
Integrante de una dinastía periodística, Heriberto Deándar Martínez, director general de El Mañana de Reynosa, ha vivido entre la tinta y el papel toda su vida, lo cual le ha permitido reconocer cuándo un periódico tiene calidad.
Ahora que Hora Cero cumple 10 años de su fundación, Deándar Martínez no puede ocultar su orgullo porque uno de sus hijos, Heriberto Deándar Robinson, está al frente de un medio que no sólo tiene a él como uno de sus lectores cautivos.
En entrevista, Deándar Martínez se confiesa no sólo como comunicador, sino también como padre, y reflexiona sobre lo que ha significado para él que uno de sus vástagos esté al frente de un proyecto informativo que ya sabe lo que es enfrentarse a un gobierno, tal y como El Mañana de Reynosa lo ha hecho durante más de 50 años.
“LOS HIJOS SON COMO PAJAROS”
Entrevistar a este personaje puede sonar como una tarea fácil si se piensa que es sencillo hablar de periodismo con alguien que ha convertido esta profesión en su vida.
Sin embargo, la tarea se complica cuando el tema de la entrevista es su hijo, quien gracias a su trabajo al frente de Hora Cero se ha ganado uno de los premios más importantes a los que puede aspirar cualquier hombre: el reconocimiento de su padre.
> ¿Cómo ve estos 10 años de Hora Cero?
– Los veo fructíferos, los veo como una acción de jóvenes muy importante. Yo, como padre de familia, como padre de Heriberto, lo apoyé porque cada quien tiene que hacer lo que le gusta.
Los hijos son como los pajaritos, llega un momento en que ya crecieron, ya tienen alas y entonces tienen que volar. Creo que Heriberto ya aprendió a volar y está haciendo una empresa que es envidiable porque ha sido un ejemplo de esfuerzo, de tenacidad y lucha; ha tenido sus altas y sus bajas, pero cuenta con el apoyo de su padre y su madre que, aunque ya no está físicamente, lo apoya, pues para los padres los hijos siempre van a estar pequeños y por eso uno siempre va a estar al pendiente de ellos.
Este aniversario me da mucho gusto, pues diez años no son pocos. Han habido fracasos y han habido triunfos, pero recuerden que de los fracasos es de donde más se aprende.
Creo que Hora Cero es una empresa que está cimentada, es un ave que ya sabe volar y eso me tiene tranquilo.
> ¿Qué recuerda de ese día, cuando su hijo le dijo que quería hacer un periódico?
-No recuerdo con exactitud ese día, pero me acuerdo que todo lo comentaba con mi esposa; a lo mejor algo me dijo ella, algo le dije yo, lo platicamos y yo acepté porque sabía que era la mejor manera de que Heriberto se construyera un nombre, pues ya le había notado inclinaciones hacia el periodismo y las artes gráficas.
Además, yo sabía que el campo de El Mañana está muy limitado para Heriberto porque el periódico no solo es mío, también es de mi hermano y él tiene otros hijos.
Entonces acepté porque la mejor manera de que una persona puede crecer es cuando no tiene mucho apoyo y tiene que hacer las cosas solo, pues aprende. Así aprende que, si se cae, tiene que levantarse.
> ¿Cuál fue su primer reacción al saber los planes de su hijo?
– Lo voy a contestar con una anécdota. Cuando yo tenía 15 años me dijo mi papá: ‘ten el carro, vete a pasear’ y yo le contesté: ‘pero no sé manejar’ y él me dijo: ‘ojalá no te mates …’.
Cuando yo tomé El Mañana de Reynosa fue en condiciones bajo cero, pues era una empresa que no tenía recursos; eso es más difícil porque tienes todo el peso de la responsabilidad sobre ti, sentía que si el proyecto fracasaba yo iba a ser el culpable y nadie quiere ser el padre de los fracasos.
Cuando vieron que El Mañana empezaba a tomar vuelo fue cuando empezaron a acercarse a mí, pero para entonces ya había salido de la crisis… así es la humanidad.
Pero en el caso de Hora Cero estoy contento porque uno quiere prolongar su apellido, pues la vida tiene un fin y realmente uno se prolonga con los hijos y por eso me da gusto que Heriberto haga esto.
UN HIJO AUTOSUFICIENTE
> ¿En alguna ocasión Heriberto se le ha acercado para pedirle consejo?
– Los hijos a veces pensamos que no necesitamos el consejo de los padres porque muchas veces nos sentimos autosuficientes; la verdad es que Heriberto y yo no tenemos muchas conversaciones ni me ha pedido mucho apoyo, en realidad él ha salido de sus problemas solo; claro, con apoyo económico y de equipo de su familia.
> ¿En alguna ocasión de crisis -principalmente durante los primeros años- llegó a sentirse preocupado porque el proyecto de Hora Cero fracasara?
– No. Si Heriberto no recurre a mí es porque no me necesita, él ha hecho sus proyectos solo pero aún así le he dado algunos consejos en algunas ocasiones.
> Como padre ¿cómo lo hace sentir el hecho de que su hijo sea tan autosuficiente?
