Por Beatriz Flores
Los miembros de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), afirman ser víctimas de rechazo, discriminación, violencia y ser denigrados por una sociedad que no los entiende y carece de empatía hacia ellos.
Hay quienes dicen que si el ser homosexual es difícil, el reconocerse transexual lo es aún más, pues es un tema tabú del que además, no hay suficiente información al respecto.
Cuando alguien se declara homosexual o transgénero, la familia puede apoyarlo en el proceso y ser partícipe de un acompañamiento profesional, que algunos dentro de su misma comunidad ven bien y a veces mal.
Quienes no tienen tanta suerte son excluidos, echados de sus casas, abandonas y a veces despreciados hasta por sus propias madres.
No toda la sociedad está de acuerdo con las marchas de la dignidad gay o comparten su lucha por los derechos igualitarios y muchos menos creen, basándose en algunas religiones, que Dios los ame, sino que condena toda cualquier comportamiento de este tipo.
Personas que por su profesión, actividades, ideología o por pertenecer a la comunidad LGBT hablan sobre tan controvertido tema, que hasta el día de hoy, continúa siendo un tabú.
EXPERIENCIAS DOLOROSAS
Al otro lado del teléfono, se escucha una voz cálida, que amablemente saluda y responde las interrogantes, expresa su sentir y da su punto de vista sobre temas que le han tocado vivir en carne propia.
“Julio”, un joven reynosense, miembro de la comunidad LGBT dijo que todos, o por lo menos la gran mayoría, sufren de estigmatización y que si para los homosexuales es difícil su vida, para los transexuales lo es aún más.
“Es algo que no te deja tener amistades, muchos amigos te dejan de hablar simplemente por tener una orientación sexual diferente a la de los demás”, mencionó.
La discriminación laboral está presente, pues dijo, en muchos lugares no se les da trabajo y en otros, son despedidos cuando se enteran de sus preferencias.
El matrimonio igualitario en México, es decir, entre personas del mismo sexo, solamente se reconoce en 15 de los 32 Estados de la República Mexicana.
El entrevistado destacó su importancia y reconocimiento, pues otorga derechos a quienes lo contraen, al igual que pasa con una pareja heterosexual.
“Sé del caso de una pareja que estuvo junta por 30 años, pero no estaban casados y al fallecer uno de ellos, la familia del otro lo echó a la calle, así nada más y eso es muy injusto”, expresó.
Resaltó la falta de tolerancia, de aceptación, empatía y la crueldad de la sociedad para las personas con orientación sexual diferente.
Dijo que no es culpa de las personas de la comunidad LGBT que los traten mal o los excluyan, sino la sociedad, que no son educados en la doctrina del amor.
“Un sobrinito tenía en su salón a un compañerito al que le faltaba un brazo y ¿sabes cómo le decían?: ‘el mocho’, la culpa no era del niño, era de la sociedad que no sabe educar a los hijos, que no les fomenta el amor y el respeto por sus semejantes”, señaló.
Las madres son un pilar importante en la sociedad y son reconocidas como la figura protectora, amorosa, comprensiva y cálida, pero hay casos en los que no siempre es así.
Ejemplificó el caso de un conocido que cuando se sinceró con su madre y le dijo que era gay, la respuesta no fue la que esperaba.
“Hay muchas personas que no tienen un apoyo por parte de su mamá, cuando este chico le dijo que era homosexual lo corrió de su casa, hay muchas madres que prefieren perder a un hijo que otorgarle apoyo y respaldo o ayudarlo”, advirtió.
Sobre la historia de Yahir, un niño transgénero de 13 años de edad, que gracias a la lucha y el apoyo de su madre se convirtió en Kelsey, presentada en la edición anterior de Hora Cero número 487, dijo que es admirable el papel que ella jugó en esa situación.
Expresó que siempre son las madres las primeras en enterarse de que un hijo es diferente o especial, pero muchas no lo aceptan, no apoyan y dijo que entonces “deben preguntarse cómo han fallado como madres”.
“Yahir tuvo mucha suerte por tener una madre así, que lo apoyó y estuvo con él en todo; así como el caso de Yahir hay miles y no todos reciben ese apoyo”, enunció.
