
Por Alfonso Ibarra Alanís.
Maldita sea la guerra,
bendita sea la paz.
Maldita guerra:
invento de “diositos” terrenales
enloquecidos por la droga del poder.
Monstruo de hambre insaciable,
portador de miedo, llanto, destrucción…
absurdo infierno en la tierra.
Maldita guerra:
asesina de niños, jóvenes, mujeres,
varones y ancianos.
Río de sangre que desemboca
en un inmenso mar de dolor.
Asesina de plantas y animales,
concierto de todos los males.
Maldita guerra:
¿Por qué tuvo que existir?
¿Por qué no somos capaces
de construir sin destruir?
Yo la quisiera matar.
Yo quisiera tantas cosas
que nacen en mi soñar:
darle muerte a la guerra,
darle vida a la paz…