Esta organización –encabezada por el pastor Joshua Muse– no solamente predica la palabra de Dios, también ayuda a las comunidades más desprotegidas con alimentos, ropa y servicios médicos. Además, tiene un albergue para atender a familias de migrantes en situación vulnerable en la ciudad de Reynosa. Gracias a esta labor benéfica ahora se encuentra representada en varios países alrededor del mundo, desde el continente americano, hasta África y Europa, a donde comparte el mensaje de Jesucristo y realizando a la par activismo social.
Hace una década, un joven norteamericano originario de Dallas, Texas, se encontraba en un viaje misionero en México sin imaginar el giro que su vida daría. Estaba en un interinato estudiando la maestría de Negocios, tras pasar varios años trabajando con comunidades africanas, cuando sintió un fuerte llamado de Dios para la frontera de Tamaulipas.
Él confiesa que eso no estaba en sus planes pero sería el preámbulo del nacimiento de Kaleo Internacional, convertida a través de los años en una de las organizaciones cristianas más importantes del mundo (en la que él es el fundador y director).
“El Señor me trajo aquí, fue en el tiempo de la violencia. Estaba visitando varios pueblos de la frontera cuando todavía me encontraba estudiando en los Estados Unidos. Visitaba México para hacer viajes misioneros y ayudar en el tiempo de la violencia.
“Llegué aquí a Reynosa y Dios tocó mi corazón y yo sentí que me estaba llamando aquí a México. Mi esposa estaba de acuerdo y nos movimos. Originalmente pensábamos que viviríamos en África, pero sentimos del Señor el mudarnos a Reynosa, entonces, tenemos 10 años viviendo acá”, compartió.
Entrevistado en el que ahora es un instituto para entrenar a misioneros, Joshua relató cómo es que tuvo comienzo este gran ministerio sin fines de lucro.
“Aquí empezó Kaleo. Inició planteando una iglesia y después fuimos a la zona de los basureros para ayudar a la comunidad y entregar comida a la gente que vivía ahí y recogía cosas de la basura. Empezamos una labor ahí ayudando a los drogadictos, a las prostitutas. Mi esposa y yo estuvimos ministrando mucho y conseguimos un terreno muy cerca, pensando en levantar una misión para ayudar a la comunidad.
“Pero muchos años después, cuando empezó la situación de los migrantes decidimos usar este lugar para apoyarlos. Entonces, Kaleo nació de esta forma, ayudando a la comunidad y obviamente predicando la palabra de Dios y plantando iglesias”, relató.
Pudiendo pasar una vida cómoda en su propio país, Joshua Muse decidió trabajar en comunidades pobres, entregándose al servicio de la gente de manera permanente, al igual que un gran equipo de colaboración como las pastoras Paulien Naber, al frente del albergue, y Gabriela Ocampo Ramírez, en el ministerio de las iglesias, entre otras muchas valiosas personas.
“La verdad es que cuando Dios llama a alguien a un lugar va a poner un amor en su corazón por este lugar”, expresó.
Para quienes desconocen el trabajo que Kaleo efectúa dentro de las comunidades, esta organización fue crucial en el apoyo durante la época de la pandemia del Covid–19. También ha asistido a poblaciones vulnerables durante el azote de fenómenos naturales como terremotos, incendios e inundaciones en México y otras regiones del mundo.
RESCATANDO LA FAMILIA
Por su parte, Gabriela Ocampo Ramírez es la encargada del pastoreo de varias iglesias de Kaleo y supervisa la zona norte de México.
“Bueno, yo soy del centro del país, de Morelos, un Estado muy lindo, de mucha agua, muchas flores, mucha vegetación, pero en verdad estar aquí en Reynosa es un reto, pero amo a esta ciudad. Ahora mi corazón está aquí y ciertamente como dijo el pastor Joshua, te pone en tu corazón, te habla de muchas maneras y él puso en mi corazón venir a esta ciudad para trabajar en su obra aquí.
