
Eran las 4:00 horas del día viernes 27 de agosto en Reynosa, cuando un padre de familia y un hijo se despidieron de sus respectivos hogares, sin saber que su adiós sería definitivo. Luis Manuel Cervantes Flores de 38 años y Javier Tolentino del Angel de 19, ambos empleados de la empresa Dufromex, salieron de sus casas con la finalidad de sellar la boca de un ducto del drenaje; sin embargo, una repentina corriente de aguas negras arrasó con ellos.
Desde aquel momento para las familias Cervantes y Tolentino el reloj ha dejado de correr. El primer día ha sido igual de trágico y angustiante que los demás. La noticia de saber que sus familiares perecieron por la apertura de compuertas al interior de los ductos del drenaje, es sin duda una herida que apenas empieza a abrirse.
“Sólo me dijo que venía a trabajar y que llegaba en una hora, porque era lo que él tardaba en hacer el trabajo, una hora. Le preparé su lonche y se fue“, mencionó Lucila Avalos, esposa de Luis Manuel.
Los sesenta minutos terminaron pero su esposo nunca regresó, en su lugar apareció el desconsuelo de su hijo de 15 años, quien por sus ojos vio como su padre fue arrastrado por las aguas del alcantarillado.
“Yo la verdad no quiero recordar eso porque es muy doloroso. Siempre acompañaba a mi papá, a todos lados, porque me gustaba lo que hacía, me gustaba ver cómo trabajaba“, dijo Luis Manuel Cervantes, hijo del desaparecido trabajador.
Una historia de tristeza similar fue el que vivió la familia Tolentino del Angel, que repentinamente se redujo a cuatro integrantes, pues Javier, el hijo de en medio, pereció en las profundidades de la cañería.
“Lo primero que pasó por mi mente pues fue lo peor porque yo sabía a donde se había ido. Apenas me dijeron y yo me vine en camión para acá“, comentó Paula del Angel Escobar, madre de Javier y quien se encontraba en un poblado cercano a Poza Rica.
Detrás de ella, unas manos la toman de los hombros con una disimulada fortaleza, la misma que poco a poco se pierde en la espera. Ese soporte es de Melitón Tolentino Ramírez que con una mirada perdida no puede disimular el dolor que lo embarga por la pérdida de uno de sus orgullos: su hijo Javier.
Rodeados de amigos, los familiares de los desaparecidos hacen guardias permanentes en las alcantarillas de la calle Río Pánuco y Circuito Independencia de la Colonia Las Fuentes Sección Las Lomas, en donde posiblemente están los restos de sus seres queridos.
INTENTOS FRUSTRADOS
Nuevamente la muerte toca a la puerta de los trabajadores del drenaje en la ciudad, ya que un caso similar ocurrió hace aproximadamente cinco años, cuando cuatro trabajadores de la Comapa perdieron la vida tras inhalar gas metano en un colector de aguas residuales ubicado en la calle Espuelas.
Han pasado casi 400 horas desde que se conoció la fatal noticia y la resignación intenta colarse entre los sentimientos de los afectados, mismos que ruegan porque este triste capítulo sea cerrado.
La agonía y desespero de las familias por recuperar los restos de Luis y Javier se han prolongado por más de dos semanas, ya que los esfuerzos del equipo de Protección Civil y Bomberos de Reynosa han resultado infructuosos. Incluso, el gerente general de la Comapa, Esiquio Reséndez Cantú, ofreció parte del personal a su cargo para apoyar en las labores de rescate.
Un rayo de esperanza llegó el viernes 3 de septiembre cuando las cuadrillas de rescate informaron que equipo especializado de Nuevo León llegaría a la ciudad con la única intención de recuperar los restos de los empleados, tal y como mencionó el primer comandante de Bomberos, Humberto Martínez Collazo.