– Qué bueno, me siento bien porque los hijos que son autosuficientes ya pueden volar solitos. Los que dependen de uno a esa edad (37 años) quiere decir que nunca van a levantar vuelo, que ahí se van a quedar y no van a tener a quién recurrir porque se van a quedar solos; la ley de la vida es ésa. Entonces, los hijos tienen que acostumbrarse a manejarse solos, tomar decisiones por sí mismos y tener responsabilidad.
> Al inicio del proyecto de Hora Cero hubo quienes lo vieron como parte de El Mañana de Reynosa ¿Usted lo consideró así? ¿cree que ya hubo un deslinde entre ambas empresas?
– Eso le sirvió mucho a Hora Cero, porque si al inicio lo vieron como parte de El Mañana, mucha gente aceptó apoyarlo porque El Mañana es un periódico fuerte, tiene prestigio y tiene credibilidad, que es lo más difícil de obtener en este medio.
Qué bueno que ya se logró este deslinde, que no es algo fácil. Qué bueno que yo esté en El Mañana y Heriberto esté aquí en Hora Cero, pues aunque sean dos empresas distintas, la línea consanguínea es directa porque yo soy el padre y Heriberto es el hijo.
> ¿Han existido coincidencias editoriales entre Hora Cero y El Mañana de Reynosa?
– No siempre, pues yo me manejo de una forma muy personal. Generalmente las luchas las he tenido solo y solo las he terminado; afortunadamente hasta ahora no me ha tocado perder, con excepción del problema que tuve con el ex gobernador Manuel Cavazos Lerma, quien me quería hacer daño pues veía en mí un liderazgo que no quería. El quería ser el único dueño en el Estado y me mandaron auditores al periódico y mi casa y no pudieron encontrarme nada.
> Hora Cero también ha tenido sus luchas durante estos años ¿cómo las ha visto desde El Mañana de Reynosa?
– Las luchas son importantes porque es como el fuego para el metal, es lo que va forjando el carácter, lo que va forjando la personalidad y te hace lo que eres, pues tarde o temprano vas a tener que demostrar que estás hecho para esos vendavales. Yo creo que Hora Cero los ha superado hasta ahora.
> ¿Durante estas luchas hubo alguna ocasión que se preocupó, como padre, por la seguridad de Heriberto?
– Claro, he estado a la expectativa de que no le fuera a pasar nada a mi hijo y ni a sus compañeros; claro que me preocupa, pues a todos nos preocupan nuestros hijos.
> ¿Qué opina de la dupla que hace Heriberto con Héctor Hugo Jiménez?
– Está muy bien. En los periódicos en ocasiones existen duplas o tríos pues todos necesitamos de todos.
En El Mañana siempre tuve la premisa de tener a un compañero muy amigo en el taller, en la redacción, y manejar el periódico a través de gente que está preparada, que ama el periódico y que uno sabe que tiene el suficiente coraje para hacerle frente a los problemas, pues uno no puede hacerlo todo.
Es bueno que Heriberto confíe en todos ustedes, pues es una manera de hacer las cosas bien. Siempre hay generales, coroneles y tropa porque ese es un sistema que funciona y la prueba es que, si no lo hiciera, la empresa se cae.
> Como lector ¿qué le gusta y qué no le gusta de Hora Cero?
– Definitivamente trae muy buen contenido pero a veces trae demasiada publicidad oficial y los lectores pensamos que tiene muchos compromisos con el medio oficial. Si es así, está muy limitado para criticar y para defender a la población.
Un periódico no es más que una línea de equilibrio entre gobierno y gobernados, entonces hay que jugar nuestro papel correctamente para que los gobernantes no abusen de los gobernados y para cumplir con nuestro papel necesitamos no tener tantos compromisos y, si los tenemos, hay que marcar la diferencia entre los amigos y la obligación como periódico.
Yo creo que lo máximo a lo que puede aspirar un periodista es que le crean lo que sale en su periódico, porque si no, no tiene ni fuerza política ni fuerza social para poder defender a la sociedad.
> Como director general El Mañana de Reynosa ¿qué le recomienda al director general de Hora Cero?
– Que las amistades con los funcionarios de gobierno sean desinteresadas, que no les sirva de escalón y que no les tape nada. A los amigos hay que decirles que están haciendo las cosas mal, ésa es la mejor manera de servir a los amigos.
También le recomendaría que las críticas a los gobiernos sean sanas; hay dos maneras de atacar: una es sanamente y otra es “sanababiche”(son of a bitch… de “mala leche”) y las dos me las sé. Lo importante es siempre decir la verdad, pues es lo que realmente penetra en los lectores, no hay que tratar de engañar a la gente.
> ¿Y como padre?
– Que se cuide mucho, que piense las cosas antes de hacerlas, que respete a sus hijos, que respete a sus hermanos, que respete a todo mundo pues a veces nos damos cuenta que nos faltan el respeto pero no nos damos cuenta que nosotros le estamos faltando al respeto a alguien.
Yo creo que los padres le deben respeto a los hijos pero principalmente los hijos le deben respeto a los padres.