Cuando la mayoría de los chicos de su edad se encontraban en la comodidad de su casa, él pasaba su infancia en un orfanatorio, donde creció y fue enseñado a servir a la sociedad. Por demás sencillo, Tito Quiroz Angulo comparte lo que son parte de sus experiencias en el estudio de Hora Cero.
“Me gustaría mencionar que la asociación Impulsa Reynosa nos trajo aquí, por medio de Marcos Olivares, y me siento muy contento de haber venido”, asegura.
El también abogado de profesión, pero músico por convicción, pastor y conferencista menciona lo que para él significa haber sido galardonado con el Premio Nacional de la Juventud.
“Es la distinción máxima que otorga el gobierno a los jóvenes y es un honor poder estar para empezar con nuestro presidente, Enrique Peña Nieto, y aunque sea polémico, a final de cuentas nos dio la oportunidad de poder entregarle una Biblia, hablar de los principios que estamos promoviendo, que es el amor, el servicio y menos crítica, haciendo la diferencia con algo propositivo”, expresa.
Señala que el Premio Nacional de la Juventud es una distinción al esfuerzo de años de los jóvenes “que le echan muchas ganas y luchan por salir adelante” y comenta que este reconocimiento es una prueba de que se puede hacer una diferencia.
“Llega a ser una responsabilidad bien grande, pues para mí como galardonado ahora me toca impulsar a más jóvenes a que se motiven y que vean que pueden
lograr lo que ellos se propongan”, manifiesta.
> Porque ahora son muchos ojos los que están puestos en ti ¿no?
“Definitivamente, es el Premio Nacional, sí. Y esto creo que nos brindó mucha apertura, pero también un deber muy grande. Y me preguntaban –oye, ¿por qué la Biblia?– y bueno, porque es una característica en el amor, el servicio y la identidad en Cristo lo que me hizo entregarle esto al presidente.
“Y eso nos abrió puertas para estar visitando todo México. Preparatorias, Universidades y hablar con jóvenes de esta perspectiva de que es necesario romper paradigmas; empezar a buscar el amor y el servicio como método de revolución pacífica, para hacer un cambio”, define.
ESTRATEGIA MUSICAL
La visión de Tito Quiroz Angulo ha sido bien enfocada a ayudar a las personas por medio de la música, pero también con las cosas que pudieran ser más insignificantes, como él así lo refiere.
Relata además que “el haber estado desde muy chico en un orfanatorio” le ha servido para saber valorar las cosas que tiene y aprender a disfrutar cada momento en su vida.
Soy mexicano, y al igual que muchos mexicanos y jóvenes salimos al día y día con el esfuerzo. Y siempre he tratado de divertirme en todo lo que hago.
“Yo estaba con mis papás ahí en el orfanatorio, porque son misioneros y nunca fue algo triste, al contrario, al haber estado rodeado de muchísimos niños y hasta lavar carros y bolear zapatos se convirtió en una forma de salir adelante y siempre me gustó hacerlo con excelencia. Carro que lavaba carro que quedaba limpiecito y brillante.
“Creo que fue el estar día con día lo que nos llevó a poder lograr todo lo que estamos viviendo y bueno, la pregunta, sí, enseñamos con clases de música. Vamos a asilos, conventos, cárceles y centros de rehabilitación”, describe.
La razón de acudir especialmente a tales sitios, platica el entrevistado, es porque considera que “es importante llegar a donde nadie llega”.
“Un convento es un lugar cerrado, donde están en oración nada más. Este violín es el mejor ejemplo de una llave, porque es llegar, abrir el corazón de las personas, y por medio de la música poder expresar lo que sientes en cada melodía.
“Y mira, entrar con 30 monjitas, poderles enseñar música y motivar a los jóvenes a que vayan y vean que también pueden tener programas sustentables, es muy gratificante. Y al entrar a un asilo en donde a algunos abuelitos ni siquiera tienen piernitas debido a la diabetes, qué les enseñas.
