
Aparte sufrir el dolor de perder a su mamás y a su papá, ahora tendrán que afrontar la desventura de ser separados ya que las abuelas se repartirían a los niños, llevando dos al Estado de México y los otros dos se quedarían en el barrio de Cantarranas, en Reynosa.
La dramática historia de una familia podría tener un desenlace aún peor, porque la cabeza del hogar contrajo tuberculosis, contagió a su esposa y ambos fallecieron, pero cuatro niños corren el riesgo de ser separados.
“Es un caso muy triste, porque la tuberculosis no debería ser el motivo de muerte de nadie. De hecho es una enfermedad de tipo epidémica y las jurisdicciones sanitarias han tomado cartas en el asunto; sin embargo, todo se complicó.
“Muere primero el señor Cristo, muy joven (de 27 años) y cinco años después (el pasado jueves 16 de marzo) fallece Dulce, y dejan en la orfandad a Yandel, que es solamente uno de los hijos de ambos.
“Después nace Zuri de dos años, pero anteriormente a estos niños había cuatro hijos más, que son dos jóvenes quienes radican en Ecatepec, Estado de México, y dos más, Fernanda de 13 y Francisco de 11 años, que viven en Reynosa”, describe la activista social Eva Reyes.
Detalla que en el humilde hogar de madera del barrio Cantarranas quedaron los cuatro niños huérfanos, vulnerables y por eso ha solicitado ayuda de las autoridades correspondientes.
“No obstante, no dejamos de preguntarnos qué debemos de hacer en una situación como ésta y sobre lo que pasa con aquellos chicos que sufren algo así, porque no hay personas a su alrededor para guiarlos, asesorarlos y atenderlos”, lamenta.
> Usted ha sido candidata, funcionaria y activista social. ¿Cómo se entera?
“Soy el buzón de las broncas que nadie se quiere echar. Lo que no es políticamente redituable eso es lo que me toca abordar y tiene que ver con la asistencia humanitaria.
“Tengo un grupo llamado Grupo Humanitario Reynosa. Lo desarrollamos, a través de una página de Facebook, y con la asistencia permanente del Hospital General dándole de comer a los familiares de los enfermos los jueves.
“Esa tarea la empezamos hace dos años y fue como me fui involucrando en las cuestiones médicas y formamos parte de quienes asistimos al niño Bryan, que padece Piel de Mariposa. Pero cuando viene el Grupo ‘Abejitas’, a través de Mariano Gómez, y me avisa de este caso, nos involucramos”, describe.
Eva fue la segunda persona que se enteró de la muerte de Dulce y tuvo la difícil tarea de comunicárselo a sus hijos y al resto de su familia.
“Ya se reportó esto ante la Procuraduría del Sistema DIF y habrá acuerdos para la siguiente semana, para saber qué va a pasar con la custodia de estos niños.
“Aquí lo triste de esta noticia es la muerte de Dulce, una mujer de 33 años, y la orfandad de los cuatro menores, pero también, después de sufrir el dolor de la pérdida de una madre sufrirán el dolor de ser separados”, menciona.
Todo dependerá de los convenios que se hagan con las abuelas de los niños, las cuales no tienen condiciones económicas favorables.
“El caso es que la abuela que radica en Ecatepec quiere llevarse a los dos mayores, mientras que la de Reynosa desea mantener a los otros dos”, indica Eva Reyes.
PARA ESTUDIARLO
Casos como éste, señala la entrevistada, permiten hacer otras reflexiones.
“Que aparte de que hay un campo asistencial, un brazo de parte del gobierno, sí requerimos cosas más importantes. Necesitamos, un presupuesto amplio y más políticas públicas a favor de los más vulnerables que son los niños y ancianos”, expresa.
Detalla que en relación a esta trágica historia, los hijos de la víctima de tuberculosis, Fernanda y Francisco, tuvieron que abandonar la escuela para ir a vender dulces al puente internacional Reynosa–Hidalgo, y poder mantener a su madre enferma.
“Hacían también de padres de los dos menores, junto con una abuela paterna. Ha sido muy difícil”, señala.
EL DESCONTROL
La activista social también realiza un llamado para ver cómo puede actuar el Sector Salud con una enfermedad como la tuberculosis, pues recién, ha habido muchos brotes.
“Debemos de tener conciencia de eso y del por qué no se aisló a los niños adecuadamente, por lo que debemos hacerles estudios el martes; radiografías de tórax de frente y lateral, así como la prueba de la saliva para determinar si están infectados”, refiere.
Y es que, advierte, existen protocolos de prevención que no se están siguiendo adecuadamente.
“Hay que hacer reuniones multidisciplinarias donde participen todos los sectores de la sociedad, que los centros educativos informen cuando detecten menores con esos rasgos, el DIF y el Sector Salud.
“Los presupuestos deben ejercerse para esto y dar informes, porque todo lo que tiene que ver con la familia y los menores vulnerables se lo entregan al DIF y éste no rinde resultados. Y los gobernantes normalmente no enjuician el trabajo de sus familiares, que son quienes dirigen los DIF.
“Ahí tenemos un conflicto en donde no dejamos que evolucione la manera en que debe de trabajar este Sistema”, añade.
Asimismo pide para este organismo tener una base más de investigación y un mayor número de trabajadores sociales.
“Es importante porque los problemas de la familia están primero que los baches y los semáforos. Eso es primero que todo lo demás y nos falta mucho por hacer.
“Ojalá que estos comentarios sirvan para que hagamos una reflexión y pronto nos llamen a quienes hacemos ayuda humanitaria para abordar el tema, y no nos inviten a festejar el Día del Niño, el Día de las Madres o a partir la Rosca de Reyes, sino a trabajar en pro para que estas cosas dejen de suceder”, finaliza.