
En Reynosa, es preocupante la prevalencia de adolescentes embarazadas; aproximadamente el 25% de las gestaciones atendidas en hospitales públicos corresponden a menores de edad.
La noticia de un embarazo puede ser el mejor acontecimiento para una pareja, sobre todo si fue deseado y se cuenta con estabilidad económica y mental para sacar adelante al nuevo ser humano. Sin embargo, cuando el descubrimiento llega en plena adolescencia, cuando el cuerpo no ha terminado de desarrollarse, las hormonas afectan el estado emocional y se depende totalmente del ingreso de los futuros abuelos, la revelación puede convertirse en el fin de los sueños de los nuevos padres, quienes, en el mejor de los casos, deberán enfrentar una nueva dinámica en pareja para cumplir las nuevas responsabilidades.
Tras darse cuenta de la vida que viene en camino, superar el shock inicial y aceptar la nueva realidad, la madre adolescente debe enfrentar un nuevo reto: informar a sus padres de su estado.
Aunque la época donde los embarazos a temprana edad y fuera del matrimonio eran vistos como una tragedia, ya va de salida, aún existen algunas familias para las que esta circunstancia sigue siendo un tabú, es en esos núcleos donde se sigue manteniendo en secreto la gravidez, al grado que ni siquiera se busca asesoría médica, lo que pone en riesgo la vida de la madre y el correcto desarrollo del producto.
“Sabemos que un embarazo en una mujer joven que a lo mejor raya todavía en la cuestión de la adolescencia o prácticamente pegado a ser una niña, es un problema de la familia y para la menor, es un problema social, y a veces tardan en procesarlo, en aceptarlo, y la familia tarda en entender que se tiene que atender, que lo primordial es la atención médica, porque no solamente es la mamá, ya es un bebé el que tenemos que cuidar”, dijo Eduardo López Torres, Director General del Hospital Materno Infantil, quien lamentó que en muchos de los casos, las jovencitas piden atención médica cuando la gestación está avanzada, y aunque en menor proporción, aún hay quienes se acercan a su unidad médica hasta que empiezan los dolores de parto.
COMPLICACIONES FÍSICAS
POR EMBARAZO PRECOZ
La tardanza en el monitoreo de los embarazos representa un riesgo de complicaciones que si no se atienden a tiempo pueden derivar en la muerte materna, especialmente cuando las gestantes se encuentran en una etapa de inmadurez en su cuerpo, tal es el caso de las adolescentes entre los 12 y los 19 años, que aún se consideran pacientes pediátricas.
Entre los principales riesgos que enfrenta un cuerpo adolescente que crea vida se encuentra la hipertensión o preclamsia como la complicación más recurrente, seguida de la diabetes gestacional, y en tercer lugar las hemorragias durante el parto. Aunque no es un padecimiento grave, las adolescentes suelen tener más infecciones de las vías urinarias en contraste con las mujeres arriba de los 20 años.
Otra problemática que pueden enfrentar las adolescentes son las derivadas de los intentos de aborto clandestino, ya sea a través de remedios naturales, medicamentos o la visita a clínicas ilegales, no obstante, de acuerdo con las autoridades sanitarias locales, no se han detectado pacientes con secuelas por intentar interrumpir el embarazo.
En lo que va del año, en el Hospital Materno Infantil solamente una joven ha llegado en estado crítico, aunque con mucho esfuerzo se logró salvar tanto a la madre como al bebé, es una situación que podría enfrentar cualquier adolescente que no reciba la atención prenatal.
“Una paciente de 13 años que estuvo muy grave en el área de cuidados críticos obstétricos, afortunadamente con el trabajo de mis compañeros ginecólogos e intensivistas, la niña salió adelante, el bebé está bien, pero ella sí tuvo complicaciones muy severas y afortunadamente salió adelante, su recuperación esperamos que sea total, pero sí son casos muy complejos porque es un un cuerpo que todavía no está preparado físicamente al 100% para tener un embarazo y que las complicaciones obviamente se vuelven un poquito más graves”, relató el Doctor López Torres.
BABY SHOWER EN LUGAR DE QUINCEAÑERA
Aunque en la actualidad el acceso a la información es inmediato a través de los dispositivos electrónicos y la información que brindan en las escuelas es más abierta, esta facilidad no ha ayudado a mejorar la educación sexual en las nuevas generaciones y los casos de niñas que tienen que cambiar la celebración de una quinceañera por un baby shower se siguen presentando en esta localidad.
