Si hay un lugar donde es posible encontrar muchas sorpresas, entretenimiento y al mismo tiempo el impulso para poner en práctica las ideas es en el “McAllen Creative Incubator”, un centro de innovación que cada año alberga una de las exhibiciones más esperadas:
La “Mini Maker Faire”, como se le denomina en inglés, congrega a un amplio número de visitantes y al mismo tiempo es el escaparate para nuevos inventores, estudiantes y nacientes empresas que ven en ésta una formidable oportunidad para dar a conocer sus proyectos y productos.
También alberga a creadores consolidados, siendo esta ocasión el turno de Richard Carter, quien viaja por toda la nación con su “Sashimi Tabernacle Choir”, un espectáculo muy singular montado sobre un auto que divierte por igual a chicos y grandes.
Al compás de las canciones de la banda británica Queen y otras piezas clásicas de reconocidos directores, los pescados y crustáceos son los artistas de este show y quienes se llevan los aplausos, pues bailan gracias a un ingenioso dispositivo electrónico que su dueño ha instalado en cada aparato. Definitivamente resulta sensacional para quienes, incluso, pensaban que ya lo habían visto todo.
Eduardo Millet, vicepresidente de negocios de la Cámara de Comercio de
McAllen, destaca la importancia de un evento de esta envergadura.
“En la feria anual de los creadores creo que finalmente lo más importante es compartir. Ellos (los innovadores) están aquí para eso, desde drones que tenemos en tecnología, impresos en tercera dimensión y eso es lo que nosotros celebramos, la creación, no solamente la tecnología, sino hacer cosas.
“Lo más valioso no es la ciencia ni sus adelantos, sino el ser humano que crea cosas. Claro, tenemos gente que se enfoca en tecnología, pero otros lo hacen en tejido, en manualidades y la música, por eso hoy celebramos toda esa variedad de expresiones creativas”, menciona.
El entrevistado comenta que la ciudad de McAllen alberga por segunda ocasión la “Mini Maker Faire”, pero que alrededor del mundo hay más de cien ferias que se hacen como ésta con un impacto muy positivo en la comunidad.
Reconoce que es impresionante la variedad de cosas que los visitantes se pueden encontrar y siempre se llevan un aprendizaje, además de que la gente que está participando le ha puesto mucha dedicación a sus creaciones.
“De eso se trata y algo que para mí se me hace muy interesante es que ellos en lugar de directores u organizadores nos denominan productores, porque es una producción y realmente hay que poner esa pasión, detalles, que haya una combinación de gente y que la sinergia fluya, son proyectos que están vivos, que están funcionando y hoy vienen a presentarlos”, detalla.
ASOMBRO Y CREATIVIDAD
En este evento –llevado a cabo el pasado 21 de mayo– una de las compañías que atrajo la atención fue Reybotics, que presentó diversos tipos de androides que ha desarrollado en su planta del sur de Texas.
“Lo que hacemos aquí es que creamos kits de robótica enfocados a la educación de estudiantes. Les explicamos algo de física, programación, matemáticas, un poco de materiales, diseño y electrónica.
“Nosotros los producimos aquí en el Valle de Texas. Tenemos una máquina que hace la función de cortadora láser. Los alumnos diseñan en computadora y en el momento podemos imprimirles su diseño en plástico para que vean como se hace en el mundo real. Contamos con la materia prima y en otras palabras puede ser un robot, un vaso, un tenedor o lo que quieran”, explica Javier Sáenz, representante y programador de Reybotics.
El también cursante de la carrera de Física-eléctrica en la Universidad de Texas en Brownsville, afirma que uno de los objetivos de presentarse en la feria es fomentar la cultura de la ciencia y demostrar que la tecnología no es cosa del otro mundo.
Una de las ventajas que tienen sus creaciones (en forma de insectos patones) es que pueden tener aplicaciones para diferentes industrias.
“Eso es lo que queremos, que nuestros estudiantes vayan y se empleen en campos de las matemáticas y las ciencias. Estos robots tienen los mismos principios de los que se están utilizando en sectores como la industria espacial, aeronáutica y la medicina.
“Hay un brazo que de hecho se utiliza para hacer cirugías y aunque nuestros robots no son igual de precisos sí tienen los mismos fundamentos. Sólo se necesitan algo de conocimientos básicos”, señala.