El caso de Yahir ha tenido gran eco entre los lectores, sobre todo entre miembros de la comunidad LGBT, quienes se han identificado con su vivencia y entienden su sentir.
Luego de una infancia en dónde prevaleció el bullying que provocó que cambiara de escuela en múltiples ocasiones y hasta asistiera a una tipo militar, sufrió la discriminación de amistades y de algunos familiares, a los 13 años inició el proceso para convertirse en mujer.
Esto fue posible gracias a consejeros y médicos, quienes tras darle un acompañamiento por un buen tiempo y someterse a estudios, exámenes y evaluaciones médicas, le administraron un tratamiento para inhibir su desarrollo masculino y después, hormonas femeninas.
Comentó que a Kelsey le expresan todo su respaldo, ya que fue mucho lo que sufrió.
“Es díficil entender estos casos, hay que empatizar, ponerse en sus zapatos, cuando eres gay tratas de reprimirte, de no tener movimientos amanerados, es muy difícil y se sufre mucho”, expuso.
Sin embargo, coincide en que estos cambios son procesos en donde debe esperarse a tener madurez, sin embargo, opinó que, cuando se presentan tantos o problemas o situaciones difíciles, como en el caso de Yahir, se hizo lo correcto.
CONTRA PREJUICIOS Y TABÚES
Discriminación, estigmas, desprecio y rechazo, son algunas de las situaciones a las que se enfrentan quienes forman parte de la comunidad LGBT no solamente en esta ciudad, sino a nivel mundial.
Sin embargo, en Reynosa, la asociación civil “Libre” es un punto de encuentro y enlace en los temas de importancia para sus miembros desde hace tres años.
Los problemas son de origen cultural, es decir, la educación que reciben las personas, sus costumbres y a veces hasta las tradiciones, contribuyen al rechazo que reciben quienes tienen una identidad de género diferente.
Yulieth González, presidenta de la asociación, fundó junto a otros miembros esta asociación que es relativamente joven.
Al no haber lugares que tuvieran empatía ante conflictos, problemas o intereses de la comunidad LGBT, este lugar ofrece confianza, entendimiento y dan orientación hacia donde pueden acudir dependiendo la situación que se enfrente.
Sus integrantes realizan acciones a favor de la ciudadanía que así lo requiera, sin importar su identidad de género, pues de no hacerlo así, sería discriminación, algo contra lo que están luchando.
Entre sus actividades se encuentra el repartir comida a familiares de pacientes que se encuentren en el Hospital General de Reynosa, medicamentos y la entrega de sillas de ruedas.
Explicaron que aunque estas acciones han ayudado a cambiar un poco la percepción que la ciudadanía tiene sobre ellos, aún queda un largo camino por recorrer.
“Mucha gente cuando nos ve repartiendo comida en los hospitales nos felicita y es un primer paso para lograr que las personas tengan mayor apertura y no nos vean con prejuicio, queremos quitar la idea de que hay que alejarse de una persona solamente porque tiene una orientación sexual diferente a la tuya”, detalló González.
Sin embargo, su labor principal es crear conciencia sobre la prevención y combate al VIH.
Sus miembros reciben capacitación en Ciudad Victoria, autorizados por la Secretaría de Salud y trabajan junto al Capasits (Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del VIH- SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual) para la realización de exámenes rápidos.
La asociación destacó la importancia de cambiar la mentalidad de quienes piensan que solamente las personas de la comunidad LGBT contraen SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Humano), pues cualquier persona que no sea responsable puede hacerlo.
“Una persona con VIH que lleva tratamiento tiene 24 años más de vida, no hay cura pero si se puede controlar, no es la muerte, hay solución”, expresó.
“Libre” fue organizador de la Tercera Marcha de la Dignidad LGBTIQ Reynosa, donde se buscó, además de celebrar El Día del Orgullo Gay, reivindicar su sentido y convertirla en informativa al usar el eslogan “El VIH no mata, el miedo al examen si”, haciendo alusión a las pruebas rápidas para detectarlo.