“La noticia que nos hace sentirnos un poquito mejor es que hicimos contacto con Agua y Drenaje de Monterrey, que van a mandar una cámara especial. Vamos a tratar primero que nada de ubicar los cuerpos, después ellos van a hacer un trabajo de inyectar presión y ya posteriormente van a utilizar como una tipo aspiradora”, dijo el comandante.
Este optimismo contagió por un instante a Tolentino Melitón, quien sentado sobre el tronco de un árbol aguardó la llegada de la cuadrilla de Agua y Drenaje de Monterrey.
“Pues aquí estamos esperando que rescaten a mi hijo. Las autoridades nos están apoyando pero no han tenido suerte y pues nada más esperamos a que llegue el equipo de Monterrey para ver si ellos pueden”, platicó el padre de Javier.
Sin embargo, la ilusión se desvaneció nuevamente cuando los esfuerzos del equipo regiomontano resultaron nulos.
Las labores de rescate se complican continuamente debido a las condiciones del clima, ya que durante las lluvias las cuadrillas suspenden labores.
Sin embargo, el mayor de los inconvenientes es la inexistencia de los planos del drenaje de la zona que imposibilitan conocer a donde pudieron ser arrastrados Luis y Javier.
“Lamentablemente, no existen los planos. Hemos convocando a quienes hayan estado trabajando sobre estas alcantarillas. (…) lamentablemente, no hay nadie que nos dé indicios de cómo está en realidad la estructura de esta cañería”, platicó el comandante de Bomberos.
Por su parte, especialistas creen que los restos podrían localizarse en un sifón, que es una curvatura en la estructura del drenaje y es precisamente ahí en donde los deudores se han instalado para ver como los cuerpos de rescate continúan con la búsqueda.
FUTURO INCIERTO
Los familiares de las víctimas sólo piden a las autoridades que no suspendan la búsqueda hasta que se hayan recuperado los restos de sus seres queridos.
“Sólo les pedimos a las autoridades que nos manden más ayuda para que puedan rescatar los cuerpos porque ya pasaron bastantes días, es lo único que les pedimos: resultados, para poder darle descanso a los cuerpos“, dijo la madre de Javier.
El comandante de Bomberos, por su parte, pidió paciencia a los deudos y aseguró que las actividades de rescate no serán abortadas.
“Por nuestra parte yo quiero decirles que no vamos a dejar la búsqueda hasta que rescatemos los cuerpos. La familia está muy desesperada, realmente están bien desesperados, a veces se enojan con nosotros y hay muchas diferencias pero bueno no vamos a dejar la búsqueda. Vamos a seguir pidiendo ayuda externa”, indicó Martínez Collazo.
La familia Cervantes sólo espera recuperar los restos de Luis para poder darle cristiana sepultura acompañado de todas las personas que en vida le demostraron su afecto, mientras que la señora Paula del Angel quiere trasladar los restos de su hijo a su natal Veracruz.
Los desaparecidos de aquel fatal viernes no sólo eran trabajadores, uno de ellos era padre modelo y el sustento económico de la familia
“Mi papá era el mejor en lo que hacía, cualquier persona a la que le pregunten y que lo conoció le puede decir cómo trabajaba mi papá, él era el mejor“, afirmó Luis Cervantes de 15 años.
“Pues no sé que voy a hacer, nadie me ha dicho nada. Pues yo digo que tendría que trabajar para mantener a mis hijos. Mis hijos también me dicen que ellos van a trabajar“, comentó Lucila Avalos mientras dirige su mirada al suelo.
El viernes 27 de agosto Luis no pudo despedirse de sus hijos porque estaban dormidos y Javier simplemente se dirigió a trabajar. Estos dos trabajadores y amigos murieron como los nobles, en función de su deber.
El capítulo final de esta historia aún se desconoce. Las palabras de aliento resultan confortables pero insuficientes. Ya nada será igual para estas dos familias que desde hace un par de semanas conocieron la tragedia. El llanto y el lamento ahora los acompaña diariamente, mientras que la esperanza de encontrar los restos de sus seres queridos amortigua su dolor.