Carlos Enrique y Bernabé rescataron a una familia de un vehículo en llamas en un crucero de la ciudad. Fueron nueve pasajeros (siete niños y dos mujeres adultas) quienes se quedaron atrapados cuando se bloquearon los seguros de las puertas.
Aparentemente por un corto circuito, los tripulantes de una furgoneta que se incendió la tarde del miércoles 10 de julio en las calles Marsella y J. B. Chapa de la colonia El Maestro, a unos pasos de la IV Jurisdicción Sanitaria, estuvieron a punto de morir.
Un limpiaparabrisas y un payaso, ambos hermanos de sangre, se percataron que debajo de la unidad salía fuego y no dudaron en socorrerlos. Era una familia de la colonia Almaguer que se trasladaba al municipio de Camargo para pasar unos días de vacaciones.
“Yo me estaba pintando en la orilla del canal y miré las flamas abajo del carro. Primero vi humo y luego las llamas y le dije a mi carnal, chécate (sic.) porque está saliendo humo del cofre y se fue mi hermano a checarle.
“Y luego gritó: ¡Se está quemando la señora dentro!, ¡se está quemando! Quiso abrir la puerta, pero ya se habían quemado los cables de la camioneta, prendió el tablero y ya no pudieron abrir los candados, como son eléctricos”, relató Carlos Enrique Infante Saldaña.
Bernabé golpeó con un barrote el cristal trasero de la Ford Winstar de color azul, intentando liberar el humo para que no se ahogaran, mientras que su hermano quebró uno de los vidrios laterales para poderlos salvar. La primera en salir fue una niña de un año y medio.
“Yo lo que rescaté fue a la señora y a dos niños chiquitos de siete años. Que le den gracias a Dios que ahí estábamos nosotros porque si no hubiéramos estado se hubieran quemado. Gracias a Dios nosotros estábamos ahí para poder salvar a la familia”, expresó Bernabé mientras algunos conductores pasan y los saludan con el cláxon.
SE HACEN FAMOSOS
Este hecho, publicado por usuarios en las redes sociales, no tardó en viralizarse: de inmediato Carlos Enrique y Bernabé fueron felicitados por la comunidad que les hace llamar héroes y siguen siendo objeto de reconocimiento.
Sin embargo, ellos ahora aprovechan su inesperada fama para pedirle a la gente que no catalogue en un mal aspecto a las personas que limpian vidrios en las calles, porque en un momento de emergencia pueden ser de mucha ayuda.
“Yo soy payasito en la calle Hidalgo y pues yo limpio vidrios aquí en el boulevard. Yo lo que quiero es que la gente nos siga apoyando y no nos miren como unos vagabundos o delincuentes.
“La señora (que rescataron, de la que no se dio a conocer su nombre) me dijo cuánto le debo, a mí no me debe nada oiga. Usted las cosas se las debe a Dios y yo me siento muy orgulloso de haber salvado a toda esa familia y más a los niños, porque también tengo hijos”, expresó uno de los hermanos.
Es probable que de no haber estado ahí Carlos Enrique y Bernabé, se estaría hablando de una tragedia, pero providencialmente pudieron actuar a tiempo.
“Ya cuando saqué a la última niña chiquita explotó la camioneta, pero ya llevaba como un metro y medio de distancia. Ya llevaba llamas la camioneta en las llantas y el motor. Lo primero que hicimos fue salvar a los niños, porque son los primeros que van naciendo y saliendo del cascarón”, dijo Bernabé.
Al final los valientes hermanos agradecieron que esta familia se encuentre bien y todo haya quedado en un susto, pero le pidieron a la comunidad que revise sus unidades antes de salir a la calle, pues con el fuerte calor del verano se corre mayor peligro.
“Aunque andamos en los cruceros también sabemos de carros. Chéquenle el agua y la temperatura y échennos la mano con eso para que no vaya a pasar una tragedia”, pidió Carlos Enrique mirando a la cámara de televisión.
A la familia rescatada el destino les dio una segunda oportunidad, mientras que a un payaso de Reynosa y su hermano que limpia vidrios, la vida les sonríe.