“Entonces, el pastor Joshua habla mucho de cómo ayudamos a la gente, en momentos de desastre, repartimos provisión, despensas, apoyando a toda la comunidad, pero también tocamos esta parte de la familia, porque el trabajo pastoral tiene que ver con ir y tocar el núcleo familiar. La familia que hoy está siendo sacudida en sus fundamentos. Entonces, vamos con las personas que están siendo quebrantadas”, explicó.
Señaló que hoy en día una de las instituciones sociales presentes en la mayoría de las culturas del mundo requiere del apoyo espiritual para mantenerse fuerte.
“El matrimonio necesita mucha ayuda. Los hijos necesitan mucha ayuda. Entonces, trabajamos en pequeños grupos que les llamamos Grupos de Vida. Nos podemos reunir un día a la semana que es el domingo, pero entre semana trabajamos en estos pequeños grupos tocando la familia. Entrando en estas cosas específicas, problemas familiares, problemas matrimoniales; tenemos grupos de familias y hacemos grupos de matrimonios y tenemos incluso grupos de niños.
“Entre semana tenemos grupos donde juntamos en algunas colonias niños y les enseñamos cuestiones espirituales que habla la Biblia, pero también valores, el amor a los padres, el respeto a los ancianos, el amar a tu país, valores que se están perdiendo. Entonces, fomentamos todo esto, la unidad familiar y este amor hacia Dios también. Siempre con esta visión de tener un encuentro con Dios”, mencionó.
Ocampo Ramírez, se siente agradecida de tener varios años colaborando con Kaleo y poder servir a otras personas.
“Ha sido un reto para mí, pero es tan hermoso caminar con este hermoso equipo, porque somos un equipo, hay más gente detrás, pero es increíble cómo puedes hacer mucho con personas que se unen en un mismo sentido”, destacó.
–¿Ya estaba usted aquí cuando ocurrió el temblor de Jojutla, Morelos?
“No, de hecho ellos habían mandado unos tráileres de ayuda desde aquí. Yo ya era Kaleo en el centro del país, ya había una base y estaba participando allá. Cuando pasó esto del terremoto (el 19 de septiembre de 2017), fue una experiencia increíble. Yo estaba en el noveno piso de un hospital, había ido a ver a una amiga. Su esposo estaba hospitalizado y mientras yo estoy ayudando empieza el terremoto. El hospital se sacudía y fue difícil.
“De hecho en Jojutla, en una de las partes más afectadas por el sismo tenemos grupos de Kaleo ahí trabajando. Y ellos desde aquí (Reynosa) mandaron camiones de ayuda y los equipos allá fueron a las comunidades a repartir la provisión, arroz, frijol, comida enlatada y ropa. Andábamos en la medianoche en los poblados perdidos, ayudando”, narró.
DE PAÍSES BAJOS PARA MÉXICO
Kaleo tiene también un refugio que de día y noche ayuda a los migrantes en la frontera. La pastora Paulien Naber, quien es la directora, tiene ya cerca de tres décadas sirviendo en Reynosa desde que dejó su natal Holanda. Ha trabajado con niños y ahora con migrantes.
“Y el llamado de Dios también para venir, como dijo el pastor. Todos tenemos el llamado de estar aquí y Dios te da las fuerzas también. En realidad, yo vine por un año y tengo 27 años en esta ciudad. Vine en dos ocasiones en un viaje misionero corto. Nos quedábamos en una casa hogar en el centro y la segunda vez me enamoré de los niños y dije, quiero regresar. Después regresé por un año y me quedé aquí”, platicó.
De 1997 a la fecha, han cambiado muchas cosas. Paulen está en Reynosa desde antes que nacieran las generaciones del presente siglo y conoce muy bien esta ciudad y sus costumbres. Algunos niños a los que comenzó ayudando ya son adultos y hasta padres de familia.
“Después surgieron otras cosas, estaba enseñando en una escuela, después fui a otra casa hogar, un orfanatorio y en realidad hasta hace dos años todo ese tiempo había trabajado en casas hogar con los niños, pero también llegué a un punto de mi propia vida de cambiar y hacer algo diferente. La verdad quería salirme de Reynosa. Inclusive, hace como tres años cuando todos los migrantes estaban en la Plaza de la República, enfrente del Puente Internacional, fui dos veces con amigos a ministrar allá y dije, no es mi ministerio, pero sorpresa, hace dos años Dios me llamó con los migrantes para trabajar con ellos.