“Pues dirección musical y es muy satisfactorio darte cuenta que están haciendo ejercicios con el movimiento de sus manos, que se están guiando por medio de la música, dirigiendo la Quinta de Beethoven. Pa papa pam… y de repente están muy emocionados sonriendo, y te encuentras con una libertad de pensamiento”, destaca.
Es precisamente ayudar a la gente a sentirse libre de sus problemas y brindarles los medios para que consigan mantenerse felices, es uno de los propósitos que Tito busca.
“Y cuando empecé a entrar a la cárceles al ver a jóvenes dentro de estas celdas, noté que la libertad no es solamente poder salir de un lugar, sino que la libertad está en el pensamiento y el poder hacer libres a los jóvenes con la verdad en Cristo, me dio la oportunidad de hacerme admirador, de buscar estos segundos en los que puedes ayudar a liberar a las personas por medio de una verdad en Cristo”, argumenta.
CAMBIO DE ACTITUD
Lleva un segundo nada más tomar decisiones, es una de las frases que Tito Quiroz utiliza para darle a entender a la gente que en ese segundo su vida puede cambiar.
“Y por eso he estado visitando todos los lugares posibles, platicando a miles de jóvenes estas formas de vida, que es una forma revolucionaria en el amor y el servicio.
“Y han sido muy bien aceptadas, ¿y saben por qué?, porque los jóvenes están buscando identidad, están buscando esperanza y fe. Y al tener el tiempo y los sueños en nuestras manos y ser esas cosas que no cuestan nada, tiempo, esperanza, fe, identidad, pues nada más es cuestión de seguirlo para notar los buenos resultados”, afirma.
Cabe destacar que este músico y conferencista tiene una asociación musical que después de acudir a lugares como las cárceles, se ha comprobado que la mayoría de quienes participaron ya no han reincidido con delitos.
“Nuestra asociación trabaja con una sinergia, un movimiento que se genera cuando empezamos a integrar a más personas. Es por eso que buscamos aquí con una chispita despertar cambios en los habitantes de Reynosa. Yo estoy seguro que la sociedad civil, trabajando con gobierno y con diferentes áreas empresariales vamos a poder tener un ascenso.
“Y quiero decir que cuando comenzamos a dar clases de música fue con el objetivo de hablar de Dios, pero al igual que eso integrar a más personas, como aquella señora que pensaba que no podía hacer nada y se la pasaba en su casa, el niño y todos iniciaron un cambio. Esto es lo que hace que México se mueva a un mejor futuro”, ilustra.
Tito Quiroz, muy sonriente a su estilo, no esconde su deseo de contagiar a la gente y convencerla de que puede hacer algo por su comunidad, pero sin quitar sus ojos de Dios.
“Y lo más hermoso y lo más bello que alguien pudo hacer por ti fue morir en una cruz. Así que sigue a Cristo con todo tu corazón, pero no olvides que tenemos la capacidad de ayudar, porque esto siempre va a ser un semáforo en verde.
“No importa donde estés y qué hagas, porque siempre vas a poder amar y servir. Y esa es la respuesta para lo que estamos viviendo hoy en Reynosa. Es mi primera vez que estoy aquí y me siento muy bien con su gente. Es tiempo que no veamos a esta ciudad como un municipio, sino como un México.
“Y también es momento que empecemos a preocuparnos con acciones, asociaciones civiles como Impulsa Reynosa, con Marcos Olivares pueden ayudar y llevar esta sinergia, porque de esa manera se puede hacer una diferencia radical en el corazón de las personas”, puntualiza el joven que tiene audiencias con miles de jóvenes dentro y fuera del país.
Al final Tito Quiroz insiste en que la gente puede tener “el libro más comprado, pero el menos leído”, que asegura es la Biblia, pero exhorta a no ignorarlo, para encontrar la respuesta que cada quien busca para su vida.
“Es el tiempo de leerlo para poder comprender, conocer y expresar más este amor y asemejarnos a la identidad con Dios y así poder marcar una diferencia, porque si somos honestos no hay otro mejor camino”, finaliza.
