
Nelson Gómez Bermúdez siempre quiso ser bombero, sin embargo, fue en este oficio donde lamentablemente perdió la vida.
La mañana del 18 de septiembre Nelson acudió a su trabajo, compartió los alimentos con sus compañeros y se dispuso a realizar sus obligaciones; siempre con toda la disponibilidad de ayudar a quien lo pidiera.
Sus amigos más cercanos aseguran que Gómez Bermúdez fue una persona tan dedicada que aunque tuviera días libres acudía a trabajar; para él era difícil quitarse los pantalones color rojo y dejarlos en casa.
“Cuando llegaba alguien nuevo decíamos: ‘A ver Nelson enséñale’. Siempre fue una persona muy servicial, buena onda; en pocas palabras fue el más agradable de todo el departamento y siempre estaba riendo”, dijo un compañero vulcano quien pidió el anonimato.
Con lágrimas en los ojos, otro amigo de Nelson comentó: “El día del siniestro estuve en la instalación (en el Complejo Procesador de Gas) y se arrimaron unos compañeros que también perdieron a un hermano de nombre Víctor Jesús Sánchez, y me dijeron: ‘Ellos (Nelson y Víctor) pudieron haber corrido, sin embargo se quedaron ahí. Fueron unos valientes’”.
Emmanuel Alanís, otro bombero amigo de Nelson, recordó que cuando sobrevino la tragedia, Gómez Bermúdez se encontraba en el complejo gasero y tuvo la oportunidad de ponerse a salvo.
Sin embargo, decidió auxiliar a la gente que se encontraba en peligro, y al intentar cerrar una válvula de alimentación de gas sobrevino una segunda explosión donde lamentablemente murió.
Y fue precisamente el destino quien se encargó de cumplirle a Nelson uno de sus más grandes deseos: morir haciendo lo que más le gustaba.
Su trágica muerte suscitada en el Complejo Procesador de Gas Burgos, localizado en el kilómetro 19 de la carretera Reynosa-Monterrey, enlutó a su esposa María de Jesús Castillo Vaca, a su hija
Mayra Gómez Castillo y a sus hermanos, quienes aseguran estar contentos porque no sufrió.
BUEN PADRE, HOGAREÑO Y RESPONSABLE
Nelson siempre fue un hombre hogareño, responsable no sólo con su trabajo, sino también con su familia; para él compartir momentos con su esposa e hija era prioridad, contó su viuda, María de Jesús.
“Fue un hombre íntegro, responsable y dedicado. No puedo decir más”, dijo la esposa de este hombre que dio su vida por ayudar a otros.
Brevemente recordó que su marido era fanático de las películas de bomberos Incluso en alguna ocasión le comentó que su deseo era morir haciendo su trabajo.
“El sabía la responsabilidad que tenía a cuestas y hasta el último momento de su vida lo cumplió”, señaló.
Celosa de los buenos momentos que vivió a su lado, la mujer evitó hablar más de su marido, pues los hechos aún están recientes y el recuerdo todavía lastima.
Por su parte Cruz Castillo Vela, suegro de Nelson, dijo que su yerno siempre fue una persona muy alegre, que disfrutaba seguir el futbol profesional, lo que les permitió compartir muchas anécdotas divertidas.
“En una ocasión perdieron sus Aguilas del América y compré un pollo de plástico, desplumado y se lo colgué en el portón de su casa. Al principio Nelson se sacó de onda; después se dio cuenta que había sido yo… nos llevábamos muy bien, que te puedo decir, son muchos recuerdos que tengo con él”, señaló.
Como muestra de cariño, Cruz colocó en su altar unas fotografías de su yerno, a quien dijo apreciar mucho por haber sido un buen padre y un buen esposo, pero sobre todo por haberle permitido conocerlo más a fondo.
Gómez Bermúdez tenía 44 años de edad y 16 como bombero, trabajo al que llegó gracias al apoyo que le brindó su suegro para poder ingresar a Pemex.
Y aunque el peligro fue latente, aseguró Cruz, su yerno nunca “se rajó” y siempre estuvo al pendiente de lo que sucedía en la ciudad. Incluso, recuerdan sus familiares, cuando Nelson veía nubes de humo no descansaba hasta encontrar el lugar de donde provenía, y si le pedían apoyo él nunca decía que no.
LE RINDEN HOMENAJE POSTUMO
Como reconocimiento al trabajo desempeñado y por la calidad de ser humano que fue, Petróleos Mexicanos rindió un homenaje póstumo al bombero que murió en cumplimiento de su de deber.
También se le dio el honor de que fuera él, aun fallecido, quien inauguró las nuevas instalaciones del departamento contraincendios de Pemex, ya que dicha área no tenía fecha para echarse a andar.
Dicha acción llenó de orgullo a la familia de Nelson y agradeció a la paraestatal dicha distinción.
Bandas de guerra, aplausos, porras y pase de lista se hicieron presente en esta celebración cuya emotividad estuvo a flor de piel, sobre todo cuando sus amigos y compañeros se despidieron de él.
“Nelson no ha muerto, vive entre nosotros” decían al unísono sus compañeros vulcanos.
“Él está aquí, vio su homenaje y está chiflado. Estoy segura que está contento”, dijo Nancy Gómez, hermana del bombero caído en cumplimiento de su deber.
Pese al dolor que dejó, el hecho de que Nelson haya sido de los primeros cuerpos encontrados e identificados, dio tranquilidad a su familia.
“Al menos no sufrió como quizá lo hicieron sus demás amigos al momento de la explosión”, dijeron sus familiares.
“El impacto fue tan fuerte que ni siquiera sintió su muerte; los peritos nos han dicho que fue tan fuerte, que ni si quiera se dio cuenta”, relató Nancy.