Desde hace ocho años, la asociación ‘Iluminando Corazones a Niños con Cáncer’ ayuda a los chiquillos a luchar contra esta enfermedad y aunque muchos han salido victoriosos, no todos lo han logrado.
El cáncer no solamente afecta a quien lo padece, también a su familia y amigos y además de representar un duro golpe económico, pues la atención y los medicamentos no son baratos, el aspecto emocional sufre un duro golpe.
Jorge Mar Gea, presidente de la asociación “Iluminando Corazones a Niños con Cáncer”, relató que a partir de que un sobrino desarrolló un tumor canceroso en el cerebro, fue testigo de las grandes batallas a las que se enfrentan las familias.
Según el fundador, no fue difícil arrancar el proyecto, pues rápidamente tuvieron una buena respuesta por parte de la ciudadanía apoyando en las necesidades que se iban presentando.
“Inicialmente la idea era visitar a los niños y llevarles algún regalo o hacerles un convivio, pero como tuvimos buena respuesta pudimos ir ayudando en más cosas”, comentó.
Actualmente se apoya a 68 niños que sufren diferentes tipos de cáncer, siendo la leucemia el que más predomina, así como tumores en diferentes zonas del cuerpo.
Cuando se presenta un nuevo caso en la asociación, lo primero que se hace, dijo Mar Gea, es conocer al niño y darle alguna asesoría si su padecimiento está recién diagnosticado.
Además de brindarles apoyo emocional y mucho ánimo, se ayuda a las familias con viáticos, despensa, medicamentos y prótesis en caso de ser necesarias.
“Los arropamos desde que los conocemos y estamos al pendiente durante todo el tratamiento que puede ser hasta de cinco años”, mencionó.
La mayoría de los niños reciben atención médica en hospitales de Ciudad Victoria o Monterrey.
Lamentablemente no todas las historias tienen un final feliz y en momentos tan difíciles la asociación brinda apoyo en casos de defunción o cuando el cuerpo deba ser trasladado, así como en gastos para el sepelio y trámites.
“Ayudamos en lo que se necesite para que los familiares no tengan que preocuparse por lo económico o lo legal”, dijo Jorge Mar Gea.
La asociación trabaja con seis personas, aunque cuentan con un grupo de voluntarios que están al pendiente para cuando surge alguna necesidad.
Maquiladoras, el Sistema DIF Reynosa, así como la sociedad, ayudan con sus donaciones u organizando eventos para que a su vez, Iluminando Corazones pueda seguir haciéndolo.
SIN DEJAR DE SER NIÑOS
El cáncer es una enfermedad difícil desde su diagnóstico, una vez que al paciente se le da a conocer su enfermedad, su estado emocional decae considerablemente y en muchos casos, aparece la depresión.
Ante esto, surge la interrogante sobre cómo un niño lidia y vive con la enfermedad.
La clave está, según Mar Gea, en continuar tratando a los niños como lo que son: precisamente niños.
“La familia debe brindar su apoyo, continuar con el mismo trato y no otorgarle una carga adicional al pequeño, debe convivir con otros niños”, mencionó.
Dijo que en estos ocho años ha convivido con muchos niños y aunque todos son diferentes, comparten su gran fortaleza.
“Los niños son muy fuertes, se adaptan a la situación y aprendemos mucho de ellos, no se decaen tan fácilmente como un adulto, por eso es importante como esté su entorno”, dijo.
Un claro ejemplo de esto es Jennifer
Hinojosa Valdez, una pequeña de ocho años que padece osteosarcoma, el cáncer óseo más común en niños.
“Es un tumor en el hueso y a raíz de eso se le amputó una pierna, pero es una niña muy alegre, muy desenvuelta”, comentó el presidente de la asociación.
Hace unos días, la escuela de psicología de la Universidad México Americana del Norte (UMAN), realizó el evento denominado Kilómetro del Peso, en el que se invitó a la comunidad estudiantil y al resto de la ciudadanía a colaborar.
Se realizó en el estacionamiento de la unidad Michoacán, y a pesar del intenso calor y los rayos solares que se encontraban en su máximo esplendor, la pequeña no dejaba de sonreír y emocionada colocó su donativo junto a los demás.
Ataviada con un vestido en color salmón, su falda esponjada era de tul y la hacía
lucir como una muñeca; su cabello corto y lacio enmarcaban su rostro donde lo que más
resaltaba era su enorme sonrisa.
Se desplazaba con tal soltura que a simple vista pasaba inadvertida la prótesis que utilizaba en su pierna, misma que le fue donada hace algunos meses y que en un video en Facebook se aprecia la destreza con la que la usó desde el principio.
Así como Jenny muchos niños han llenado de sonrisas Iluminando Corazones, pero también han derramado lágrimas.
Jorge recuerda que uno de los casos que más lo marcó fue el de una paciente que tenía leucemia en etapa terminal.
El lugar que le brindaba atención médica solo le recetaba medicamentos como
aspirinas o paracetamol y a pesar de que posteriormente recibió ayuda, su enfermedad
estaba muy avanzada.
Su agonía duró varios días, sus malestares eran tantos y tan intensos que la hacían gritar de dolor, hasta que finalmente falleció.
Así como ella, son aproximadamente 40 niños los que han fallecido dentro de la fundación.
Jenny lucía muy emocionada ante la cercanía de su fiesta de cumpleaños, que se realizó gracias al apoyo de donadores y patrocinadores, la temática fue de Barbie y dijo que uno de sus grandes sueños era conocer a su cantante favorita, Camila Cabello.
“Tratamos de que los niños sean felices ante toda circunstancia, tratamos de iluminar su corazón por medio de actividades, fiestas, convivios y ayuda para que no estén tristes”, detalló Jorge Mar.
AYUDA, DONACIONES Y PARTICIPACION
El kilómetro del Peso realizado por los estudiantes de Psicología de la UMAN logró recaudar 3 mil 842 pesos con 50 centavos, además de donaciones de artículos para la realización de un bazar.
La actividad organizada por la catedrática Arely Martínez, destacó el lado humano de los alumnos quienes con ayuda de toda la comunidad estudiantil recolectaron taparroscas de plástico que le permitirá a la fundación recaudar más fondos.
Cada año, la fundación organiza la carrera Super Héroes Run 5K, donde la gente que participa lo hace vestida como su súper héroe favorito, en medio de una convivencia familiar.
Además de que con lo recaudado se sufragan algunos gastos de la fundación permite a sus niños convivir y tomarse fotografías con varios personajes.
La sede de Iluminando Corazones a Niños con Cáncer se encuentra en la calle 20 de noviembre, esquina con Guerrero, en la colonia Emiliano Zapata y puede comunicarse al teléfono 899-936-3131 o a través de su página de Facebook.
“Los invito a que sigan ayudando como hasta ahora, la enfermedad del cáncer no
espera y la ayuda debe ser constante todo el año, por eso les pido que apoyen nuestras actividades”, expresó el fundador.