“Y lo disfruto bastante, que podemos ayudar a la gente, darles un valor. Muchos de ellos vienen y usualmente son migrantes. Y les decimos que son hijos de Dios, que tienen un propósito en su vida, que tienen un valor”, admitió.
ENCAUSANDO VIDAS
La colaboración de los misioneros de Kaleo tiene un significado espiritual invaluable, pero también el aporte que están haciendo con los emigrantes que están de paso por la frontera es muy importante, pues se van a integrar a otra cultura que son los Estados Unidos, un país con diferentes leyes, por lo que deben aprender a educarse.
“Lo que nosotros hacemos es que siempre intentamos hablar con la gente de cómo hacer las cosas bien, instruirla. Tratamos siempre de educarle y especialmente a la comunidad de los migrantes, de cómo hacer las cosas bien para que ellos puedan integrarse a una nueva cultura y no vivir en las sombras ni una vida escondidos, para que no estén en las afueras de la sociedad y puedan participar”, expresó Joshua Muse.
–De alguna forma un ciudadano que asiste a la iglesia, que recibe de la palabra de Dios y al que ustedes orientan, es un ciudadano que probablemente no se va integrar a las filas del crimen o tomar el camino de las drogas. ¿Será una persona que estará más informada y preparada para la vida?
“La verdad, la única manera para cambiar lugares donde hay delincuencia y violencia, la única forma de cambiarlo es cuando los corazones de las personas cambian. La mayoría de las personas que ahorita andan haciendo cosas de crimen organizado vienen de familias destruidas y pobreza extrema.
“Muchas de las personas que andan en la delincuencia tuvieron un momento en sus vidas cuando ellos eran niños de familias destruidas, y si alguien hubiera llegado a esta familia antes para ayudar a rescatarla, para predicarle la palabra de Dios, darle una nueva manera de vivir, tal vez esta persona podría estar teniendo una vida completamente diferente.
“Entonces, nosotros creemos que el evangelio es la única respuesta para la sociedad. Predicar la palabra, pero también enseñar valores fundamentales, básicos, para que la gente pueda cambiar y cuando hay un corazón cambiado, que solamente Dios puede hacer esta obra, la sociedad va a empezar a cambiar, las familias van a cambiar, las comunidades van a cambiar para que las naciones puedan cambiar”, agregó.
En Kaleo le dan la oportunidad a las personas que probablemente no recibieron en otro lugar. Incluso, la labor social que esta organización realiza es paralela a la de los gobiernos, ayudando a recuperar el tejido social y rescatar a gente de las calles.
“Qué difícil es poder ayudar a gente de otras culturas también, pero tenemos un equipo multicultural, gente de Países Bajos, de Estados Unidos, de Nueva Zelanda, de Inglaterra, un equipo muy variado y todos juntos estamos haciendo esta labor, no podemos decir ‘es la victoria de uno solo’, todos estamos aportando algo, pero en verdad las familias necesitan mucha ayuda, nuestros niños, nuestros jóvenes, tenemos grupos de jóvenes también, niños que no tienen un padre, entonces tenemos figuras fuertes de padres que están ayudando a formar a otros niños, adolescentes también; trabajamos mucho con niños en la iglesia y fuera de la iglesia”, subrayó la pastora Gabriela Ocampo Ramírez.
Además, en Kaleo hacen eventos para los niños, con el propósito primordial que tengan una vida mejor.
“Rifamos bicicletas, regalos, pero en verdad no solamente es porque queremos regalarles, es un pretexto para atraerles y hablarles acerca de este mensaje que puede cambiar sus vidas y ayudarle a los padres, porque los padres necesitamos fortaleza, sabiduría y esa sabiduría está en este libro de la vida.
