
La empresaria Juliana Aldrete, dueña de una panadería y restaurante, fue acusada en redes sociales de ser portadora del COVID-19 luego de publicar en Facebook fotografías de su viaje por Europa. Sin embargo y tras la controversia, desmintió estar enferma y mostró los exámenes que lo prueban.
Cuando se dieron a conocer los primeros casos de COVID-19 en el país, la ciudadanía entró en pánico pues temían que el virus que había matado a miles de personas en China hiciera lo mismo aquí y por supuesto, no querían contagiarse.
A través de redes sociales se viralizó el caso de una familia residente de Reynosa que regresó de vacaciones de varias ciudades de Europa, haciendo una escala en Italia, lo que preocupó a un grupo de padres de familia del Colegio Las Américas, donde estudian los hijos de la empresaria.
En sus redes sociales personales, Juliana Aldrete mostró fotografías de sus pasos por Italia y Francia, como regalo por sus cuarenta años de edad.
Las publicaciones fueron hechas el 4 de marzo del 2020, fecha que coincidió con la alerta roja emitida por el gobierno italiano tras alcanzar 15 mil infectados por Coronavirus y más de 100 milo muertos.
Sin embargo al ver las fotografías, un grupo de padres de familia del colegio exigieron saber si Aldrete y su familia se habían puesto en cuarentena al llegar y sí se habían sometido a una prueba para descartar la enfermedad.
Debido a la polémica, la mujer dio su versión sobre lo sucedido desmintiendo las acusaciones que la mostraban como un riesgo latente de contagio.
Mencionó que tanto ella y sus hijas estuvieron tres días en Italia, pero que se sometieron a un protocolo sanitario implementado por el gobierno de Estados Unidos, arrojando que no eran portadores del COVID-19.
La empresaria dijo que las acusaciones de los padres de familia derivaron en una discusión verbal, pero además afectaron su negocio y su tranquilidad.
“Yo ingresé a Estados Unidos en un avión de American Airlines procedente de Francia, con la ley que ahorita tiene el presidente, Donald Trump, en la que a todas las personas que arribamos del extranjero nos aplicaron controles muy estrictos para descartar cualquier enfermedad, de lo contrario no nos hubieran dejado pasar.
“En ningún momento el gobierno americano habría permitido que nosotros entráramos por el aeropuerto internacional de Dallas, Texas, si nosotros viniéramos mal con Coronavirus”, comentó.
Detalló que en la unión americana los filtros sanitarios fueron muy estrictos, pues era muy importante descartar la enfermedad en los viajeros.
“A todo mundo se le preguntaba cuánto tiempo y dónde estuvo. Te revisa el Custom (Aduanas), te toman temperatura y huellas digitales. A toda persona sospechosa se la llevaban a otro lugar que desconozco.
“Pero en lo que yo pude ver cuando se ingresa de un país foráneo a la Unión America pasa a los pasajeros por filtros y estamos hablando de miles de gentes que están arribando”, agregó.
A pesar de haber estado en Italia, dijo que no les tocó enfrentar el momento en que la situación se puso difícil en el país europeo, pues solamente estuvieron del 3 al 5 de marzo.
Comentó que la razón por la que decidió hablar con la prensa fue para poner fin a las especulaciones y rumores de la gente, que estaban afectando los aspectos personales y profesionales.
Cabe señalar que al cierre de esta edición ni la empresaria o alguno de sus familiares ha manifestado síntomas del COVID-19.