
Hubo un tiempo en que en Reynosa se podía comprar a una persona por lo que actualmente serían 44 mil 375 pesos. Documentos del Archivo Histórico de esta ciudad, relatan que el 24 de agosto de 1811, un esclavo negro fue vendido en esta frontera en 125 reales, una moneda que en la actualidad estaría cotizada en 355 pesos por uno, debido a que estaba hecha con 3.35 gramos de plata pura.
De acuerdo a los documentos, la persona comercializada, a quien se le identifica como “negrito esclavo”, fue rematado por su dueño y fue comprado (en efectivo), por don Juan Angel Camacho, originario de Santa Rosa, Provincia de Coahuila.
Los papeles revelan que el esclavo se llamaba Gervacio González y era propiedad de don Cipriano Hinojosa, originario de esta Villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Reynosa.
La operación mercantil fue autorizada por don Máximo Cavazos, Justicia Mayor de la Villa, en representación de don Joaquín Arredondo, gobernador militar y político de esta colonia del Nuevo Santander.
En una cláusula especial dentro del contrato de compra-venta del esclavo, se informa al comprador que tiene el derecho “de disponer absolutamente de Gervacio para su sometimiento”.
Afortunadamente los avances tecnológicos le permitirán observar este documento ingresando a la página de Internet www.reynosa.gob.mx/archivompal en el apartado de Vasallaje, donde, entre otros papeles, se encuentra el contrato de compra-venta y la escritura del esclavo.
Esto es posible ya que el Archivo de Reynosa es el único en el Estado que tiene digitalizados diversos documentos históricos.
UNA YEGUA, MAS CARA QUE UN ESCLAVO
Los documentos del Archivo Municipal cuentan que en esos años una yegua tenía mayor valor que un mozo, ya que era ofertada en 204 reales (72 mil 420 pesos actuales) al mejor postor o incluso era ofrecida a cambio de un terreno, una casa o un esclavo.
En otro caso bastante singular, donde se denominaba al mulato “espécimen”, se le ofrecía en venta por 115 reales (40 mil 825 pesos). Algunos otros anuncios de la época señala una ¡gran oferta! (sic.), ya que por solo 220 reales una persona podía ser poseedor de un negro “ya cristianizado de 22 años sin enfermedad alguna, dócil, no dado a los placeres mundanos y excelente cazador”, que era ofrecido por don Luis Rodríguez.
“Un ejemplar” que se puso en venta en esta ciudad era “el negro Salomón”, de 24 años y de complexión robusta. En el anuncio se lee que este mozo era “bueno para las faenas del campo y la carpintería” y tenía un precio de salida de 125 reales (44 mil 375 pesos).
DOCUMENTOS VALIOSOS
El Archivo Histórico Municipal resguarda grandes tesoros históricos de diversas etapas de esta frontera y el tener la oportunidad de observar estos documentos es única.
Alicia de León Peña, directora del Archivo Municipal, señaló que los documentos aquí protegidos por su antigüedad y por la información que encierran, se consideran parte del tesoro histórico de Reynosa.
“Uno de los documentos más importantes es el denominado ‘Los Autos de la General Visita’, es decir el reparto de tierras que se hace a los primeros colonos o pobladores de la villa, esta repartición se efectuó aproximadamente 20 años después de su fundación”, dijo.
Un dato curioso de esta repartición de tierra es que los terrenos concedidos a los evangelizadores eran de dimensiones de hasta 20 kilómetros, lo que envidiaría cualquier persona en la actualidad.
Incluso que hasta la fecha estos papeles siguen siendo referencia sobre todo para asuntos legales y asuntos de tierra, en procesos jurídicos de herencias.
A UN CLICK DE DISTANCIA
Las personas interesadas en ver algunos de los documentos del archivo histórico, como los que hablan de la venta de esclavos en esta ciudad, pueden ingresar a la página de Internet http://www.reynosa.gob.mx/archivompal.
En el apartado Sicamur el cibernauta podrá ingresar dando un click a Vasallaje donde se muestran documentos fechados en el año 1810 siendo este un contrato de compra venta de un mozo (sirviente). Asimismo, en este apartado se puede observar una escritura que data de 1811 también de un esclavo.
De León Peña dijo que también son interesantes los testamentos de aquellos tiempos, donde demuestra que Reynosa era un pueblo sencillo ya que heredaban los botones, cubiertos y vasijas en su testamento. Si el difunto moría intestado en esa época, personas expertas en la materia realizaban un inventario para ser ofrecidos en venta a los vecinos del pueblo.
“Esto denota que tenían pocas cosas pero que las valoraban en realidad y que en esos años se vivía con muchas carencias. También los trueques realizados en esa época donde las cosas no tenían el mismo valor pero aún así eran intercambiadas, por ejemplo en algunas valía más un caballo que una porción de terreno”, mencionó.
En otro documento se reporta el robo de un metate y las autoridades inician una investigación buscándolo en todos los ranchos del lugar.
Muchas historias interesantes pueden ser leídas en estos documentos históricos que resguarda celosamente el Archivo Histórico Municipal. El 262 aniversario de la fundación de Reynosa, es un buen momento para interesarse por conocer algo más de la historia de los antepasados o fundadores de esta región progresista.