Desde hace más de 15 años, Sonia Ordaz Hernández ha trabajado en la industria hotelera y los últimos cinco los laboró como camarista en el Holiday Inn de Reynosa. Tras quedar desempleada por un recorte de personal, ha estado dos años y medio buscando trabajo, pero no ha tenido suerte.
Con el paso del tiempo fue agotando sus ahorros, pero escuchó que podía hacer uso de su Fondo para el Retiro, por lo que acudió a la oficina de su Afore.
“Cuando un empleado es despedido después de varios años de laborar, espera poder obtener un beneficio de su fondo para el retiro, pues mientras uno encuentra otro empleo no tiene ningún otro ingreso económico”, explicó.
Sin embargo, tras realizar varios trámites burocráticos, Ordaz Hernández se llevó la desagradable sorpresa de que no tiene acceso a su dinero.
Y es que para obtener el llamado Seguro de Desempleo, las personas como Ordaz Hernández tienen que cumplir con una exagerada lista de requisitos, como lo son el presentar el certificado del derecho al retiro por desempleo, un comprobante de su registro en su Afore, identificación oficial y comprobante de domicilio.
Si la persona no sabe en qué Afore está inscrito, entonces tiene dos opciones: consultar el portal de Internet www.afore.com.mx o www.consar.gob.mx. También puede llamar al teléfono 01-800-50-00-747 sin costo en todo México.
Ya con los documentos en mano, hay que acudir a las oficinas de su Afore donde le deben de entregar un estado de cuenta y una solicitud de folio de identificación personal y/o contrato para el registro en el Afore. Estos papeles hay que llevarlos al Instituto Mexicano del Seguro Social, donde se obtiene una solicitud de certificado de baja para el retiro por desempleo, el cual contiene las semanas cotizadas en el instituto y la cantidad en pesos acumulada.
Para recibir este documento hay que esperar tres días para, entonces y cuidando que lleve el sello adecuado, llevarlo de nuevo a las oficinas de su Afore donde le informan si aplica o no para recibir el seguro de desempleo.
Desafortunadamente, en el caso de Ordaz Hernández, su solicitud fue rechazada, algo que la tiene decepcionada.
“Por ser personas con pocos conocimientos escolares y para amolarla desempleados, nos tratan con la punta del pie y no nos informan bien de cómo hacer este tipo de trámites”, se quejó.
FORMULAS COMPLICADAS
Una serie de reformas a la Ley de Seguro Social realizadas en el año 2009, indican que existen dos opciones para el retiro del dinero del fondo para la jubilación.
La primer opción marca que los desempleados con más de tres años de cotización y menos de cinco, pueden retirar el equivalente de hasta 30 días del último salario que percibían, con un límite de 10 veces el salario mínimo mensual que rija en el Distrito Federal, (hasta 17 mil 238 pesos).
La segunda opción es que un trabajador sin empleo que haya cotizado cinco años en el IMSS, podrá retirar hasta seis mil pesos, 90 días del salario base, y hasta el 11.5 por ciento de su subcuenta de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez
Sin embargo, sólo podrán recibir este dinero los trabajadores que acrediten no haber efectuado retiros a su subcuenta durante los cinco años inmediatos anteriores a la fecha de solicitud de retiro.
Quienes se quedaron sin empleo a partir del primero de octubre del año 2008 o antes de la entrada en vigor de la ley actual y que hayan realizado un retiro parcial a su subcuenta por su situación de desempleo, podrán solicitar la diferencia entre la cantidad recibida y a la que tengan derecho.
Sin embargo, todas estas son palabras vacías para Ordaz Hernández, quien sólo sabe que en la empresa encargada de administrar sus fondos para el retiro, le entregaron un documento en el que le informa que no aplica al Seguro para el Desempleo.
OTRAS OPCIONES
Felipe Rodríguez García, delegado del Servicio Nacional del Empleo en Reynosa, informó que hasta el año pasado la dependencia a su cargo tramitaba un seguro que se otorgaba a las personas que perdieron su trabajo.
Esta ayuda era de entre tres mil y cinco mil 500 pesos que recibían mientras buscaban un nuevo trabajo. Sin embargo, este esquema ha cambiado.
“Actualmente lo que se tiene son diversos programas de apoyo, como el de Capacitación, Bolsa de Trabajo y el de Paquete de Herramientas”, indicó.
El funcionario explicó que en el programa de Bolsa de Trabajo se canaliza al trabajador a los diferentes posiciones que saben están disponibles en la ciudad.
El programa de Capacitación se divide en cursos de Autoempleo, Experiencia Laboral y Especialización, los que contemplan que quienes los cursan reciben un apoyo económico al finalizarlos.
Las cantidades son distintas dependiendo de la categoría. Si es de Autoempleo son mil 600 pesos; si es de Experiencia laboral son dos mil 200 pesos y en el de Especialización otorga mil 650 pesos.
La duración de estos cursos de capacitación es de seis horas diarias durante un mes.
En el caso del programa Paquete de Herramientas, las personas desempleadas reciben una ayuda económica de hasta 25 mil pesos para establecer su propio negocio.
En lo que va del año, el Servicio Nacional de Empleo ha apoyado a siete mil personas en Reynosa, que representan un total de ocho millones 800 mil pesos.
Los interesados en beneficiarse en alguno de estos programas pueden acudir a las oficinas del servicio, ubicadas en bulevar Hidalgo número 310 en la colonia Bella Vista, frente a la Plaza Benito Juárez.
Los teléfonos son el 925-88-86 y el 925-88-65 o el 01-800-633-8393. Todos estos programas son gratuitos al público.
PERO ¿POR QUE NO APLICO?
Dora Marín Ríos, supervisora de Afore XXI, la administradora de Fondos para el Retiro del IMSS, explicó que desafortunadamente no todos las personas que hayan perdido su trabajo aplican para los beneficios del Seguro para el Desempleo.
Lamentó que muchas empresas, como la Afore de Ordaz Hernández, no informe a sus asegurados de sus derechos y obligaciones.
“No importa a que Afore esté afiliado el trabajador, todas tienen la obligación de informar a sus afiliados sobre todos los beneficios que tiene su fondo de ahorro y como se puede accesar a ellos, no sólo se trata de entregar estados de cuenta; sino también de despejar las dudas de los afiliados y explicarles los procedimientos a realizar y en los cuales todas las afores estamos estandarizados” apuntó.
En el caso de Sonia, la razón por la que no aplicó para el Seguro para el Desempleo es porque no estuvo registrada bajo el nuevo régimen de la Ley del IMSS durante los últimos tres años después de su despido o vigentes a partir de que se reformó la legislación.
Sin embargo, nadie le informó de esta situación por lo que, como sucede con muchos desempleados, se hacen ilusiones que luego ven rotas.
“Desafortunadamente para personas desempleadas, no existe la suficiente información por parte de sus Afores por lo que se encuentran en un punto en el que aparte de perder el tiempo en el trámite, se hacen ilusiones con el apoyo económico que pensaron podrían obtener para mejorar su vida”, finalizó Marín Ríos.