
El año dos mil nueve fue considerado uno de los más oscuros de la economía mundial. La quiebra de grades empresas automotrices e inmobiliarias en Estados Unidos provocó un “efecto dominó” que provocó el cierre de cientos de empresas en todo el país… y Reynosa no fue la excepción.
Con miles de empleos perdidos en sectores como el de la industria maquiladora, la bonanza económica que se vivía en esta frontera se desplomó.
Por si fuera poco, el clima de inseguridad y el brote de la influenza humana AH1N1, representaron otro tropiezo para la economía local, especialmente para los comerciantes y restauranteros, quienes vieron como sus consumidores tanto locales como del Valle de Texas se alejaron de sus negocios.
Sin embargo, la crisis no es generalizada, pues existen comercios que aunque tuvieron bajas en su economía en comparación con años pasados, lograron subsistir e, incluso, tuvieron ganancias.
Estéticas, gimnasios, boutiques, consultorios para bajar de peso, reportaron ganancias gracias a la vanidad de los reynosenses.
COMO SI NO HUBIERA CRISIS
Patricia Tijerina es comerciante en Reynosa desde hace 20 años, su negocio lo inició vendiendo zapatos entre sus amigas y conocidas y poco a poco fue incorporando productos a su venta como ropa casual y accesorios.
Con el paso del tiempo llegó a tener su propio local en el área comercial más visitada de la ciudad.
A principios de este año tuvo que abandonar el local que rentaba pero no por la crisis, sino porque el negocio seguía creciendo y el espacio ya le era insuficiente.
“Hice un cambio de imagen, de ubicación y para mí ha sido muy favorable, decidimos ampliarnos, hemos crecido, tenemos un nuevo concepto y hemos estado mejor”, comentó Tijerina.
Así la boutique de la entrevistada, donde oferta vestidos de noche, de XV años, accesorios y demás artículos de ornato para la mujer, ha sobrevivido la crisis económica.
“En Reynosa siempre responden bien a este tipo de negocios. Para mí ha sido una buena respuesta. Trato de manejar los mejores precios porque sé que la crisis está muy dura, tampoco aumento mucho los precios. Hace cinco años en un vestido me ganaba el doble pero ahora no, uno tiene que comprender la situación porque la competencia está muy difícil”, compartió.
Para esta comerciante, su negocio subsiste gracias a la preferencia de sus clientas y que la ciudad es un mercado muy bueno para la venta de ropa y artículos de vanidad, especialmente entre el género femenino.
“Las mujeres siempre queremos vernos bien, tener lo último de la moda, no queremos ponernos el mismo vestido que compramos hace un año o 6 meses, eso hace que las ventas sigan, sobre todo en mujeres jóvenes”, dijo.
Pero la vanidad no es exclusiva de las mujeres. En opinión de la entrevistada su negocio de ropa (y otros más) subsisten gracias a que en Reynosa el vestir bien, es un asunto de tradición.
“En Reynosa siempre están acostumbrados a vestir bien. He ido a ofrecer productos a otras ciudades y ese es el comentario que escucho de las personas, que en este ciudad siempre se visten muy bien”, afirmó.
Y esa costumbre no se perdió con la crisis económica y tampoco es exclusiva de personas adineradas.
“En este negocio recibimos a todo tipo de clase social, desde baja, media y alta, todos gastan por igual, incluso los que menos tienen a veces gastan más”, detalló Tijerina.
Por último, la vendedora aseguró que espera que su negocio muestre un repunte al acercarse la época de graduaciones, sin contar con los eventos de bodas y fiestas de XV años que hay a lo largo del año.
HUIR DE LA CRISIS… VIAJANDO
Aunque la compra de ropa es comprensible si se tienen compromisos sociales que cumplir, lo que se esperaría en tiempos de crisis económica sería el ahorro en servicios que no son considerados como básicos.
Para fortuna de algunos comercios esto no sucede, pues existen ciudadanos que reservaron efectivo para lo que muchos considerarían un lujo: viajar.
Así en plena crisis económica Lourdes Rentería, encargada de una de las agencias de viajes de Reynosa reportó que su negocio reportó un ligero repunte en sus ventas a comparación del año 2008.
“El año pasado se mantuvieron las ventas bien, inclusive subieron en comparación con el 2008, podría decirse que fue un año productivo. El primer bimestre de 2010 lo comparo a 2009 y sólo bajó un 10 por ciento pero ya terminando Semana Santa, la gente volvió a viajar.
“Al principio del año vimos que estaba un poco bajo y pensamos que así iba a seguir, pero gracias a Dios la gente se animó a viajar y no podemos quejarnos de este bimestre, salimos con buenos números”, mencionó.
Según comentó la entrevistada, la clientela que acude a las agencias de viajes varía mucho en cada temporada y eso ayuda a que el negocio se mantenga constante.
Sin embargo, en su mayoría se enfoca a vacaciones familiares o luna de miel. Para Rentería, la crisis económica se ha manifestado en que sus clientes buscan paquetes menos costosos.
“Nosotros siempre les buscamos las mejores opciones en cuanto a hoteles. La gente sigue viajando pero ahora no se va a lo más lujoso, bajan un poco la calidad, pero siguen viajando”, dijo.
