
A falta de áreas verdes en la ciudad, es un punto de reunión para muchas familias. El Parque Cultural Reynosa luce abandonado, las áreas verdes están en mal estado al igual que asadores y baños, y la zona del llamado malecón o mirador; no atrae el interés de turistas y sigue sumido en la sospecha de malos manejos de la directora del ITCA.
El Parque Cultural Reynosa, conocido por ser un vibrante centro de actividades y encuentro para las familias reynosenses, en la actualidad se encuentra en un estado de alarmante abandono. Las instalaciones que alguna vez fueron orgullo y símbolo de
desarrollo cultural y recreativo en este municipio, ahora presentan una imagen poco atractiva para los visitantes.
La falta de mantenimiento de este espacio de manera general, surge específicamente después de que la directora del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), Brenda Denisse de la Cruz López, fuera denunciada ante la Fiscalía Especializada en Combate por nepotismo y malos manejos financieros.
El área verde del parque, que debería ser un espacio de recreo y esparcimiento, ahora luce un césped sin cortar y jardines llenos de maleza. La falta de mantenimiento ha dejado los juegos mecánicos inutilizables, y las plantas ornamentales que solían embellecer el lugar están marchitas o cubiertas de hierbas silvestres. Este descuido no sólo afecta la estética del parque, sino que también plantea riesgos de seguridad para los visitantes, especialmente los niños.
Así fue el caso de un padre de familia que perdió las llaves de su vehículo entre el pasto. Esta persona, quien se encontraba acompañado de sus dos hijos (menores de edad), vivió un momento de desesperación al no poder retirarse del parque porque sus llaves se extraviaron entre la extensa hierba.
“Sólo me descuidé un poco y ahora llevo casi dos horas buscándolas (las llaves) y nada”, confesó en anonimato. Esta situación fue aún más desesperante para el hombre debido a las altas temperaturas registradas en Reynosa, sin mencionar que el pasto, además de ser rasposo para la piel, es hogar de gusanos y bichos.
Los mismos usuarios que visitan este parque, han destacado que la “pirámide” ubicada enfrente de la laguna La Escondida, es un espacio peligroso para quienes visitan este parque, entre ellos niños, pues las condiciones en las que se encuentra la estructura y el poco mantenimiento que recibe, ha alertado a los reynosenses.
Esta estructura de aproximadamente 20 metros de altura fue construida hace más de 10 años. Este espacio sigue siendo uno de los más visitados por los menores que buscan tener un momento de entretenimiento; sin embargo, el intentar subir es una actividad que mantiene en alerta constante a los padres de familia, que supervisan a los niños, puesto que los escalones se encuentran rotos.
Si se refiere a espacios abandonados, la fuente ubicada casi a unos metros de la mencionada pirámide, también muestra los signos de la falta de mantenimiento; no bombea agua y ni siquiera se encuentra limpia.
Esta falta de interés se puede apreciar de manera clara en los árboles y ramas que impiden el paso de los visitantes, pues hay algunas que incluso llegan hasta las bancas impidiendo que quienes se animan a visitar el lugar, hagan uso de ellas.
BAÑOS DESTROZADOS
Uno de los aspectos más visibles del deterioro del Parque Cultural son sus baños públicos. Las instalaciones sanitarias, esenciales para cualquier espacio recreativo, se encuentran en completo abandono. Las paredes muestran signos de vandalismo, con grafitis y marcas de deterioro estructural. Los lavabos y retretes están descuidados, y la falta de mantenimiento ha convertido estos espacios en focos de insalubridad.
Al exterior del parque, se encuentra un baño completamente abandonado, tanto la puerta de varones como la de mujeres se encuentra con un candado impidiendo el uso de ellos. Los olores que rodean este lugar, llegan a ser desagradables y nauseabundos para quienes sólo se acercan en busca de hacer uso de los sanitarios.
CASA DE LA TIERRA: UN ESPACIO DESHABILITADO
La Casa de la Tierra, un lugar que solía ser un punto de atracción para niños y adultos con sus exhibiciones sobre el cuidado del medio ambiente gracias a la exposición de imágenes del Instituto del Clima y la Red Climática Internacional, y que también ofrecía actividades interactivas, ha permanecido cerrada desde marzo del 2022 debido a restricciones por la pandemia de Covid-19.
Las puertas de este lugar están bloqueadas con cadenas y candados, las ventanas lucen agrietadas y las señales de abandono son evidentes. Cualquiera que asista al exterior de lo que era la Casa de la Tierra, podrá ver a través de las ventanas las condiciones en las que se encuentran estas instalaciones. En el interior se divisan escombros e incluso la esfera que solía representar al planeta Tierra, tiene una apariencia descuidada. Este cierre no sólo representa la pérdida de un espacio donde niñas y niños de diferentes escuelas asistían para fortalecer su aprendizaje, sino también el olvido de una iniciativa que promovía el conocimiento y la conciencia al público en general. Hasta el momento, ninguna autoridad de ningún nivel de gobierno, ha comunicado si se volverá a habilitar este espacio de aprendizaje.
