
¿Sabe usted cuántos dientes tiene?, ¿por qué es que salen solamente dos veces?, ¿cómo evitar que se le piquen? Preguntas tan simples a veces resultan demasiado complicadas, sobre todo para aquellos que no se interesan mucho en cuidar su dentadura y que luego, cuando menos acuerdan, ya presentan severos problemas.
Más allá de ser los dientes un accesorio natural para lucir y sentirse bien, son la herramienta natural para triturar los alimentos, que deben ser apropiadamente digeridos, de lo contrario comienzan a aparecer complicaciones en el organismo.
Es por eso que cuando éstos se deterioran el dolor, la sensibilidad, el mal aliento y la proliferación de bacterias son apenas una parte de los problemas.
Jorge Luis Garza Vela, quien es experto en la protección de las piezas dentales –los únicos huesos del cuerpo que están expuestos–, define que es muy relevante mantenerlos limpios, para evitar que se pierdan y que se degenere la mordida, haciendo que la mandíbula parezca como de anciano.
“Desde luego que es importantísimo mantener la dentadura en orden desde la niñez, con un buen control de visitas al dentista, pues además, todo aquello que no se mastica bien le genera carga adicional al estómago.
“Yo diría que la higiene bucal es un factor fundamental y la regla es que todos nos cepillemos cada vez que comamos, como mínimo tres veces al día”, recomendó.
Este odontólogo por la Universidad Valle del Bravo (UVB) y ortodoncista por la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), detalló que la mayoría de la gente posee un cepillo, pero no emplea accesorios complementarios como el hilo dental y el enjuague bucal, auxiliares en la prevención del sarro y la caries.
Especificó que existe una enorme cantidad de gérmenes que se anidan en la dentición si no hay una limpieza constante.
“Es importante saber que la boca es la zona más contaminada y que existen demasiadas bacterias las cuales atacan más fuerte si hay una baja en el sistema inmunológico. Son oportunistas y empiezan a generar más y más problemas. No acabaríamos de enumerarlas”, refirió.
Dijo que la contaminación bucal es una de las causas del mal aliento, aunque también puede haberlo cuando se encuentra un órgano dañado.
“Cuando estamos a veces enfermos de gripa, bajan las defensas y en mucha gente repercute mucho la falta de aseo en sus dientes, porque se generan úlceras o fuegos durante ese periodo”, agregó.
Por otra parte, Garza Vela explicó que el sangrado en las encías corresponde al sarro, debido a la acumulación de restos de alimentos calcificados. Indicó que ese sarro puede ser visible, pero a veces el paciente no se da cuenta del sangrado de encías o la gingivitis, como generalmente se le conoce.
LOS PRIMEROS DIENTES
El entrevistado comentó que es esencial enseñar a los niños a proteger sus dientes y a que se los laven todos los días cuantas ocasiones sea necesario. Aunque señaló que la fisonomía de las piezas dentales en los primeros años de vida no retienen tantos residuos, comentó que eso no significa que deban descuidarse.
“A los dos años de vida es cuando ya tienen toda su dentición completa, que son 20 dientes, 10 arriba y 10 abajo.
La forma de la dentición infantil no permite una zona de retención de alimentos y no debe el niño tener sarro, pero si no hay una buena higiene podemos empezar a verlo a partir de los seis años, cuando empieza una dentición mixta al comenzar a salir los dientes de adulto de la parte de enfrente.
“Como son más grandes, con una anatomía más retentiva, el sarro puede presentarse”, ilustró.
No obstante, abundó que si el niño presenta una caries (descalcificación) entonces hay problemas, pues eso significa que el esmalte de sus dientes se está picando.
“Nosotros tenemos un pH (desambiguación) en la saliva y a veces es muy ácido en algunos pacientes, por lo cual se genera esta anomalía. Cuando son adultos como la capa del diente es más grande y mayor es más difícil que suceda esto en un periodo tan corto.
“En niños el espesor del esmalte es menor y cualquier caries genera una molestia, un dolor en el diente que puede originar una infección muy rápida”, advirtió.
> ¿Por qué es que salen dos veces los dientes?
“Esto es genético: existen dos denticiones y van de la mano mucho con la dieta que vamos llevando desde que estamos recién nacidos, hasta que crecemos. De pequeños nuestra comida es de consistencia muy blanda, pero cuando nos desarrollamos nuestro sistema alimenticio requiere de más dientes y que también tengan más zonas para hacer trituración y por eso hay un cambio.
“Los dientes de leche son 20, mientras que los comúnmente llamados de hueso son 32, incluyendo las muelas del juicio, y se distribuyen 16 arriba y 16 abajo”, comentó.
Este médico cirujano dentista manifestó que existen tres grupos de dientes: el área incisiva que son los centrales y laterales; después los caninos (conocidos como colmillos); luego los gemelos derecho e izquierdo; posteriormente los premolares que son cuatro, primero y segundo, y los molares.
“Las muelas del juicio aparecen en promedio entre los 17 y 21 años. Después de esa edad si no erupcionaron se quedaron impactadas. También pueden salir en mujeres adolescentes.
“Sin embargo, hay personas a quienes no les aparecen, incluso, también existen ausencias en el bloque anterior de laterales, en el bloque intermedio, por decir premolares y en la parte posterior. Esto quiere decir que los molares son los dientes que más ausencias pueden tener en la boca de alguna persona”, argumentó.
Garza Vela refirió que irónicamente hay a quienes le salen más dientes de lo normal, conocidos como supernumerarios, sean uno, dos o tres, mismos que suelen emerger en frente de los centrales, como el mesiodens, que genera un espacio y abre las piezas frontales.
