Contrario a su antecesor que se distinguía por su sonrisa y las bromas en su plática, el carácter del nuevo líder del Sindicato Autónomo de Operarios de Maquiladoras es más bien serio y formal, quizá por la formación militar con la que creció.
Al observar su trato con la gente es inevitable recordar –e inclusive compararle– con el antiguo secretario general que más tiempo estuvo al frente de uno de los sindicatos de maquiladoras en Reynosa.
Luego del fallecimiento de Angel Tito Rodríguez Saldívar, se respiran aires de cambio en el organismo. Y es que el 26 de septiembre, en vísperas de celebrar con un magno festejo el aniversario del gremio, el también diputado local falleció en la trinchera donde luchó las últimas décadas de su vida y en el lugar donde pasaba la mayor parte de su tiempo: el edificio del sindicato.
Según los estatutos de la organización sindical, la sucesión del cargo correspondía al secretario de organización y resolución de conflictos, José Piña Ortega, quien pocos días después del funeral asumió la dirigencia.
El nuevo líder admite que su nombre tal vez sea desconocido para la opinión pública y los medios de comunicación; sin embargo, no lo es para los trabajadores del sector industrial de donde él mismo proviene. Incluso dice sin tapujos que tiene la “escuela de Tito”, y piensa aplicarla en representación de los obreros agremiados. Entrevistado en las instalaciones del sindicato, en el edificio que dentro de poco llevará el nombre del antiguo titular, José Piña Ortega comenta cómo afrontará el nuevo reto que la vida presenta.
SABER COMO PIENSAN LAS HORMIGAS
A pesar de no haber nacido en tierras caleras, Piña Ortega se considera reynosense de corazón, desde que llegó aquí a vivir con su familia, hace más de 30 años. Hijo de padre militar y con varios miembros de su familia al servicio del ejército, se unió a las fuerzas armadas desde muy joven y permaneció en servicio hasta 1991, cuando se dio de baja para entrar a trabajar como operador de línea.
A partir de su ingreso a las filas laborales se involucró en los trabajos del sindicato, primero como delegado y años más tarde formando parte del Comité Ejecutivo, de tiempo completo. En opinión del nuevo titular del sindicato, quienes representen a los obreros deben saber de primera mano sus necesidades.
“El Comité Ejecutivo debe estar integrado por gente que viene de la línea, que conozca las necesidades y sepa cuáles son los requerimientos del trabajador. Nuestro jefe, que en paz descanse, les decía a los gerentes de Recursos Humanos: ‘si quieres saber cómo piensan las hormigas, tienes que convertirte en homiga’, y nosotros estuvimos trabajando en las líneas mucho tiempo y por eso tenemos el conocimiento de las situaciones que viven los obreros de maquiladora”, recuerda.
Dentro de sus funciones como parte del equipo de trabajo del sindicato, Piña Ortega se hacía cargo de más de 25 maquiladoras donde él mismo negociaba los contratos colectivos y atendía las peticiones de sus compañeros del gremio.
SINDICATO: TRABAJO DE EQUIPO
El entrevistado no tiene empacho en decir que, aunque carezca de estudios profesionales, el aprendizaje laborando detrás de un líder como Angel Tito Rodríguez ha sido su formación. La enseñanza que recibió de su ex jefe fue siempre trabajar en equipo con sus colaboradores, en este caso con los delegados sindicales de las empresas una premisa que ha tomado como propia desde el momento en que arribó al cargo.
“El trabajo en equipo es una de mis prioridades, ir de la mano con los delegados y con la gente. Cuando don Tito vivía nos recordaba que éramos un equipo y por lo tanto cada uno nos dedicábamos a mantener el buen ambiente laboral, la buena comunicación y sacar adelante los asuntos con los trabajadores que, si uno los deja, se convierten luego en problemas muy grandes.
“En este punto hay muchas oportunidades de mejora. Existen áreas donde tengo que reconocer que hemos fallado y es un reto que tenemos como sindicato y vamos a superarlo con el equipo de colaboradores que tenemos.
