Por extraño que parezca en Reynosa existen trámites que se enfrentan a los dogmas y al sentido común, como cobrarle una cuota a las personas que ejercen la prostitución, considerada por algunas esferas sociales como una actividad ilícita.
Lo cierto es que este recurso utilizado por el gobierno para recaudar impuestos no es regulado de forma adecuada, pues aunque quienes brindan esta clase de servicio sufragan cabalmente su “derecho de piso y cartilla de salubridad”, la contratación del mismo suele hacerse en cualquier parte de la ciudad, cerca de escuelas, comercios e iglesias, lejos de la “zona de tolerancia”.
La decisión de un ciudadano de organizar una fiesta familiar (en su propia vivienda), también se ha convertido en una actividad lucrativa para el gobierno municipal, que según la Dirección de Espectáculos del Ayuntamiento debe cubrirse con 300 pesos por “cuatro horas de diversión”.
No puede dejarse de señalar la presencia de vendedores ambulantes en “áreas prohibidas”, a los que de todas formas el Departamento de Inspección y Vigilancia les cobra su correspondiente cuota, que en algunos casos supera los 30 pesos diarios.
Y cuando los trámites deberían prolongarse un poco más por el bien de todos ¡sorpresa!, pueden ser muy ágiles, como solicitar una licencia de conducir (por primera vez).
En la realidad es tan rápido y sencillo como comprar una pizza o llevar a lavar el auto, pero de acuerdo a la Ley de Tránsito y Transporte vigente, se omite la ejecución del examen de manejo, que bien le podría salvar la vida. Por ello en Reynosa cualquiera puede subirse a un coche sin experiencia y provocar accidentes.
Como las anteriores existe una larga lista de trámites que la población civil efectúa cotidianamente sustentados por mecanismos “ambiguos, que lejos de abatir alimentan la corrupción”, la cual en México ocupa el sitio 72 según la Organización Transparencia Internacional, lo que representa el ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En ese contexto, Fernando Castillo González, notario público 298 y abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que “un 45 por ciento de los trámites elaborados en territorio nacional carecen de fundamentos o no son bien aplicados”.
El especialista en asuntos jurídicos añadió que se requiere “reestructurar el ejercicio de la función pública” para no oprimir a las clases sociales con gestiones como el de la tenencia vehicular, que no se cobra en ninguna otra parte del mundo.
En medida que confluyan los legisladores por el bien de sus ciudades, apreció, la evolución de las mismas “será más tangible” desde la realización de un simple trámite.
“Lamentablemente las diligencias públicas que nos rigen obedecen a la calidad de los congresistas, quienes generalmente están ahí para cobrar su cheque y defender una ideología partidista”, refutó el entrevistado.
PAGAR POR PARTIR UNA PIÑATA
Armando Benito Sáenz, regidor por el Cabildo de Reynosa y presidente de la Comisión de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, opinó que “en vez de absurdo el tributo por romper una piñata” está debidamente reglamentado en la Ley de Ingresos del Ayuntamiento:
“Toda la gente sabe que desde hace tiempo se debe pagar un impuesto para tener una fiesta”, comentó el funcionario, aunque existen quienes están en completo desacuerdo con la medida, como doña Alicia González, vecina de la colonia Ribereña.
“Yo no sabía que para hacer un festejo en mi hogar tengo que pagarle al gobierno, ¡hágame el favor!, a mí no me conviene eso, se me hace exagerado pienso yo”, alegó la ama de casa.
Karla Marisela Robinson Ayala, titular de la Dirección de Espectáculos, señaló que: “si la piñata es en una vivienda y va a haber sonido musical por lo regular sí se deben pagar de 200 a 300 pesos.
“Una boda o quinceañera también tiene un costo de 400 a 500 pesos. Nosotros damos permisos por cuatro horas”, detalló.
Las personas sorprendidas en el incumplimiento de dichos deberes, abundó la funcionaria, son apercibidas o se hacen acreedoras a una multa de hasta 500 pesos.
REGLAS CONTRADICTORIAS
Otro ejemplo de que en Reynosa realizar un trámite garantiza derechos y no obligaciones es la venta de discos y películas pirata: a pesar de ser una actividad ilegal quienes se dedican a ella, aseguran, también tributan al municipio “por el uso de suelo”.
Además es común observar comercio informal en arterias importantes y la peatonal Hidalgo, frente a negocios establecidos; no obstante, el regidor Armando Benito Sáenz menciona que “para evitar competencias desleales” está el Departamento de Inspección y Vigilancia, cuyo titular es Even Garza.
Este último comentó en entrevista que el ambulantaje en Reynosa se regula mediante “una credencial o permiso para la expedición de mercancías”; no obstante, en la práctica la mayoría se brinca las “trancas” y vende donde le place.
Desde la organización de un evento deportivo no profesional, hasta la colocación de mantas en pequeños negocios, registrarse ante las ventanillas del Ayuntamiento es un requisito obligado.
Si usted está en desacuerdo con la realización de ciertos papeleos que considera perjudican su economía en vez de mejorarla o que considera promueven actos deshonestos, la Secretaría de la Función Pública Federal acaba de lanzar una campaña para encontrar los peores trámites a los que se exponen los mexicanos.
Las bases están publicadas en su sitio electrónico www.funcionpublica.gob.mx, donde los participantes que obtengan el primer lugar a nivel federal recibirán como premio 300 mil pesos, a nivel estatal un cheque por la cantidad de cien mil pesos, al igual que a nivel municipal. En suma 500 mil pesos en juego con el único propósito de contrarrestar los vicios del burocratismo e inoperabilidad de los trámites en México.