héctor Silva.
La mayor parte de inmigrantes que se encuentran en la ciudad de Reynosa son de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Haití, e incluso existen personas que vienen de los estados del sur de México buscando un mejor futuro.
ADIÓS A PLAZA DE LA REPÚBLICA
En tanto, luego de pasar más de 12 meses a la intemperie y en tiendas de campaña, los migrantes que se encontraban hacinados en la Plaza de la República fueron reubicados al albergue Senda de Vida I. El operativo ocurrió en una noche que tomó por sorpresa a los extranjeros.
Durante varias noches los migrantes estuvieron en vela para tratar de evitar que los cambiaran de lugar, sin embargo, la noche del 3 de mayo autoridades de los tres órdenes de gobierno levantaron el campamento.
Poco antes de la reubicación de los inmigrantes, en la casa del migrante Senda de Vida I ya se encontraban alojadas mil 600 personas y ahora está al límite de su capacidad.
Este albergue se localiza en la orilla del Río Bravo, a espaldas de las colonias Aquiles y Carmen Serdán, dirigido por el activista y pastor evangélico Héctor Silva de Luna quien tiene más de 30 años ayudando a los desplazados que buscan un mejor futuro en el norte del continente.
EL ÉXODO
La noche del 3 de mayo transcurría normal, con una temperatura alrededor de los 30 grados centígrados y el reloj marcaba aproximadamente las 21:00 horas, cuando los migrantes hacían lo de costumbre: platicando, leyendo la biblia y descansando, mientras los niños jugaban.
Repentinamente dos autobuses fueron estacionados junto a la plaza y acto seguido los elementos de Migración y los agentes de seguridad estatales y federales invitaron a los migrantes a subirse a las unidades para llevarlos al refugio Senda de Vida.
Sin embargo, ante la cantidad de personas, muchas no cupieron por lo que fueron conducidos a pie hasta el albergue.
Lo que más de un año sirvió como refugio para migrantes en menos de cuatro horas lució completamente desolado. Las casas improvisadas, su ropa, sus colchonetas, fueron desechadas, entre otros artículos que no pudieron llevarse.
“En la madrugada nos dijeron que nos iban a llevar al albergue, pero no nos dejaron entrar y tuvimos que dormir en la calle, no sé qué está pasando”, comentó Venya Dorzier, una migrante haitiana que regresó a la plaza en busca de sus pertenencias, pero desafortunadamente ya no encontró nada.
Así como Venya, y su esposo Nicolás, otros migrantes de nacionalidad salvadoreña y hondureña que no pudieron ingresar al refugio durmieron aquella noche en la banqueta del albergue Senda de Vida, mientras que otros pernoctaron en un salón de la iglesia cristiana Shadai.
A un autobús pudieron subir mujeres y niños, personas mayores, mientras que otros caminaron en caravana hacia el refugio que dirige Héctor Silva Luna.
“Conseguimos unos autobuses para su traslado pero al ver que no era suficiente, les dije vamos a hacer una caminata y nos los trajimos en caravana, la plaza no está lejos de Senda”, dijo.
En la caminata fueron acompañados por líderes de organizaciones y personal del grupo Beta adscritos al Instituto Nacional de Migración (INM) hasta su llegada al albergue.
RESTAURAN LA PLAZA
Luego del desalojo de las familias migrantes, personal de Servicios Primarios del municipio de Reynosa comenzó a rehabilitar la plaza, para dejarla limpia, como lucía hace poco más de un año.
Grandes cantidades de basura se han sacado de ese lugar; están pintando las áreas para peatones y la energía eléctrica está siendo restaurada.
“Quiero pedir una disculpa a la ciudad por esta situación, ya les entregamos la plaza y que nuestro señor alcalde tenga que dar seguimiento a lo que vaya a hacer”, dijo el dirigente de Senda de Vida.
A partir de entonces la Plaza de la República se encuentra con extrema vigilancia, ininterrumpida, por las corporaciones de los tres órdenes de gobierno, con la finalidad de dar orientación a los migrantes que siguen llegando en busca de refugio para pernoctar.
Desde el día de la reubicación de los migrantes, efectivos de Protección Civil (PC) han establecido un centro móvil de comando para brindar la atención a los extranjeros.
“Tendremos una base permanente con una ambulancia para atender a aquellos hermanos migrantes que continúen llegando aquí en la ciudad, brindarles la información, orientarlos y sean trasladados al albergue Senda de Vida”, dijo Ernesto Gómez de la Peña, coordinador de PC municipal de Reynosa.
