Al menos 35 migrantes, tres de ellos menores de edad, se encuentran durmiendo en el cruce divisorio padeciendo temperaturas congelantes en busca del “sueño americano”.
Los hombres y mujeres apostados en el puente internacional Reynosa-Hidalgo cargan a cuestas historias de terror como secuestros, amenazas, violaciones y persecución política en sus países de origen.
Tal es el caso de Joasneidy Páez con su hijo Jeremías de un año de edad a quien lleva en brazos, aseguró que pasar los días en dicho lugar es la única solución que tiene, con tal de darle una mejor calidad de vida a su pequeño.
“La persecución política y el miedo a que me maten es lo que me hace estar aquí esperando poder pisar suelo americano, escuché que están dando prioridad a los que traemos niños y espero así sea conmigo”, dijo la venezolana, quien es acompañada también por una prima.
Aseguró que en Estados Unidos buscará un familiar que vive en Miami, Florida y esperan la pronta agilización del proceso, pues han padecido temperaturas por debajo de los 0º centígrados.
Este lunes Mike Benítez cumplió una semana en Reynosa con procedencia cubana, con el único fin de lograr cruzar a Estados Unidos y estar a lado de toda su familia que ya vive en el país vecino.
“El difícil saber cuanto tiempo más vamos a estar aquí, están priorizando a personas con niños y aunque eso es bueno yo ya tengo nueve días durmiendo aquí, estoy muy agradecido por todo lo que nos han apoyado”, dijo el cubano de 31 años.
Tras más de una semana esta ya a sólo a dos lugares en la fila para solicitar el asilo en el puente internacional, donde el carpintero dijo, ha pasado situaciones muy difíciles.
Por otro lado, Alina una mujer cubana de 31 años, acompañada por sus dos hijos, Raúl de 8 años y Zander de 9, está a la espera de que pronto hagan válida la petición de su esposo que vive en Florida para cruzar a la Unión Americana de manera legal, ha pasado las últimas 24 horas a la intemperie sufriendo temperaturas extremas.
Mientras, organizaciones como Manto de Unción de la localidad, tiene tres días apoyando a los migrantes que hace una semana se apostaron en el puente Internacional Reynosa-Hidalgo para pedir asilo político al gobierno estadounidense.
Los pastores de los templos evangélicos han apoyado al casi medio centenar de personas que estaban en ese lugar el fin de semana proporcionándoles tres comidas diarias, además de ropa abrigadora, lonas y atención médica que requieran.
“La congregación ha respondido muy bien trayendo lonas, cobijas, comida y ropa seca, pues en las últimas 24 horas llovió, lo que provocó que la mayoría se mojara, entre ellos los niños”, dijo Marisol Montelongo miembro de la iglesia.
Llegan desde muy temprano y se van hasta pasada la media noche, cuando las autoridades norteamericanas llaman a los migrantes que esperan escuchar su nombre, para pisar suelo estadounidense y conocer su estatus legal.
La mujer detalló que también la gente que pasa por el lugar se ha visto conmovida con la situación y algunos les dejan fruta, leche y bebidas calientes.