“Quiero trabajar muy de cerca con ellos y que nuestros trabajadores sepan que, aunque hay otro secretario general, tenemos ideas frescas donde queremos estar de la mano con los delegados sindicales, los gerentes de Recursos Humanos y siempre conciliando el beneficio de todos”, dice Piña Ortega.
En este sentido, considera que el diálogo entre las empresas y la base trabajadora es de vital importancia para el funcionamiento de la industria maquiladora.
“Tenemos que involucrarnos mucho con los delegados y los trabajadores, mantener una buena comunicación, escuchar sus requerimientos y atenderlos, porque existe un compromiso con ambas partes. Si no hay empresa, no hay trabajadores y viceversa. Como sindicato siempre hemos estado en la búsqueda del bien común”, enfatiza Piña Ortega.
ESCUCHAR LA VOZ OBRERA
“Podemos hablar de las necesidades económicas, es natural que todo el tiempo queramos más beneficios, es algo que yo personalmente viví, pero también sabemos que hay un mercado que generalmente está regulado. No queremos que pase lo que sucedió en Matamoros, cuando el señor Agapito vivía”, menciona Piña Ortega, al referirse a las principales necesidades de los trabajadores.
Y es que dice que, más que la búsqueda de nuevos ingresos, los trabajadores requieren que su voz sea escuchada y que se respeten sus garantías.
Opina: “Ellos requieren que los escuchemos, que como sindicato estemos al pendiente de sus necesidades, que tengamos presencia en sus lugares de trabajo y saber así que tienen el apoyo de su sindicato, donde nos pueden decir con franqueza cuál es su situación dentro de su empresa.
“Personalmente lo viví cuando estuve asignado a 25 empresas, esa era mi responsabilidad; saber cuál era su necesidad y escuchar también a los gerentes y dio resultado”, asegura.
Sin embargo, reconoce que no sólo con escucharlos se resolverán sus peticiones. Admite que la clase trabajadora tiene muchas deficiencias, mismas que fueron reconocidas por su predecesor al externar que el poder adquisitivo de los obreros disminuía cada vez más. Como un ejemplo de las deficiencias que enfrentan sus compañeros de las plantas se encuentra el área de la salud.
“Hay muchos compañeros que tienen necesidades personales, te puedo decir por ejemplo que el Seguro Social no cubre prótesis ni aparatos auditivos y es increíble cómo han batallado los compañeros en busca de estos servicios; aquí los canalizábamos con el secretario general y él les daba solución.
“Este es un punto que seguiremos trabajando y tenemos que mejorar. Estoy convencido que necesitamos mejorar en ese aspecto para que la gente se sienta apoyada en estas necesidades donde, por su salario, no es posible cubrirlas”, señala Piña.
En ese renglón, se integra al equipo de trabajo del sindicato una persona que siempre estuvo detrás de la obra social que se realizaba en el organismo, la señora Cristina León viuda de Rodríguez, a quien se le invitó a colaborar en el gremio.
La presencia de la viuda de Angel Tito Rodríguez dentro de las labores fue propuesta por el mismo Comité Ejecutivo, debido a la participación activa que siempre tuvo en la ayuda social al lado de su esposo. Sin embargo, contrario a lo que algunas personas maliciosamente comentaron, la viuda de Rodríguez no tendrá injerencia en las decisiones del organismo.
Incluso la propuesta inicial de integrarse en el gremio donde su marido invirtió los últimos 20 años de su vida, recibieron la negativa de la señora Cristina.
“Nosotros le hicimos la invitación, ella no quería, pero logramos convencerla porque creemos que tiene mucho potencial en la ayuda social, tiene experiencia y es una persona con muchas ideas frescas.
“La señora Cristina viene a ocupar una posición honorífica, no está dentro de un Comité Ejecutivo ni de las comisiones, viene de forma desinteresada. Nos ayudará para apoyar a toda la gente en conexiones, médicos, psicólogos, las necesidades de esa índole que llegan al sindicato.
“No va a recibir un sueldo por el trabajo que realizará, ella así lo decidió. En este punto queremos transmitir la seguridad a los gerentes de Recursos Humanos, el sindicato se queda en manos del equipo de trabajo de Tito Rodríguez, no de su esposa”, aclara el nuevo titular.