El área de la plaza estuvo vigilada también por oficiales de la Dirección de Tránsito y Vialidad, quienes se encuentran patrullando en los alrededores y algunos agentes permanecen ahí por espacio de horas.
En tanto dos patrullas de la Guardia Nacional con elementos a bordo también vigilan la plaza en sus cuatro calles, cerca del puente internacional Reynosa-Hidalgo.
“Tendremos apoyo por parte de Seguridad Pública de Tamaulipas como pueden ver hay una patrulla, personal de Parques y Jardines; hay elementos que están en la plaza dando rondines caminando, y también hay elementos de la Guardia Nacional”, dijo el funcionario.
La vigilancia será permanente sin interrupciones, recalcó Ernesto Gómez, “ya es un operativo implementado por la Secretearía de Seguridad Pública en coordinación con Protección Civil, apoyado con las demás dependencias de aquí en adelante”.
Por ser una de las principales ciudades fronterizas del país, se piensa que el flujo migratorio sea gradual en Reynosa, por lo que se ha implementado este operativo.
El titular de la corporación puso a disposición de la ciudadanía los números telefónicos de la dependencia 899 550010 y 899 550011, así como el 911 del Centro de Emergencias para cualquier ayuda que puedan requerir.
UNOS LOGRAN EL SUEÑO
Mientras el programa ‘Quédate en México’ continúa activo, grupo de familias migrantes han logrado conseguir el sueño americano por medio de un asilo político que es tramitado por abogados de los Estados Unidos.
Hasta el momento sólo están ingresando a la Unión Americana aquellas familias que tienen más de cinco meses de estancia en la ciudad de Reynosa, así como embarazadas.
Héctor Silva, dio a conocer que las autoridades norteamericanas están evaluando todos los casos de los inmigrantes que solicitaron asilo al gobierno de Estados Unidos.
“Nosotros vamos a seguir esperando el llamado, esperando a las autoridades, vamos a ingresar en orden conforme el tiempo, conforme ellos califican por medio de todos los abogados que están diciendo esta familia sí califica y esta no califica”, comentó el activista.
Ese mismo martes del 3 de mayo una veintena de familias de varias nacionalidades fueron trasladados hasta el puente internacional Reynosa-Hidalgo, para posteriormente cruzar al otro lado del río Bravo.
Se pudo observar que haitianos, salvadoreños, hondureños, guatemaltecos, entre estos niños, mujeres y hombres subieron al autobús que partió del patio del refugio Senda de Vida rumbo al estado de Texas.
Amaga gobierno estatal a extranjeros: ‘Por Tamaulipas, No’
Por JAIME JIMÉNEZ
En días pasados el gobierno estatal dio a conocer que detendrá y remitirá al gobierno federal a los migrantes que entren a territorio tamaulipeco y busquen ingresar a Estados Unidos por el vecino estado de Texas.
A través del programa denominado “Por Tamaulipas No”, la administración encabezada por el panista Francisco García Cabeza de Vaca advirtió que remitirá ante el Instituto Nacional de Migración (INM) a quienes sean detectados sin documentos de estancia en el país.
Esto, en apego al convenio que estableció el estado con el gobernador de Texas Greg Abbott, quien tiene la finalidad de contener el tráfico de personas, “drogas y armas entre los estados mexicanos colindantes con la Unión Americana”.
Para contener la corriente migratoria el ejecutivo estatal fue forzado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, para implementar una estrategia que impidiera el paso a los inmigrantes, pese a los esfuerzos continúan llegando personas de varias nacionalidades.
La estrategia fue bautizada como: “Por Tamaulipas No”, y para impedir que lleguen a esta zona los migrantes, se planea realizar operativos en terminales de autobuses, puentes internacionales, incluso en las entradas con los estados de Nuevo León, San Luis Potosí y Veracruz.
El secretario general de gobierno Gerardo Peña refiere que la llegada de migrantes de Centroamérica “ha provocado efectos negativos en los rubros económicos, sociales y de seguridad”.
Ante estas acciones anunciadas por el gobierno estatal, se espera que en los próximos días se coloquen retenes o filtros policiacos de revisión en las entradas a Tamaulipas desde Nuevo León y otros accesos a la entidad.
Sin embargo, desde el punto de vista de activistas defensores de migrantes, la postura del gobierno estatal que obedece a sus acuerdos con Texas, criminaliza a los extranjeros que huyen de la violencia de sus países de origen.
El Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) cuestionó la constitucionalidad de las revisiones migratorias en carretera.
La organización denunció que este tipo de acciones presumen que todas las personas en México son extranjeras y deben acreditar su nacionalidad ante agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
Además advirtió que violan el artículo 11 constitucional, que establece que “toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes”.