
Aunque la Secretaría de Educación Pública asegura que las escuelas “son los lugares más seguros”, desde el año 2011 elaboró un manual donde recomienda a maestros, padres de familia y alumnos, lo que tienen que hacer en caso de un tiroteo afuera del plantel, la presencia de armas o explosivos dentro de un aula, la propagación de rumores que pueden provocar psicosis e, incluso, intentos de extorsión.
Estas recomendaciones, se encuentran incluidas en el Manual de Seguridad Escolar del Programa Escuela Segura, un material compuesto de 80 páginas que pretende inculcar medidas de prevención y seguridad entre el alumnado, además detalla cómo actuar ante la violencia e inseguridad que priva en el país.
El documento, dicen las autoridades, “otorga información que permite entender, prevenir, enfrentar y superar las emergencias derivadas de las situaciones de riesgo, tales como los rumores de hechos de violencia en el entorno escolar, enfrentamientos con armas de fuego, presencia de armas en la escuela, riesgo de explosivos al interior del plantel, amenazas, extorsiones y la presencia o consumo de sustancias adictivas en la escuela”.
Sin embargo, a pesar de haberse realizado desde el año 2011 con la colaboración de autoridades educativas de Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Veracruz y Tamaulipas, aún no está disponible en los municipios de esta entidad.
El documento contiene tres capítulos denominados: Estrategia de Seguridad Escolar, Orientaciones para la Prevención, Reacción y Atención en Situaciones de Crisis y finalmente Herramientas Complementarias para el Manejo de Crisis.
Y añade que a pesar del clima de inseguridad que enfrenta México, las escuelas de educación básica siguen siendo los espacios más seguros, no obstante algunos de los
capítulos más violentos que se han presentado en la frontera tamaulipeca han sido, precisamente afuera de instituciones educativas, mientras el alumnado está en clase.
En el primer capítulo “Estrategia de Seguridad Escolar” se recalca la importancia de las acciones de prevención, la capacitación para el manejo de emergencias, la reacción e intervención durante y después de la crisis con la participación de los miembros de la comunidad escolar, en coordinación con las autoridades educativas y de seguridad.
Asimismo destaca la implementación de un proyecto de seguridad escolar que permita conocer los riesgos que se tienen alrededor del plantel, para la prevención y la aplicación de acciones ante la emergencia.
El Manual de Seguridad Escolar emite recomendaciones acerca de los principales eventos que pueden presentarse en las escuelas ubicadas en las zonas más críticas del país.
“No se trata de alarmar a la población escolar ni de alimentar la idea de que existe un ambiente de inseguridad generalizada, sino de estar un paso adelante”, señala el documento.
Una eventualidad de violencia se divide en tres momentos: Emergencia: es cuando surgen las dificultades. Crisis: es el clímax de la situación. Post-crisis: ha pasado la contingencia pero aún se sienten sus efectos.
Además recomienda al comité de Protección Civil y Seguridad Escolar promocionar los simulacros y capacitaciones en primeros auxilios que permitan, a todos los que están dentro de una escuela atender una contingencia.
“El objetivo principal es reguardar la integridad física y emocional de los alumnos. Ante las eventualidades que se padecen continuamente, la comunidad escolar debe de aprender, crear y decidir rápidamente qué y cómo actuar”.
El manual muestra un esquema de las acciones a efectuar por parte de todos los involucrados para la prevención, manejo y resolución de las crisis de seguridad.
En el caso de la participación del alumnado señala que deben auto cuidarse y prevenir riesgos, colaborar en las acciones colectivas, como simulacros o campañas, asimismo en las brigadas de seguridad escolar para que apoyen a los maestros en los procedimientos de respuesta ante la crisis.
En la participación de los padres y madres de familia realza la importancia de que estén activos en el Comité de Protección Civil y Seguridad Escolar del Consejo Escolar de Participación Social. Así como en el cuidado de sus hijos, la prevención de riesgos y la cooperación para evitar acciones que incrementen la vulnerabilidad de la comunidad escolar.
En cuanto al manejo responsable de las situaciones de crisis se pide evitar la propagación de rumores, impedir las aglomeraciones en la escuela en momentos de peligro, y colaborar en la protección solidaria, además de divulgar la información que la escuela hace llegar a la comunidad.
También indica la parte que le toca a la comunidad ayudando a ubicar y habilitar espacios seguros fuera de la escuela en los que puedan resguardarse padres, alumnos y maestros; apoyar la protección de la escuela mediante acciones de vigilancia, y denunciar de situaciones que pongan en riesgo a la comunidad escolar.
De la misma forma el manual describe las acciones de participación de las autoridades, mismas que tienen el deber de apoyar ya que son las principales responsables de proteger a la población, brindando información oportuna y promoviendo acciones preventivas.
En el segundo capítulo denominado “Orientaciones para la Prevención, Reacción y Atención en Situaciones de Crisis. Recomendaciones generales y particulares”, otorga información más especifica que permite entender, prevenir, enfrentar y superar las emergencias derivadas de las situaciones de riesgo.
Las que se enumeran en el documento son los rumores de hechos de violencia en el entorno escolar, enfrentamientos con armas de fuego, presencia de armas en la escuela, riesgo de explosivos al interior del plantel, amenazas, extorsiones y la presencia o consumo de sustancias adictivas en la escuela.