“Porque la Biblia no es un libro religioso, la Biblia es un manual de la vida que nos enseña cuál es el rol del padre, cuál es el rol de la mamá. Cómo se educa a los hijos, cómo se corrige a los hijos, cómo debe ser la relación con la suegra, con el cuñado, con la familia, con todo el entorno que te rodea”, aseguró.
Una de las visiones de esta organización es respetar a las personas en los cargos públicos y trabajar en conjunto como una comunidad.
“Porque no solamente hablamos de honra a Dios. Honra a tu autoridad. Oramos por la gente que está en autoridad, oramos por los presidentes, por la gente que está gobernando y ahora que vienen las elecciones estamos pidiendo a Dios que ponga personas que le honren, sabias, que tengan temor de ti, que sean personas que amen verdaderamente a este país”, pormenorizó.
SALVANDO VIDAS
Sobre la importancia de hacer las cosas bien y ordenadamente como lo es mudarse de un país a otro, de alguna manera el albergue de Kaleo no soló ayuda a los inmigrantes, sino también les permite que no se expongan al cruzar de manera ilegal el río Bravo. Por el contrario, los orientan para que cumplan el procedimiento adecuado de inmigración solicitado.
“En realidad, cada migrante tiene una aplicación digital en su teléfono, donde ellos piden cita para ingresar a los Estados Unidos legalmente. Cada día solicitan una cita y escuchan si les autorizan o no. Ha sido para ellos difícil un tiempo de espera, pero también aprovechamos para animarlos y motivarlos. Saben que hay esperanza de que pueden cruzar y hacer las cosas correctamente.
“Porque cuando no lo hacen correctamente al final hay consecuencias que en realidad no quieren para su vida, entonces, esto es mucho de motivar y hablar con ellos. Pero también viendo que los Estados Unidos no es la tierra prometida tampoco. Les dejamos ver que no es lo único, que entran en los Estados Unidos y no se les arregla la vida. Les explicamos que ahí también va a ser difícil pero que Dios tiene un propósito con su vida, de que pueden lograr buenas cosas en su vida.
“Y han pasado personas que tienen, por ejemplo, buenas profesiones, que han estudiado la universidad o tenido buenos negocios, pero por las mismas situaciones han sentido la necesidad de huir y venir al norte e intentar entrar a los Estados Unidos. Pero para mí es bien importante que ellos puedan ver que tienen la capacidad para lograr algo en su vida. No solamente es entrar a los Estados Unidos. Ahí apenas empieza el camino que ellos están haciendo, así que siempre intentamos involucrar esto en las pláticas que tenemos con ellos.
“Al mismo tiempo estamos preparando a la gente, tenemos clases de inglés que uno de nuestros compañeros está implementando; hay pláticas de organizaciones internacionales, del cómo puede hacerse con una aplicación, lo que implica esto, qué puede hacerse en los Estados Unidos para llevar el proceso de una manera correcta y exitosa”, detalló la pastora Paulien Naber.
Comentó que este centro de ayuda humanitaria desde que entró en operaciones ha podido beneficiar a miles de personas.
“Abrimos el albergue en abril de 2022. Fue un tiempo donde apenas se estaba trabajando con un sistema de excepciones. Ya tenemos más de dos años en funciones y hemos visto como cuatro mil personas pasando por ahí. Tenemos una capacidad de 170, algunas veces un poquito más o poquito menos”, refirió.
FRONTERA MULTICULTURAL
Estando Reynosa en una de las rutas más importantes de la migración humana, los entrevistado reconocen que vienen aquí personas de muchas latitudes, desde el continente americano, pero también de Europa, de Asia, de África.
“Nosotros ahorita estamos trabajando con puros ciudadanos haitianos, en algún tiempo hemos tenido centroamericanos, venezolanos también, todos son bienvenidos, siempre y cuando que sean una familia, porque nosotros trabajamos con familias. En la cuidad también han habido europeos, están diciendo que también de Asia, que también me llama la atención. Una vez, una persona de África estaba en la puerta con nosotros, pero ahorita estamos trabajando con la población haitiana”, mencionó Naber.