Por tal motivo, se convocó a los asistentes a utilizar una playera roja para crear conciencia sobre la prevención del VIH donde se explicó que lo más importante para prevenirlo es el utilizar condón, tener una pareja única o practicar la abstinencia.
La cita fue el 24 de junio, siendo el punto de reunión el cruce entre bulevar Morelos esquina con bulevar Acapulco, dando inicio a las 18:00 horas, terminando el recorrido en la plaza principal en el centro de la ciudad.
Además de un festival con grupos musicales, imitadores y caracterizaciones, se contó con terapeutas, especialistas y un líder espiritual, quienes hablaron sobre la importancia de derechos igualitarios y el amor entre todas las personas.
PRESTAR ATENCIÓN A LOS NIÑOS Y CONFIAR EN LOS ADOLESCENTES
La terapeuta sistémica, Josefina Leroux, primeramente explicó la diferencia entre identidad de género y orientación sexual.
Aclaró que, identidad sexual, es el hecho de asumirse hombre o mujer, mientras que orientación sexual es la atracción sentida hacia personas de uno u otro sexo.
Agregó que es entre los dos y tres años cuando un niño tiene bien definida su identidad de género y ya se sabe hombre o mujer.
Por lo que situaciones o comportamientos como movimientos “amanerados”, la preferencia por determinados colores o su actitud ante determinados objetos, juguetes, ropa, entre otros, no la determinan, ni tampoco su orientación sexual, que surge en la etapa adolescente.
Documentó que es de gran importancia prestar atención a los niños, ya que son ellos quienes expresarán el ser homosexual o transgénero y sobre todo, no ofenderlos ni violentarlos.
La también maestra en la Universidad Iberoamericana, recomendó a los padres de familia que cuando enfrenten alguna duda sobre la sexualidad de sus hijos acudan a consultar con un profesional de la salud sexual.
“Un experto en salud sexual, terapeuta, consejero, psicólogo o psiquiatra puede determinarlo”, reveló.
Para ello, se valoran los dichos y hechos de los adolescentes.
Ante la interrogante de que si el administrar terapias hormonales a menores de edad podría tener repercusiones negativas en el futuro, la experta dijo que es conveniente esperar.
“A los niños se les respeta sus sentimientos, pero hasta que tienen desarrollada la conciencia, se recomienda administrar tratamientos biológicos”, acotó.
El ser transgénero no es algo que pueda declararse en un niño, sino que es un proceso con muchos cambios, por lo que avisó, que es importante acompañarlo terapéuticamente por varios años e iniciar cualquier cambio en su estilo de vida en la adolescencia.
Leroux advirtió que se han presentado casos de esquizofrenia, pues los pacientes que han tenido una transformación se confunden y llegan a presentar crisis graves.
Sin embargo, dejó en claro que cuando una persona trans está lista para dar el siguiente paso, la reasignación de sexo es un proceso grato, pero fue muy clara al decir que el trabajo realizado en cada caso es diferente.
La recomendación de la experta y columnista del grupo Reforma, fue que quienes experimenten alguna duda con su sexualidad, se sientan incomprendidos o quizás hasta perdidos, se acerquen con un profesional entrenado en estos temas para que soliciten ayuda.
“La iglesia no excluye a nadie”
El párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús y encargado de la Comisión de Familia, Juventud, Laicos y Vida, Martín Ortega Banda, manifestó que la postura de la comunidad católica ante las personas con una identidad de género diferente es de respeto y tolerancia.
“Antes que nada pues son personas que tienen preferencias por el mismo género. La iglesia no excluye a nadie, tiene abiertas las puertas a todo mundo, de hecho la pastoral familiar tiene un apartado que se llama situaciones irregulares y difíciles y es donde nosotros damos atención a los viudos, viudas, divorciados, madres solteras y en algunos lugares del país, aquí todavía no tenemos esa pastoral pero existe atención a personas homosexuales”, aconsejó.
Declaró que en la iglesia se da un retiro de evangelización que está abierto para todo el mundo y “estas personas participan también”.
