
Para algunos una fecha tan emblemática el Día del Amor y la Amistad no es para festejar, especialmente para aquellos que han llevado a su fin una relación matrimonial.
El 14 de febrero es un día especial que se celebra en México y otros países con bombos y platillos. Los detalles suelen ir acompañados con serenatas, rosas, cenas románticas, muñecos de peluche, con globos o chocolates, cualquiera de estas opciones es buena si se trata de festejar o quedar bien con alguien.
Aunque se dice que cualquier época del año es buena para manifestar los buenos sentimientos, es en ésta cuando generalmente los enamorados lo gritan a los cuatro vientos. En las redes sociales pueden verse, incluso, creativas y singulares declaraciones, tanto que resulta difícil creer que dos personas que se quieren tanto puedan en algún momento dado de sus vidas odiarse con tanta intensidad y vehemencia.
Lo cierto es que, aún con todo lo que eso implica, existe todavía una importante cantidad de parejas que lleva su relación a otro nivel, dándose el sí y uniéndose en matrimonio.
Tan es así que el registro civil recibe una cantidad enorme de solicitudes para los trámites de casamientos.
Inclusive, en un año atípico como el 2020, en medio de una pandemia, 962 personas enlazaron sus vidas a través de una ceremonia legal y eso que solamente son cifras de la Segunda Oficialía en Reynosa, Tamaulipas, a cargo de la licenciada Miriam Longoria.
Los datos que arroja el sistema ejemplifica que cuando se quiere se puede, aunque todavía existe un porcentaje no determinado de gente que decide mantener su relación en unión libre, modalidad que ante la ley ya representa ciertos derechos, a pesar de que no exista un papel de por medio.
Ahora bien, los que finalmente decidieron poner punto final al vínculo nupcial en el mismo periodo fueron 410 personas, número repartido entre hombres y mujeres.
Aunque por el momento, debido a la sobrecarga de trabajo de esta oficina, fue imposible notificar el rango de edades entre quienes deciden casarse o divorciarse, es un hecho que desde el año 2015 la solicitud de disolución es un trámite que ha ido en constante aumento, especialmente por las parejas jóvenes.
De manera que el 14 febrero, además de ser una fecha en la que muchos enarbolarán su amor y, de manera probable, formalizarán un compromiso, otros que decidieron anular sus votos seguramente reflexionarán, se lo echarán en cara o hasta lo festejarán, todo puede pasar.