“Cuando los dientes vienen chuecos pueden obedecer a un asunto genético o ambiental. Si nuestros padres tienen una mala mordida el porcentaje de que el hijo la tenga es muy grande, por no decir el 99.9 por ciento.
“Además, muchas veces nuestra dentición está normal, pero aquí en Reynosa existen muchos problemas de alergias, como el polvo, que pueden interferir en el crecimiento de los maxilares y generar una mala mordida por el posicionamiento de la lengua más adelante, por lo cual el hueso de arriba tiende a crecer más, generando un desorden que no es genético”, detalló.
Por si esto fuera poco los golpes en la zona de la boca también pueden influir para que existan deformidades, principalmente en una etapa temprana. Según este especialista “la parte frontal del maxilar rezaga la erupción de los dientes adultos, llevando a una mala mordida por traumatismo directo”.
Negó que a una persona “chimuela” se le puedan poner dientes ajenos, pero afirmó que el auto-implante es la alternativa más allegada. Esto significa que se quita un diente de una zona para ponerlo en otra.
“A pesar de que esto último es posible lo nuevo es el implante, un tornillo especial que va al hueso y el diente es de un material de titanio, que es compatible con el hueso. Sobre ese implante se pone una corona y se ve tan normal la persona como si pieza dental fuera natural.
“Efectivamente puede dar la mordida con la misma fuerza, aunque cualquier prótesis, por muy bien que esté colocada nunca la vamos a poder comparar al diente natural, aunque sea la mejor prótesis”, insistió.
LA MANZANA LIMPIA LOS DIENTES
Este dentista enfatizó en que se debe saber cuales son los alimentos más perjudiciales y también los benéficos. En ese sentido apuntó que un porcentaje alto en carbohidratos y no cepillarse los dientes es una muy mala combinación.
Agregó que las bebidas gaseosas también son muy perniciosas, por su predisposición a descalcificar el esmalte de los dientes hasta el punto de causar una caries de una forma muy rápida.
“Desgraciadamente debemos evitar lo que a veces es lo más común, como las frituras, los dulces. A los niños se les recomienda que puedan comer poco, pero combinando el cepillado.
“Si realmente comiéramos y nos cepilláramos no pasaría nada, porque todas las pastas dentales tienen una cantidad importante de fluoruro y otros componentes bastante importantes para remineralizar el órgano del esmalte”, destacó.
En contraparte, Garza Vela dijo que el alimento por excelencia que ayuda a que los dientes no se descalcifiquen es la manzana, por generar una zona de autolimpieza importante.
“Esto sucede cuando a veces no tenemos la oportunidad de cepillarnos. El agua también es de mucha ayuda y chicles como los Trident. También hay algunos otros que contienen recalcident, un sustancia aprobada por la Asociación Dental Mexicana (ADM) que suple un poquito al hecho de no haberse podido cepillar por sus propiedades de reforzamiento”, recomendó.
En cuanto al mejor tipo de pasta dental, simplemente decantó por la de gel en colores, pues la blanca, mencionó es más abrasiva y tiene mayor número de partículas desgastantes, pero ambas poseen elementos remineralizantes.
Sin embargo, este especialista admitió que un exceso de fluoruro también es malo, pues como ejemplo hay Estados de la República donde está concentrado en el agua, como Zacatecas y Durango, lo cual causa que los dientes se pongan manchados, cafés o amarillos.
Por otro lado, este médico –que consulta a unos pasos del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo–, mencionó que existen personas que conservan su dentadura completa hasta que se mueren, lo cual atribuye a la ingesta que tuvieron durante toda su vida.
Aludió que si alguien no se lava los dientes como debe éstos podrían picársele en menos de tres años, aunque también puede ser variable según el pH de cada persona. Quizá en frente el diente se vea bien, pero por dentro se encuentre dañado.
“Quienes perdieron sus piezas dentales muy jóvenes son desgraciadamente personas que a lo mejor nunca se cepillaron bien o que lo hicieron muy esporádicamente.
“Indudablemente si la gente lleva su régimen de limpieza adecuado va a tener sus dientes hasta que logre vivir el mayor tiempo posible”, aseguró.
> Cuando ya están picados los dientes ¿qué hay que hacer?
“Primero consultar a un dentista para determinar el grado de esa caries y si es incipiente se puede restaurar por medio de un material como resina o amalgama de plata. Si ya genera dolor y no se puede solucionar con alguna resina, se hace la endodoncia, que es matar el nervio, pero lo ideal es asistir con regularidad para detectar el problema y no llevar el tratamiento a la corrección.
“La mayoría de los que vienen lo hacen para tratamientos correctivos, no de intercepción. Yo recomiendo acudir al dentista dos veces al año, cada seis meses”, expresó este profesionista, especializado en la colocación de “brackets”, utilizados para emparejar los dientes y mejorar la sonrisa.
Por último, expuso que muchos se preguntan a qué edad llevar a sus hijos al dentista, pero no es precisamente cuando le está saliendo la dentición.
“Les empiezan a los seis, siete meses, pero a los dos años ya tienen todos sus dientes. Lo ideal es a partir de esa fecha para que sus visitas no sean de empastes, sino que se atiendan a tiempo.
“En ortodoncia que es mi área lo recomendable es a los siete años para detectar algún problema y corregirlo. La dentición de adulto empieza a partir de los seis años y en promedio debe estar todo a los 12 años, a excepción de las muelas del juicio”, concluyó.
Lo incuestionable es que un poco de información y disciplina puede sin duda ahorrarle múltiples traumas y frustraciones por el simple hecho de no cepillarse debidamente los dientes. Aquí queda el trillado dicho: “más vale prevenir que lamentar”.