
Así se ve el mundo de la literatura a través de los ojos de dos escritoras tamaulipecas. Ambas han encontrado refugio en la escritura, siendo capaces de expresar narrativas inspiradoras y reflejando emociones y vivencias propias. En busca de fomentar la importancia de la palabra escrita, compartieron cómo la literatura impacta positivamente en la sociedad y fomenta el descubrimiento de emociones y mundos imaginarios.
La tradición de la lectura puede haber cambiado con el tiempo, pero su importancia sigue siendo innegable. La palabra, la que no solamente se lee, sino la que se comprende, es omnipresente, desde leer un periódico, sumergirse en un libro o hasta leer publicaciones en redes sociales o sitios web. El que lee es capaz de adquirir conocimiento, ampliar su panorama e incluso hasta conocer más sobre el lenguaje y la expresión universal, pero,¿qué significado tiene la literatura desde los ojos de los escritores?
La literatura es un medio capaz de trascender con el pasar de los años. El que escribe, deja un legado que podría perdurar cientos o miles de años. En la lectura, específicamente en la literatura, el lector es capaz de transportarse a diferentes culturas, convertirse en espectador de ideales, vivencias y hasta emociones plasmadas en un texto.
Desde la antigüedad, a la literatura se le ha nombrado como “el arte de la expresión verbal”. En una entrevista para el New York Times, Juan Rulfo, uno de los mayores exponentes de la literatura mexicana, fue cuestionado sobre si la literatura tenía alguna posibilidad de transformar la realidad, a lo que respondió: “Sí, hay una transformación, si no la hay, entonces no es literatura”, subrayó.
Rulfo planteó que –la realidad tiene sus límites–, y que es por esa razón que los autores explotan su imaginación y la expresan al mundo a través de la redacción.
Autores mexicanos como Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz y Juan José Arreola, por mencionar sólo algunos de ellos, han dejado un legado a través de sus obras; desde representar la riqueza y diversidad de la cultura mexicana hasta transmitir lo vívido con el pasar de los años.
LA LITERATURA COMO MEDIO DE EXPRESIÓN
Una Eva Lilia de edad adulta, con algo de nostalgia pero bastante seguridad en su voz, revela que aún conserva sus primeras poesías. “He escrito toda mi vida, desde que tenía 12 ó 13 años”, cuenta, mientras recuerda sus comienzos como escritora, cuando se dedicaba a plasmar sus vivencias desde temprana edad, pues para ella, en medio de la adversidad de la vida, “escribía para sanar”.
Hoy, la médico familiar, asegura que la escritura es una terapia, incluso lo compara con su práctica en el ramo de la medicina. “Escribir es liberador, no necesitas tener ningún título ni tener nada extraordinario para escribir y sanar (…) sanar todo eso que traes”, afirma.
La oriunda del Estado de Tamaulipas, crecida en Nuevo Progreso, escribe a través de la vida gris, pues ha rendido batallas contra el cáncer, la Covid y hasta una embolia. En la desnudez de sus palabras, se escucha a una mujer que siempre ha expresado lo que la mayoría calla, pues asegura que de no haber escrito y de no haber desarrollado aquella aptitud por la literatura “habría muerto loca”.
Para Eva Lilia García, la escritura ha sido un refugio para abrazar las emociones experimentadas en vida, aquella mujer ve la literatura como un arte, un medio capaz de acompañarla en las diferentes etapas de su vida, –ha convertido los días grises en su arte–, ha transformado el aciago de su vida en su legado artístico.
Desde la perspectiva de la escritora tamaulipeca, escribir no solamente se redujo a su propia existencia, a lo que ella vivía o sentía, sino también a lo que pasaba en su entorno.
Hace cinco años, como madre, le tocó ver cómo una de sus hijas quedó viuda, además de que ésta misma atravesó un parto en circunstancias terribles, según su relato.
“Yo hice una poesía del caso de mi hija y ese escrito me llevó a un concurso, hasta gané un reconocimiento especial”, asegura.
El poema, de nombre ‘Ausencia’, no fue su única obra referente a un ser querido, Eva Lilia también escribió “Mabel a través de Eva”, un libro que le costó dos décadas y media de su vida pero que relata los matices de la vida de su amiga Mabel, con quien mantuvo una amistad de 13 años hasta el fallecimiento de la mencionada en 2002. Un libro elaborado para hacerle una especie de homenaje a su amiga, a quien expresa admirar eternamente.
“En mucho de la humanidad hay represión, muchas veces reprimimos lo que sentimos o no expresamos lo que queremos decir. Pero el arte cuando lo tienes, la capacidad de expresar lo que haces, de moldear, nunca se acaba porque es algo que traes”, explica la doctora.
ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO
El testimonio de Lorena Andronikidis, escritora crecida en Reynosa, Tamaulipas, destaca la importancia de la idea propuesta por Eva Lilia, ya que en su experiencia, la literatura ha sido un medio de expresión que la ha acompañado a lo largo de su crecimiento como estudiante-profesionista-esposa y posteriormente, madre.