–Y vaya que el tema de las migraciones puede ser complejo, pero en la labor de apoyar al migrante en su organización lo entienden muy bien. El mismo Jesucristo fue también extranjero en Egipto. En ese sentido ¿cómo ustedes, pastor Joshua, le hacen para poderse organizar considerando que son tantas las cosas que están haciendo? Están con la iglesia, con el albergue y brindando alimentos en las calles.
“Nosotros tenemos un equipo increíble. Tenemos gente en cargo de diferentes regiones, diferentes zonas y diferentes áreas de trabajo. Aparte de eso tenemos iglesias de Kaleo en diferentes partes del mundo que están haciendo el mismo trabajo en sus propios países.
“La primera iglesia surgió en Reynosa, es la base. Tenemos iglesias en los Estados Unidos, tenemos un instituto para preparar pastores y misioneros aquí en Reynosa y hemos tenido gente de 38 diferentes naciones que han llegado para estudiar aquí”.
“Vienen para ser capacitados. Éste es un instituto para entrenar a misioneros y pastores. Hemos tenido gente que viene de Europa, tenemos una iglesia en España. Tenemos en los Estados Unidos, en Canadá, también en diferentes partes de México. Tenemos una base en Kenia, África, para entrenar misioneros, tenemos iglesias en diferentes naciones africanas, en Sudán. En Uganda, Tanzania, tenemos iglesias en toda esa zona, porque yo era misionero ahí antes.
“Y cuando fundamos Kaleo ya tenía un montón de amigos ahí con quien trabajaba antes y fue más fácil levantar institutos, iglesias en toda esta zona. Tenemos misioneros e iglesias en 12 diferentes países”, ilustró.
KALEO EN LA PANDEMIA
Durante la crisis humanitaria del Coronavirus, esta organización cristiana internacional estuvo destinando ayuda a alrededor de 15 mil familias.
Además, distribuyó una donación para clínicas, camas, medicamentos, instrumentos, que fueron entregados a los centros hospitalarios, uno de esos es el Hospital General de Río Bravo.
“También ayudamos al Hospital Materno. Un día una organización me llamó diciendo que tenía equipos para hospitales nuevecito. Muchas cosas nuevas y otras funcionales, instrumentos muy buenos y específicos. Ellos querían mandarlas a Honduras, pero había problemas con la aduana, así que me preguntaron si quería recibir este tráiler y le dije que sí.
“Así que donamos esto a los diferentes hospitales en Reynosa, para ayudar a la comunidad. No queremos nada de ellos, ningún centavo. Queremos ayudar a la comunidad desinteresadamente”, mencionó Joshua Muse.
–Históricamente el tema de las migraciones es bien interesante porque lo vemos desde la época de la Biblia. Los israelitas fueron a Egipto, luego estuvieron en el desierto, en las diásporas de Babilonia, y luego con el Imperio Romano. ¿A lo que usted conoce y su experiencia, hacia donde van las migraciones hoy, es esta ruta a los Estados Unidos y hacia Europa. Son básicamente estas dos rutas actuales?
“La gran mayoría de la gente de África y Medio Oriente, quiere llegar a Europa, y en Latinoamérica y el Caribe, la ruta es hacia Estados Unidos y Canadá. Y en mucho están motivadas por la pobreza extrema, por violencia y guerras. La gente a fin de cuentas está huyendo de cosas que están pasando en sus países para llegar a un lugar donde piensan que pueden tener una mejor vida”, consideró.
UN VÍNCULO DE AYUDA
Por su parte, la pastora Paulien Naber reconoció que algunas personas se acuerdan de que alguna vez recibieron apoyo en Kaleo y se muestran muy agradecidas por eso.
“Sí, yo todavía veo que hay migrantes que han cruzado y aún tienen contacto con nosotros, que nos dan las gracias. Hasta ha habido algunas personas que nos dicen, ‘ustedes nos han dado a nosotros, ahora quiero mandar una pequeña ofrenda para ayudar mis compatriotas y al trabajo que ustedes están haciendo’. Otros que dan las gracias o que me dejan saber cómo están y en realidad hay algunas historias bien bonitas.