POSIBLE RED DE CORRUPCIÓN
Esta situación, ha abierto incógnitas en cuanto a la falta de mantenimiento del Parque Cultural de manera general, específicamente después de que la directora del Instituto para la Cultura y las Artes (ITCA), Brenda Denisse de la Cruz López, fuera denunciada ante la Fiscalía Especializada en Combate por nepotismo y malos manejos financieros. Derivado de lo expuesto, se abrió una carpeta de investigación, donde la funcionaria estatal fue acusada por hacer un mal manejo de los recursos a través de diferentes centros culturales del Estado, incluyendo el Barco Museo del Niño en Tampico, la Casa del Arte de Victoria, la biblioteca Marte R. Gómez, el Museo Regional y el ya mencionado, Parque Cultural de Reynosa.
En una de las cartas dirigidas al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, de la Cruz López fue acusada de no tomar acción para la promoción de eventos culturales.
“La directora está en proceso de auditoría, se está realizando una investigación sobre cada uno de los señalamientos. Como servidores públicos debemos siempre de mantener una conducta honesta e intachable”, informó la secretaría de Bienestar Social, Silvia Casas González.
Ante esto, diferentes artistas tamaulipecos se reunieron para juntar firmas dirigidas a Villarreal Anaya para expresar su inconformidad mediante una carta, en la cual se destacó la problemática que atraviesa Tamaulipas en cuanto a la mala logística de eventos culturales.
“La comunidad artística y cultural tamaulipeca se da cuenta de cómo la maestra Brenda Denise de la Cruz López confunde el arte con la farándula, ya que ha preferido firmar convenios con agrupaciones con fines de lucro para favorecer el arte comercial, en lugar de hacerlo con instituciones públicas regionales, nacionales e internacionales, dedicadas al fomento y la difusión de las artes y la cultura”, afirmaron los artistas involucrados.
Asimismo, los artistas pusieron sobre la mesa la falta de un proyecto cultural bien definido para Tamaulipas, uno en el que se promuevan oportunidades para usuarios locales, más allá de eventos aislados y sin impacto dentro de la comunidad artística y cultural del Estado.
Entre los artistas reynosenses inconformes destacan Eduardo Calderón, artista independiente; Ricardo Iván López, teatrista; Arabella Medrano, artista y gestora cultural; Dulce Naval, productora cinematográfica; Javier Treviño, orador y actor; Jorge Antonio Maldonado Dávila, promotor y gestor cultural; Laura Flores, artista visual; Albania Rodríguez, cantante; Sanjuanita Karina García Pérez, promotora cultural y Karla González Sánchez, actriz y gestora cultural. De Ciudad Victoria, Alejandro Rosales Lugo, artista plástico y poeta; Carlos Valdez Méndez, creador escénico; Lorena Illoldi, teatrista, escritora y gestora cultural; Roberto Collado, cineasta; Dante Silva, cineasta; Fabiola Escobedo García, teatrista; Luis Jorge Mata Alvarado, teatrista; Javier Maldonado Mota, actor, mimo, músico; José del Carmen Molina Carrizales, danza folklórica; Pepe Morbios, divulgador y comunicador; Iván Orlando Camacho Cedillo, bailarín folclórico; María de los Ángeles Alanís Alonso, danza folclórica y promotora cultural. De Matamoros destacan, Armando Mancilla, creador escénico y gestor cultural; Froylán Salveq, creador escénico; Aurelia López, artista escénica; Juan Flores, teatrista; Jesús Emiliano Méndez Castillo, teatrista; Yahir Ernesto Zavala Tejeda, teatrista; Maricela Cantú Valdez, gestora cultural. De Nuevo Laredo, Rebeca Vargas, actriz. En Tampico, Paola Monserrat Chong Nieto, artista visual; Lucero Rubio Medina, músico; Alejandra Ibarra Silva, bailarina; Raúl Ibarra Silva, bailarín, César Santiago, músico y Vale Arias, creador escénico, de Ciudad Madero.
DISCIPLINAS LOCALES CASI NULAS
Karla González Sánchez, quien es actriz reynosense, expresó que el cine local en este municipio es bastante escaso, tratándose de una problemática arraigada a la poca (casi nula) promoción de eventos cinematográficos y la escasa difusión de los mismos proyectos de directores y productores de la localidad. Razón por la que, según se expone, muchos de ellos optan por buscar oportunidades en otros lugares geográficos ante la difícil posición en la que se encuentran.
“Nos lamentamos que los apoyos para el cine tamaulipeco son casi nulos, a despecho del inmenso talento cinematográfico encarnado en los jóvenes directores que tienen que buscar en otros lares apoyos para sus proyectos”, se mencionó en la carta.
Por otro lado, el arte musical, aquel que es representado por cantantes, solistas o grupos de todos los géneros, enfrentan la incertidumbre en cuanto las oportunidades de crecimiento y difusión de sus mismas obras. A éstos, también se la suman bailarines, pintores, actores, escultores y creadores artísticos independientes que no reciben programas de capacitación ni encuentran una respuesta a sus peticiones o sugerencias.
Cada uno de los nombres de artistas tamaulipecos que forman parte de dicha carta, representan la voz de todo un pueblo que busca construir una sociedad artística más justa para quienes fomentan el arte y la disciplina a través de la cultura.