La encargada de la agencia de viajes, admite que a comparación con otros negocios de servicio, ellos se han mantenido con buenos números, a pesar de la decadencia económica y los eventos de inseguridad que afectaron a buena parte del comercio en la ciudad.
“El primer bimestre bajó pero afortunadamente no como se esperaría de todas las noticias que hemos tenido con la inseguridad y todo eso, sólo registramos un ocho o diez por ciento de pérdida, que realmente no es nada.
“No sé a que se debe esto, porque también comentamos con los clientes que vienen que muchos de ellos tienen un negocio y nos dicen que han disminuido sus ganancias un treinta o cuarenta por ciento en relación con sus ventas de otros años”, relató.
El negocio que maneja según la entrevistada, nada tiene que ver con vanidad sino con un servicio de relajación.
“Este es un negocio de servicio, vendemos tranquilidad, esparcimiento y relajación. También tenemos viajes de negocio, pero principalmente estamos enfocado al descanso y la diversión familiar”, finalizó.
VIVIR DE LA VANIDAD
Uno de los negocios que más han sido favorecidos con la preferencia de la ciudadanía en medio de la crisis económica son las estéticas.
Los cortes de cabello, cambios de imagen, tratamientos de belleza o peinados, siguen teniendo demanda entre la ciudadanía, reportó el presidente de la Asociación de Estilistas de Reynosa, Eloy Loera, quien asegura que a pesar de haber perdido a la clientela que venía de Estados Unidos, ha sobrevivido.
“Hemos tenido días tranquilos, pero bajos como otros negocios no, estamos de forma regular. No sentimos tanto el golpe de la crisis económica aunque ha bajado porque nuestros principales consumidores venían de Estados Unidos, pero no nos quejamos.
“Sobrevivimos porque la ciudadanía de Reynosa nos apoya igual que siempre. Las personas ahorran para un corte de pelo o en los días festivos como el 14 de febrero o el 10 de mayo tenemos clientes”, comentó.
Según el representante de los estilistas, por lo menos el corte de pelo es un servicio de primera necesidad, que no deja de tener demanda.
“La gente nunca deja de venir, por ejemplo en hombres es necesario cortarse el cabello cada mes. Un tinte o unas mechas ya es algo aparte, pero todavía viene la clientela, nos siguen sosteniendo”, dijo.
El gusto de verse y sentirse bien no sólo se aplica en vestido o en servicios de relajación, también en otros negocios que viven francamente de la vanidad de los clientes. Tal es el caso de los consultorios para bajar de peso y las cirugías plásticas, un servicio que cada vez tiene más auge en Reynosa.
Anahí Rueda, licenciada en Nutrición quien atiende un consultorio para control de peso expresó que, si bien al inicio de la crisis tuvo una ligera baja en sus pacientes, la situación ha ido mejorando.
“A partir de octubre el negocio empezó a bajar pero es normal porque la gente no hace dietas en invierno. Para enero y febrero observamos un alza y seguimos manteniendo una clientela cautiva. Hemos observado que a pesar de la crisis la gente guarda su dinero para venir a consulta y con mayor razón porque mantenemos los mismos precios de hace dos años”, explicó la nutrióloga.
La entrevistada rechazó que su consultorio sobreviva por la vanidad de los pacientes, pues el control de peso es una cuestión de salud.
Otro mercado creciente es el de los cirujanos plásticos. Vidkar Iván Campos Martínez, cirujano plástico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica y uno de los especialistas más solicitados en la ciudad, admitió que aunque en el año 2009 tuvo una baja en sus pacientes, no registró las grandes pérdidas de otros negocios.
“El año pasado hubo una disminución del número de procedimientos que se realizaron en el año, los meses más bajos fueron septiembre, octubre y noviembre. Este año nos recuperamos, este es un mercado que también le pegó la crisis económica pero aún así mantiene un buen índice de demandas”, dijo.
El especialista no abundó en detalles sobre los precios de los diversos tratamientos que ofrece, aludiendo que el presupuesto se personaliza dependiendo de cada paciente, y también porque cada cirujano maneja distintos precios.
“Dependiendo los grupos de edades, la gente busca el procedimiento; puede ser en la cara, o el cuerpo, pero lo que más atiendo es la cirugía de contorno corporal o la lipoescultura”, mencionó.
Campos Martínez, aseguró que no importa cuál sea la situación económica, su especialidad siempre va a tener una clientela segura.
“Yo creo que (la cirugía) es un mercado que siempre va a tener demanda. La gente la busca como un objetivo puramente personal para tratar de mejorar la armonía, la apariencia física y sí ayuda bastante a mantener la armonía interior y exterior”, ultimó el galeno.
Aunque estos negocios se consideren gastos innecesarios o de vanidad, lo cierto es que gracias a que siguen ofreciendo sus productos o servicios, la economía ha mostrado un ligero repunte y sobre todo los empleos de quienes trabajan en ellos se han mantenido.
Para quienes trabajan en el rubro de la belleza o vanidad es importante que aunque haya escasez de dinero la ciudadanía no deje de consumir estos servicios.
“Le decimos a la gente que no se desanime por la crisis. Más a los que tienen negocios, porque todos vivimos de todos, entonces en días buenos o malos tenemos que seguir adelante”, finalizó Eloy Loera, presidente de la Asociación de Estilistas de Reynosa.