En primera instancia los rumores de situaciones que supuestamente pondrán en peligro la seguridad y la vida del alumnado constituyen un factor de riesgo para la seguridad escolar, puesto que incrementan en la población la percepción de inseguridad y generan caos.
Por ello el manual recomienda que a fin de evitar la propagación de rumores, desactivarlos y estar alerta ante amenazas reales, es necesario establecer un canal de comunicación directo con las autoridades locales, ya que una comunidad informada no hará caso de estos.
Y agrega que si a pesar de los esfuerzos por disipar el rumor y tranquilizar a las familias algunos acuden a la escuela para recoger a sus hijos, deberán permitir la salida a esos niños, ya retenerlos puede incrementar el nerviosismo.
EN CASO DE UN ENFRENTAMIENTO…
El manual indica que en el caso de enfrentamientos con armas fuego en las inmediaciones de la escuela, los niños y los maestros “deberán permanecer en el salón, recostarse en el piso, de preferencia boca abajo, con los brazos en un costado, lejos de puertas y ventanas, sin levantar la cabeza”.
Señala que algunas escuelas quedan expuestas a enfrentamientos con armas de fuego en la vía pública. La alerta se enciende cuando durante la jornada escolar se escuchan detonaciones, sirenas, gritos o se advierte el movimiento de grupos armados o de fuerzas de seguridad cerca de la escuela.
Y aunque reconoce que es prácticamente imposible anticipar cuándo se presentará un enfrentamiento con armas de fuego cerca del plantel educativo, el Manual de Seguridad Escolar recomienda: Disponer de alarmas silenciosas y de timbres distintivos, organizar una red de comunicación para informar a las familias, identificar y señalar las áreas seguras dentro y fuera de la escuela, o sea aquellas que tengan muros y techos sólidos, resistentes a los disparos de arma de fuego; involucrar a los alumnos en acciones de autoprotección y protección solidaria
En el caso de los docentes, se les recomienda que diseñen o seleccionen actividades recreativas que eviten la tensión del alumnado, brinden capacitación a la comunidad escolar para que aprenda a manejar las emociones en situaciones de crisis, a mantener la calma y a evitar reacciones que pongan en riesgo la integridad personal y colectiva y verificar la existencia de un botiquín de primeros auxilios en cada aula.
Durante un enfrentamiento el manual recomienda a los alumnos y maestros permanecer en el salón y resguardarse para evitar resultar herido, quienes se encuentren fuera del aula deberán buscar el espacio seguro más cercano o permanecer quietos y protegidos donde están, evitar correr durante un tiroteo, ayudar a los compañeros vulnerables: los más pequeños, los que tengan alguna discapacidad o los que hayan entrado en pánico.
De acuerdo al manual “por ningún motivo” hay que evacuar la escuela durante el tiroteo y si en esos momentos hay padres de familia fuera de la escuela, hay que hacerlos pasar y llevarlos a un lugar seguro, además de que si es seguro, cerrar puertas y ventanas.
Para tratar de tranquilizar a los alumnos y al personal docente se sugiere que se realicen las actividades lúdicas, como cantar o jugar adivinanzas, también recomienda tranquilicen a quienes gritan, a los que hacen bromas o difunden rumores en el momento de la crisis.
En el caso específico de los profesores el documento señala que deberán ayudar a los alumnos a controlar el miedo y el nerviosismo, además de mantener comunicación con el contacto del exterior, con la supervisión y con los servicios de emergencia para conocer la evolución de los acontecimientos.
Además advierte sobre evitar actos imprudentes, por ejemplo que los estudiantes corran o se asomen por las ventanas, entrar en contacto con los agresores o tomar fotografías o videos del suceso.
OTROS PELIGROS
El manual también detalla qué acciones deberán tomarse cuando entre una persona (alumno, docente o externo) armada a la institución educativa. De la misma forma da a conocer qué debe hacerse para prevenir las amenazas o extorsiones y en el caso de presencia o amenaza de explosivos, las operaciones que deberán de efectuarse en caso de que sea una broma o una amenaza real.
Finalmente, el tercer capítulo, otorgar tanto a docentes como a alumnos una serie de herramientas para la identificación de problemas de inseguridad, indica la forma de elaborar mapas de riesgo y zonas vulnerables.
Además de recomendaciones para mantener la calma y tomar el control de la situación, con ejercicios de relajación para los menores principalmente, así como la construcción de redes locales de protección para reaccionar de manera oportuna ante las contingencias.
De esta forma en 80 páginas, el Manual de Seguridad Escolar busca mantener precisamente una escuela segura donde los alumnos, maestros y directivos aprendan a identificar, prevenir y enfrentar situaciones de riesgo.
¿Qué hacer?
Recomendaciones del Manual de Seguridad Escolar en caso de un enfrentamiento armado afuera de una escuela
:: Permanecer en el salón y resguardarse
:: Quienes se encuentren fuera del aula deberán buscar el espacio seguro más cercano o permanecer quietos y protegidos donde están
:: Evitar correr durante un tiroteo
:: Ayudar a los compañeros vulnerables: los más pequeños, los que tengan alguna discapacidad o los que hayan entrado en pánico
:: “Por ningún motivo” hay que evacuar la escuela durante el tiroteo
:: Si en esos momentos hay padres de familia afuera de la escuela, hay que hacerlos pasa y llevarlos a un lugar seguro
:: Si es seguro, cerrar puertas y ventanas