Se estima que el 25% del total de embarazos atendidos en hospitales públicos corresponde a adolescentes, siendo los 15 y 16 años las edades más recurrentes entre las madres jóvenes, de acuerdo con los datos proporcionados por el Hospital Materno Infantil y la Coordinación de Salud Reproductiva de la Jurisdicción Sanitaria número 4.
Eduardo López Torres, Director del Materno Infantil, destacó que de los 715 nacimientos registrados al cierre de mayo, 141 correspondieron a madres adolescentes, mientras que Elisa García, quien representa a la Jurisdicción Sanitaria, informó que en los centros de salud se brindó atención primaria a 370 adolescentes en gravidez hasta la última actualización del mismo mes.
OFRECE SECTOR SALUD PLÁTICAS DE PREVENCIÓN
Buscando reducir las estadísticas, la Secretaría de Salud a través de sus diferentes instituciones, cuenta con módulos de atención a la juventud que operan de forma permanente.
El personal asignado a este departamento organiza pláticas informativas en las secundarias y preparatorias de la ciudad en donde abordan temas como educación sexual, métodos anticonceptivos, riesgos de embarazos, violencia en el noviazgo, entre otros.
A las jóvenes que son detectadas en gestación se les ofrece seguimiento médico, análisis clínicos, ultrasonidos y canalización a un hospital público para que lleve el seguimiento, atienda las posibles complicaciones y programe el parto o cesárea, según se requiera. También se les brinda atención psicológica y asesoría legal.
A quienes ya tuvieron a sus bebés se les apoya a prevenir un nuevo embarazo con métodos anticonceptivos de barrera, ya que al no haber terminado su desarrollo no se les recomienda utilizar elementos hormonales como pastillas, inyecciones o parches. El seguimiento psicológico continúa de forma permanente a fin de que se puedan reintegrar a sus actividades, ya sea que retomen sus estudios o que se sumen a la fuerza laboral para sostener a su nueva familia.
DEPENDENCIAS PÚBLICAS
DESCUIDAN PROBLEMÁTICA
Aunque en los últimos meses se han impulsado múltiples actividades para combatir problemáticas propias de la juventud como el consumo de alcohol o de sustancias prohibidas, así como se han impartido pláticas motivacionales para que los adolescentes persigan sus sueños, el aspecto de los embarazos no planeados se ha dejado en el descuido.
En la Dirección de la Juventud, el programa de apoyo más relevante al que pueden acceder las madres adolescentes es a la beca conocida como “Mamá luchona”, que otorga un estímulo económico bimestral para ayudar a solventar los gastos del hogar, pero que no ofrece alguna forma de superación específica, además de no estar destinado exclusivamente a menores de edad.
Mientras que en el Sistema DIF Reynosa el programa de atención a madres adolescentes que brindaba atención médica, psicológica y legal desapareció y las responsabilidades se delegaron a otros programas; actualmente se brindan pláticas preventivas sobre anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual y actividades con muñecos interactivos a través de la Coordinación de Jóvenes, pero no hay un departamento exclusivo como en antaño.
Por su parte, el Instituto Municipal de la Mujer está más enfocado en promover cursos de autoempleo, programas para mujeres víctimas de violencia, pláticas prematrimoniales o asesoría legal para la disolución de matrimonios, si existen programas dirigidos a las adolescentes embarazadas, éstos no son difundidos.
PREOCUPA PREVALENCIA
PESE A MAYOR INFORMACIÓN
Las autoridades sanitarias se encuentran preocupadas de que a pesar de existir un mayor acceso a la información y a que los preservativos se otorgan de forma gratuita en los centros de salud, los embarazados en la etapa adolescente se siguen presentando.
Si bien, hacen su parte a través de campañas de concientización y el seguimiento a las jóvenes que ya se encuentran en gestación, requieren de la colaboración de la sociedad para reducir las estadísticas de este tipo de embarazos en los que no solo está en peligro la vida de las madres y sus hijos, sino que además están en riesgo sus sueños y propósitos pues al encargarse de una nueva vida los deseos personales pasan a segundo plano.