Desde su infancia, Lorena se sintió atraída por los cuentos infantiles y las historias clásicas, lo que marcó el inicio de su profunda conexión con los libros. A medida que crecía, su gusto por la lectura se expandió. En su adolescencia se inclinó hacia las novelas clásicas, mientras que en la edad adulta su lectura se formalizó en ensayos académicos, política y el género emblemático en el que se refugiara primordialmente: la poesía.
Este viaje literario que experimentó Lorena, destaca la riqueza inherente en el mundo de los libros, un medio capaz de ajustarse al crecimiento personal de los lectores y escritores. Incluso, como una compañía.
Hoy, como madre de dos niños, Lorena fomenta la lectura desde la infancia de sus pequeños al leerles cuentos, y al hablar sobre la niñez de sus hijos, recordó las obras que ampliaron su panorama literario a lo largo de sus etapas, entre ellas, mencionó que sus favoritas son: “Primavera con una Esquina Rota”, de Mario Benedetti, descubierto casualmente en el librero de su hermana; “Laberinto de la Soledad”, de Octavio Paz, un libro con un significado especial en su familia, transmitido por su padre como un regalo tradicional en el cumpleaños número 18 de sus hijas.
“Mi papá me ha contado que este libro fue indispensable en su crecimiento personal, por eso nos lo regalaba a mis hermanas y a mí cuando cumplíamos 18, remarcaba una etapa de crecimiento. Por eso es especial para mí, lo conservo con mucho cariño y lo llevo conmigo a todas mis mudanzas”, cuenta.
Por último, el tercer libro indispensable en la vida de la reynosense: “El sol y sus flores”, de Rupi Kaur, “resonó conmigo por estar lejos de casa”, remarca Lorena, quien emigró a los Estados Unidos tiempo después de terminar su carrera universitaria. Esta obra se trata de una antología poética que remarca los matices de las raíces y el crecimiento y fue el acompañamiento que Lorena necesitó aquellas noches que extrañaba a su familia y sobre todo, cuando se sintió ajena a las raíces de su país.
EL MUNDO EDITORIAL
Así descubrió Lorena el mundo de la literatura; sin embargo, su conexión trascendería más allá de la lectura, pues ésta comenzaría a escribir poesías autobiográficas hasta convertirse en lo que es hoy, una escritora.
La reynosense detalla lo mucho que ha ampliado su horizonte literario al poder colocar su antología de poemas “Despierta Corazón”, junto a los libros de sus autores favoritos en su librero.
Según ella, en la poesía y la literatura, los autores se ayudan a expresar sus sentimientos y pensamientos.
“Yo creo que la literatura es un medio que ayuda a la salud mental, no deberíamos subestimar el poder de la palabra”, expresa.
Desde esta perspectiva, el arte de la escritura abarca tanto la experiencia del autor desde que expresa sus emociones, ideas e historias, como un medio de expresión, hasta la contraparte de la persona que lee, ya que el lenguaje literario puede resonar con las vivencias o sentimientos del lector.
“Celebrar la literatura es bonito porque ves cuánto ha avanzado, ves las nuevas propuestas, las temáticas contemporáneas o lo que proyecta la sociedad actual. Estar dentro del mundo editorial es conocer un mundo que desconocía”, expresa.
Hoy en día, Lorena forma parte de antologías internacionales, una de ellas: “Poetas Unidos por el Mundo”, en donde participó en compañía de autores de diferentes partes del mundo el pasado mes de febrero. Gracias a esta experiencia, subraya lo importante que es conectar con otros escritores, conocer nuevos conceptos, casas editoriales y hasta descubrir voces independientes.
“Lo que antes podría costar más, como conseguir una casa editorial para publicar tu libro, hoy en día resulta menos complicado. Ya existen voces independientes dentro de la literatura”, expresó la autora.
Por su parte, la doctora Eva Lilia ha participado en eventos nacionales e internacionales de poesía y literatura, siendo autora de su libro “Mabel a través de Eva”, y colaboradora de “Historia del Turismo Médico en México”. Su trayectoria incluye la participación en la Feria Virtual del Libro de países como Chile, Brasil y Marruecos. También resultó nominada al Premio Internacional de Literatura Manuel Erika Estrella, y formó parte del Recital Poético Musical Internacional de Colombia.
Asimismo, la originaria de Nuevo Progreso está por terminar sus más de 300 poesías, la segunda parte de “Mabel a través de Eva” y “Atrapada”, que habla sobre su experiencia como médico y paciente de Covid-19.
Ambas escritoras, originarias de Tamaulipas, fortalecen las raíces literarias de la región, mostrando que desde sus ojos, la literatura es una puerta hacia un mundo que trasciende en el tiempo, un arte digno y –capaz– de romper las barreras imaginarias.
– ¿Qué mensaje le darías a aquellos que aún no han descubierto el placer de la lectura?
“Los invitaría a que comiencen con un tema que les guste o genere interés. Sigue probando y explorando, soy de la idea de que está bien dejar un libro si no te atrapó del todo. Si no conectaste está bien dejarlo. No te juzgues tanto”, sugirió la autora de “Despierta Corazón”, Lorena Andronikidis.