En él se hablan de temas como, el amor de Dios, la conversión, la aceptación y el plan de Dios sobre el hombre; duran dos horas y se realizan por cinco días a tres semanas, o también de forma intensiva los sábados y domingos, con un horario de 9:00 a 17:00 horas.
Nombró que los fieles que se encuentran en una situación de este tipo son escuchados y evangelizados, además, se les da asesoría profesional.
“Además de párroco, soy licenciado en Consultoría Familiar y Psicoterapeuta, los atiendo como cualquier otra persona en problemas emocionales y otros tipos de trastornos; la ciencia y la fe están siempre de la mano, se complementan muy bien”, evidenció.
El también encargado del departamento de la Pastoral Familiar, reseñó que ha atendido algunos casos de menores, donde lo más importante es escucharlos y ayudarlos.
“Muchos de ellos están confundidos, no es que tengan esta preferencia, es que en el periodo de la adolescencia se está clarificando la identidad por eso les damos elementos y herramientas para que ellos mismos vayan discerniendo, reflexionando y descubran su identidad”, anotó Ortega Banda.
Subrayó también la importancia de no dejarse llevar por “modelos o ideas que no son” y de que expresen cómo se sienten.
“Qué manifiesten qué modelos están tomando o de dónde salió esa idea de que ellos sean así, que a través de la cuestión emocional vayan drenando sus emociones para que tengan ideas más claras; es un acompañamiento, un trabajo conjunto entre padres e hijos”.
Precisó que en un principio la atención se da por semana, conforme se va avanzando cambia a 15 días y después a un mes pero cada caso es diferente.
El sacerdote negó que la iglesia discrimine o rechace las personas homosexuales y habló sobre la Biblia y su relación.
“Los textos que hablan sobre eso están dentro de un contexto, pero el tema general, global, siempre es el amor, la aceptación a la persona, que fue lo que Jesucristo nos enseñó y es lo que venimos predicando”.
Sobre la marcha de la dignidad LGBT, celebrada el 24 de junio en esta ciudad, dijo que como cualquier ciudadano, tienen todo el derecho a expresarse, siempre y cuando respeten los derechos de los demás.
“Debe ser como todos los que se manifiestan en la calle, no exhibirse, que sean respetuosos en su manera de vestir, en su comportamiento; lo mismo se le pide a los homosexuales que a los heterosexuales, es la consigna de la iglesia, se buscan esos valores”, sentenció.
El párroco de la iglesia ubicada en la colonia Longoria envió un mensaje, tanto a los miembros de la comunidad católica, como de la LGBT.
“Ante todo un mensaje de amor, de esperanza y de aceptación, de saber que nadie nos juzga, y también de que no nos debemos de juzgar a nosotros mismos, al contrario estar abiertos, respetando a los demás”, finalizó.
No somos “la iglesia gay”
En Río Bravo, se encuentra la Misión Dios de Amor, perteneciente a las Iglesias de la Comunidad Metropolitana, presidida por el pastor laico Alvaro Álvarez Aguillón, la cual tiene como principal característica su orientación liberal.
Su misión espiritual y social es defender los derechos de las minorías y muestran especial sensibilidad hacia la comunidad LGBT.
“Somos una iglesia de puertas abiertas, mucha gente dice que somos la iglesia gay, pero no, somos una iglesia de puertas abiertas donde todos y todas son iguales, donde creemos en un Dios de amor, que abre sus brazos para todos, un Dios que no discrimina, que no rechaza, que no señala y que no condena”, ilustró.
Asimismo agregó que su mensaje desde hace dos años, es sobre un Dios que abre sus brazos para amar a todos y que invita a dejarse tocar por un amor sublime.
“Somos una iglesia defensora de los derechos humanos, en este caso de la comunidad LGBT a nivel mundial”, instruyó.
En octubre la denominación cumplirá 50 años de fundada y afirmó que para ello se tuvo que recorrer un camino largo y difícil, al enfrentar las creencias de otras religiones.
“Siempre han dicho que el homosexual no es amado ni aceptado por Dios, pero llevado el mensaje de amor no solamente a gays, sino a gente que ha sido excluida como prostitutas, drogadictos, madres solteras, a quienes por sus circunstancias de vida no son aceptadas”, indicó.