Y es que, según dice, la viuda de Rodríguez es además una figura afectiva para los integrantes del sindicato.
UN RETO DIFICIL DE SUPERAR
Con semblante sereno y meditando la respuesta, Piña Ortega profundiza en el nuevo reto que la vida le ha presentado. Pues una de las reglas autoimpuestas por el entrevistado al llegar a un nuevo lugar de trabajo es superar a quien estuvo antes que él; sin embargo, en este caso no será fácil ocupar el lugar de Tito Rodríguez en el sindicato.
“Definitivamente es un reto más grande. Es un espacio que nadie va a llenar, por eso mismo se convierte en un reto todavía más difícil. Sin embargo, el jefe (Tito) nunca fue un líder autócrata, él fue un demócrata que nos decía: ‘Yo les doy la oportunidad de que aprendan conmigo, de que adquieran conocimiento y de ahí lo apliquen’.
“Yo en lo personal digo con mucho orgullo que le aprendí mucho, estuve en muchas reuniones con él donde le aprendí tantas cosas que puedo decir que me dio la confianza de que nos encargáramos de nuestras plantas; a tal grado que nada más llegábamos con el documento y nos preguntaba” ‘¿está bien o está mal?’
“Tuve mucha confianza de parte de él. Así que aunque mi meta es siempre superar a quien estaba antes de mí, en esta ocasión superar al jefe es algo que no se puede, pero traigo la escuela de él, su enseñanza, y por eso tengo la tranquilidad de que vamos a salir adelante en esta nueva y gran responsabilidad”, asegura con confianza el nuevo secretario general.
PROYECTOS PENDIENTES
Nuevos retos, así como la continuidad de los proyectos que se quedaron encaminados, ésa es la responsabilidad del nuevo líder sindical. Uno de los propósitos anunciados ante la prensa y los obreros es la construcción de un centro recreativo en el Parque Industrial Colonial para las familias de los trabajadores de las empresas maquiladoras, el cual asegura el nuevo dirigente no se dejará en el olvido.
“Se está trabajando en ese proyecto, aunque desgraciadamente con el deceso de don Tito suspendimos las labores. A la par de ese proyecto tenemos otras instalaciones donde queremos construir un aula de cómputo para que los hijos de los obreros o ellos mismos, tomen clases de inglés y computación, es uno de los proyectos que ya se tenían y a los cuales le vamos a dar seguimiento”, dice.
Por otro lado, asegura que además de la construcción de lugares de esparcimiento o de capacitación para los agremiados, existe dentro del sector industrial graves problemas sociales que afectan directamente a la productividad de los trabajadores, donde como sindicato se enfocarán en atender.
“Tenemos que reconocer que hay alcoholismo, drogadicción y violencia intrafamiliar en este sector, es donde también tenemos que trabajar mucho con los compañeros, acercándolos a las personas preparadas en la materia para que, libres de estos problemas, puedan alcanzar mejores posiciones dentro de las empresas”, propone.
A escasas semanas de ocupar el nuevo cargo, ya se reunió con los gerentes de Recursos Humanos de las más de 70 empresas afiliadas al sindicato, quienes le reiteraron su apoyo en la nueva faceta del organismo. Asimismo los trabajadores sustentan al funcionario que ocupa la secretaría general del Sindicato Autónomo de Maquiladoras.
Con todo, Piña Ortega pide la confianza de sus compañeros.
“Quiero decirle a los compañeros de la base trabajadora y a las cámaras, que me den la confianza y la oportunidad de demostrarles que el proyecto del sindicato sigue. Tengo nuevas ideas que me gustaría implementar y son para mejorar; quiza no soy muy conocido porque estaba detrás de don Tito, pero tengo el conocimiento adquirido por él y por la vida, me gusta trabajar y me gustan los retos”, puntualiza.
A sus 43 años el funcionario se enfrenta a un desafío que sabe que no es sencillo; sin embargo, tiene dos años para cumplir con su labor ya que finalizado este tiempo (según los estatutos del sindicato) los trabajadores serán convocados a elecciones para decidir si Piña Ortega siga en su cargo o se elige a otro secretario.