Cabe mencionar que Heriberto Reynoso, fundador de esta empresa, se estuvo desempeñando en la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, por sus siglas en inglés), y trabajó en algunos de los robots que están en Marte.
“Queremos decirles que estos aparatos los van a poder controlar con sus teléfonos o con su controlador de videojuegos. En lugar de pasar el día jugando el videojuego, les enseñamos a crear el juego, a programarlo y a que se interesen en esto de la física y las matemáticas.
“Es emocionante disponer de todo esto. Estamos usando conexiones de “bluetooth” con la que se manejan los motores. Un robot como estos alcanza un costo general de 400 dólares (unos cinco mil 500 pesos mexicanos), pero la educación, los conceptos y el código es invaluable y completamente gratis”, subraya.
Explica que este tipo de aparatos también son conocidos esencialmente por su utilidad en la desactivación de artefactos explosivos; para monitorear lugares de difícil acceso, realizar operaciones de rescate y apoyar industrias como la petrolera.
“Estamos agradecidos de participar en esta feria, porque así tenemos la oportunidad de mostrarle a la comunidad lo que hacemos nosotros”, refiere.
CHEF DE PLASTILINA
Y si se trata de gustos en la “Mini Maker Faire” hay creaciones de diversos tipos, desde figuras amigables con el medio ambiente y elaboradas con cartón (como el dinosaurio “Sue”, elaborado por Eric Ahlenius), hasta compuestos que hacen formas divertidas y llaman la atención de propios y extraños.
Fue el caso de los Alumnos de la Society of Physics Stundents, una organización del Instituto Americano de Física de Estados Unidos, que llamaron la atención con una amalgama, la cual mientras se encuentra fija se mantiene en estado sólido y con el mero movimiento se pone blanda y moldeable.
Así, los pasillos del “McAllen Creative Incubator” lucieron repletos de gente que se llevó una grata experiencia y que lo mismo quedó cautivada en el estante de magia (con un dólar que se convierte en un billete de a 100), que en aquel donde con un menjurje químico convierten un globo inflado en una tostada helada y resquebrajada.
Los llamados singularmente Drones “IFOS” (Objetos Voladores Identificados), también causaron revuelo, dirigidos remotamente gracias a cuatro hélices que les dan estabilidad, así como una carreola-catapulta desarrollada por estudiantes de preparatoria.
Pero sin duda uno de los aparadores más visitados fue el de la Chef de plastilina, Belinda Garza, quien hace seis años buscó en las manualidades la manera de emplearse junto con su hija, y hoy ha encontrado en ésta una fuente de ingresos.
“Empezamos porque mi niña estaba en secundaria y no podía trabajar, así que íbamos una vez al mes a vender nuestras artesanías y ese dinero era para cubrir algunos de sus gastos. Ahora ella ya se graduó del colegio y yo sigo con esto, porque es una diversión para mí.
“Algunas personas se estresan al considerar que estas figuritas llevan muchos detalles, pero a mí me gusta y me relaja”, manifiesta.
Belinda destaca el apoyo recibido en la “Mini Feria de los Creadores”, porque los visitantes tienen la oportunidad de saber cómo se elaboran los trabajos de cada participante y al mismo tiempo éstos se dan a conocer.
“Es una gran oportunidad para enseñarles a los niños y adultos de nuestro trabajo: el taco lo preparo como si fuera un taco de a deveras, porque agarro un pedacito de plastilina café para hacer la tortilla, lo hago en redondito y luego lo aplano para que se doble. Posteriormente tomo otra plastilina más oscura para la carne, verde para la lechuga, rojo para el tomate y blanco para la crema.
“El siguiente paso es hornearlo y pegarlo en un platito con el guacamole a un lado”, comenta sonriendo tras aceptar lo laborioso que esto resulta, pues algunos lo intentan pero no les sale…
Belinda también diseña hamburguesas, hot dogs, pasteles, estofados, ensaladas y pastas, que van adheridos a un anillo o collar.
La mujer emprendedora agradece la aceptación que sus productos han tenido entre las niñas y personas jóvenes y aprovecha la oportunidad para invitar al público en general a informarse sobre esta clase de eventos que trae al sur de Texas la Cámara de Comercio de McAllen, donde la diversidad, el colorido, la cultura y la creatividad no tienen límites.