Dio a conocer que las Iglesias de la Comunidad Metropolitana fue partícipe en primeras marchas de la dignidad LGBT y de las protestas para alzar la voz para exigir derechos y justicia en los años 70.
Aconsejó que la iglesia tuvo un rol importante cuando se presentaron los primeros casos de VIH, al compartir un mensaje de amor para la comunidad.
Esta asociación religiosa está presente en más de 40 países, en todos los continentes.
“Nuestra gente tiene hambre y sed de Dios, nunca vas a ver a un homosexual en una iglesia tradicional porque la puerta se cierra, no eres aceptado, no eres bien recibido, siempre está la critica, la etiqueta, la condenación; nuestra misión es cambiarles el chip que tienen en la cabeza porque siempre se les ha dicho que Dios no les ama pero sí, porque fuiste creado por él”, apuntó.
Determinó que para muchos ciudadanos riobravenses el conocer sobre la iglesia les ha resultado impactante y aunque para algunas denominaciones como la católica parece no representarle ningún problema, otras no lo aceptan.
“Para ellos el homosexual está condenado y no es amado por Dios, ellos hacen que exista un rechazo, no directamente a la denominación pero si a la gente”, expuso.
Tras la “Primer Marcha del Orgullo LGBT Río Bravo 2018”, el 16 de junio, el pastor Alvaro dijo poder constatar que en la ciudad fronteriza hay mucha homofobia.
A pesar de no tener un edificio que pueda ser considerado un templo, se reúnen en su casa o en la estética de un amigo una vez al mes.
Sugirió que es un servicio cristiano, similar a una misa, que inicia con canto, alabanzas, después se hace una adoración y después la predicación y la comunicación.
“Nosotros ponemos nuestro altar, nuestra mesa, una mesa de todos donde Cristo es el centro, donde Jesús se entrega para todos no para unos cuantos, hay una invitación abierta donde todos se pueden acercar a comer de su cuerpo y beber de su sangre”, exhortó.
Apuntó que debido al temor de los miembros de la comunidad LGBT, es poca la asistencia que hay, pues es difícil quitarse miedos y complejos, pero no es obstáculo para su realización.
Para poder estar al frente de una Iglesia de la Comunidad Metropolitana, se debe realizar un seminario en línea cuyo proceso dura tres a cuatro años y al concluír se és ordenado clérigo y se otorga el título de reverendo.
“Cuando aún estás en ese proceso, eres pastor laico como yo que estoy en vía de llegar a la ordenacion para ser clérigo de ICM”, informó.
Además de eso se hacen evaluaciones psicológicas, pruebas y estudios para ser aceptado por un consejo de obispos y obispas de la denominación.
Observó que muchos han utilizado la Biblia para condenar a los homosexuales, específicamente el tema de Sodoma y Gomorra, pero es un libro muy complejo que para entenderlo se debe de apoyar de literatura histórica.
“La Biblia fue escrita hace más de mil años, en tiempos muy diferentes a estos, la gente dice que Sodoma y Gomorra fueron destruidas porque había homosexuales, pero no tiene lógica, hay que leer con atención”, detalló.
El líder de Misión Dios de Amor fue tajante al manifestar que es trascendental el apoyo desde el núcleo de la familia a cualquier miembro de la comunidad gay.
“Es muy difícil cuando aquel chico adolescente se abre y confiesa su homosexualidad por la vergüenza, por el qué dirán, por el temor y porque se ha creado una etiqueta y nos catalogan de lo peor, de sidosos, de promiscuos”.
Por eso hizo un llamado a todas las personas para que vean a su alrededor y noten que quizás muchos profesionistas destacados o miembros importantes de la sociedad son homosexuales y también excelentes seres humanos, pues el ser malo no depende del género.
“Muchas veces la familia los golpea, los corre, los echan fuera de la casa, la criatura, aquel chico al verse tan solo, desprotegido, decepcionado o deprimido recurre al alcohol a las drogas, a la prostitución a tantas cosas que no son buenas”, sentenció.