“Hubo un tiempo donde estaba una niña bien enferma que llegó con nosotros, que finalmente pudo cruzar, que estuvo en el hospital mucho tiempo, que tuvo un transplante de hígado y de repente su papá nos manda fotos y videos diciendo cómo está gracias a lo que ustedes podían ayudarnos y en realidad estos son tesoros que tú ves. La gente está agradecida, por caminar un tiempecito con ellos, en este caso fue una vida que fue salvada, pero también he visto personas que sus papás eran pastores y ellos huyeron de Dios, hasta que vinieron a este lugar y se encontraron otra vez con Dios y nos preguntan dónde está Kaleo en los Estados Unidos, que nos dicen que están yendo a una iglesia pero que quieren tener contacto con Kaleo también.
“Estas son cosas bien preciosas. Claro que no estamos en contacto con los cuatro mil que pasaron (risas), porque porque sería un trabajo muy extenso, pero sí hay personas con las que tenemos contacto y nos da mucho gusto ver que les está yendo bien. Y algunas veces no les está yendo bien, nos hablan y nos dicen, ‘pastora, ora por mí porque estoy enfrentando esta situación’”, compartió.
Y es que se crea un vínculo afectivo con las personas que apoyan, lo cual habla del gran trabajo que realiza Kaleo ayudando en las comunidades.
“Nosotros no solamente trabajamos con familias de la ciudad. Nuestra meta es también tener un ambiente familiar dentro del refugio de los migrantes. Platicamos mucho con la gente. Cuando ingresan nos sentamos con ellos, platicando, cómo les fue en el viaje, cuánto tiempo tienen aquí, para conocerlos un poquito mejor; qué trabajo estaban haciendo en su país de origen, porque muchos de ellos (de los haitianos) llegaron de Chile, de Brasil y poquito más reciente hemos visto que vienen de Haití.
“Les preguntamos qué vida llevaban, qué saben hacer. Quiénes son, cómo les fue en el viaje. Y eso nos ha ayudado a mantener ese ambiente familiar y que también la gente se exprese, que se sienta escuchada, no solamente que entren en el refugio y sean el número tal, sino que realmente tienen una relación con las personas. De esa manera se sienten también importantes, que son una persona, que alguien los está escuchando”, remarcó.
Recordó la directora del albergue que los inmigrantes atraviesan por muchas condiciones durante su travesía y en alguna casos sufren maltrato y peligros.
“Y llevan traumas en su corazón y no han encontrado personas en su camino que han tenido confianza con ellos, entonces, es bien bonito cuando ves que una persona abre su corazón y empieza a platicarte, que ves que les pasó esto u otro. Y muchas veces, simplemente al escucharlos, ya ayuda a una parte de la sanidad”.
–¿Las personas de Reynosa que no sabían de Kaleo, que les gustaría asistir a un servicio, en dónde encontrarlos?
“Tenemos en la ciudad de Reynosa dos localidades. Una es aquí, en la colonia Solidaridad, con servicios los domingos a las 4:00 de la tarde. Los martes tenemos oración a las 7:00 de la tarde. La calle es Morelos número 205. Y también tenemos otra iglesia en la Jacinto López, a la altura de Chedraui. La calles es Jaime González Aguilera número 515, ahí tenemos los domingos a las 10:00 de la mañana, ahí nos pueden visitar.
“Tenemos otra iglesia en Río Bravo y también son bienvenidos a las 11:00 de la mañana. Por Facebook también nos pueden contactar en Kaleo Internacional Reynosa y tener más información. También hay otra iglesia en Hidalgo, Texas, y también por la página pueden buscarnos para encontrar toda la información. En Matamoros estamos también una misión en la colonia Brisas, los domingos a las 5:00 de la tarde tenemos también un servicio”, informaron.
Kaleo Internacional es una institución que ayuda y lo hace de una manera integral, en muchos de los aspectos que una persona pueda necesitar, sin importar su raza, creencia religiosa, posición social o nacionalidad, Kaleo abre las puertas a todas las almas que lo necesitan.