
Con el paso de los años el grafiti ha dejado de ser considerado un delito para ser percibido como arte callejero. Actualmente los reynosenses comienzan a ver con buenos ojos a estos artistas plásticos, llegando a admirar sus obras. Incluso, las autoridades municipales se preocupan por darle una mayor difusión a esta práctica urbana.
En 2004, Víctor Tolentino Reyes de 26 años de edad, mejor conocido como “Kuaz”, comenzó a “rayar” -palabra con la que se define en el ambiente callejero al acto de pintar con aerosol muros- en las calles de Reynosa.
“Empecé esto cuando estaba en la prepa, hace más de diez años; un día salimos temprano de clases y me fui con unos amigos al centro, fue allí que vi como rayaban y me llamó mucho la atención.
“Como el grafiti era clandestino, no podíamos firmar con nuestros nombres y apellidos, por eso opté por ponerme el apodo de “Kuaz”, es algo fácil y rápido de escribir”, platicó.
“Kuaz” aseguró que no sintió gusto por la pintura hasta después de conocer y experimentar el grafiti.
“Antes de que hiciera grafitis a mí no me interesaba y no me gustaba nada relacionado con el arte, como la pintura, el dibujo, la escultura o cualquiera de sus expresiones; fue a partir del grafiti que me nació este gusto”, afirmó.
Después de decenas de arrestos por plasmar su arte en las paredes de la ciudad, en el año 2007 “Kuaz” decidió buscar la manera correcta de seguir haciendo lo que le apasionaba.
“Duré dos años en las calles viví correteadas y detenciones; pero llegó un día en el que por la familia, por la escuela y por mí mismo puse las cosas en una balanza y analicé mi situación, pues ya no era un muchachito; así que pensé en madurar, pero sin dejar los grafitis”, expresó.
A LAS GALERIAS
Comentó que buscó trabajos de otros países y se dio cuenta de la gran cantidad de posibilidades que tenía para triunfar.
“Un amigo y yo investigamos como era esto en otras partes del mundo, y descubrimos que si nos enfocábamos y le echábamos ganas, podíamos lograr algo padre aquí en Reynosa”, dijo.
Y enfatizó: “Vimos que el sueño era posible”.
Con el tiempo, el artista callejero fue conociendo más del mundo de la pintura, e involucrándose con cada uno de sus diferentes formatos.
“En este medio no sólo es pintar en una pared, ya ahorita he probado en soportes como con los cuadros y con otros materiales como los pinceles, pues a veces creemos que en el grafiti sólo se debe usar el aerosol pero no es así, pues este es una herramienta más”, señaló.
La intención de “Kuaz” es hacer que la gente deje de ver al grafiti como un acto vandálico hecho con un bote de aerosol sobre el concreto.
“El grafiti es más que letras y aerosol, es un estilo de vida”, afirmó.
Hasta el día de hoy, el talentoso joven está consciente de que a esto se quiere dedicar el resto de su vida, y con base a la práctica de años y a diferentes cursos, fue adquiriendo mayor conocimiento.
“En realidad nunca estudié pintura o diseño, y fue por miedo a perder el estilo distintivo que me caracteriza; es muy común que cuando vas a una escuela termines pintando como tu maestro”, expresó.
En las calles de Reynosa existen un promedio de 200 murales hechos por “Kuaz” quien pretende que la población se interese más por la cultura. Ha pintado 70 cuadros, los cuales ha mostrado en 25 exposiciones colectivas en museos y centros culturales.
“Gracias a Dios he pintado no sólo en Reynosa, he viajado a varias ciudades de Tamaulipas y el país con mis exposiciones”, compartió.
Uno de sus grafitis favoritos es el que pintó en la parte trasera del Parque Cultural de Reynosa, un árbol rodeado de flores y animales.
“Este grafiti simboliza un triunfo ante el tabú del grafiti, yo gestioné los aerosoles en Ciudad Victoria y, aunque al principio había desconfianza, me dieron la oportunidad e hice algo bastante digerible para la gente. Con esto queda claro que el grafiti puede ser estético, hoy me da gusto ver cómo las personas que visitan el parque se toman fotos en el mural”, compartió.
El artista aseguró que las nuevas generaciones de grafiteros pueden disfrutar de más libertad de expresión en la pintura callejera.
“Los chavos que se están iniciando tienen muy chidos y fáciles tiempos, algo que nosotros construimos en aquellos años en los que la gente nos decía y hacía agresiones al vernos rayando”, recordó.
Para el grafitero, cambiar la perspectiva que la comunidad tenía de los pintores callejeros es una batalla ganada.
“Mi ideología es estar siempre en las calles, porque el arte se hace más accesible a las personas si lo llevamos a los espacios públicos”, consideró.
El joven talento invierte de dos horas hasta una semana en sus obras, dependiendo de las dimensiones de la pared y el diseño. Actualmente trabaja para el IRCA e imparte clases en dos instituciones educativas.
“Al principio no sabía a dónde llegaría, lo hacía porque me gustaba; con el tiempo las cosas agarraron forma, ahora a la gente le ha gustado mi trabajo y me invitan a eventos culturales”, platicó.
Y añadió: “Sigo en la construcción de mi identidad en este medio”.
“Kuaz” invitó a los habitantes de Reynosa a tomarse un poco de su tiempo para acercarse a conocer el arte en todas sus manifestaciones y apoyar el talento local.
“Fomentar el grafiti como un arte público puede hacer que ya no exista el grafiti ilegal, y ¿porqué no?, reducir el índice delictivo”, expresó.
UN GENERO DEL ARTE
El pintor Artemio Guerra mencionó la importancia que ha tomado el grafiti en esta ciudad fronteriza, y aseguró que podría considerarse un nuevo género del arte.
Señaló que fue en la década de los años 70 cuando las tribus urbanas comenzaron a manifestarse pintando letras y símbolos con aerosol en las calles.
“Yo presencié por primera vez el grafiti en el año de 1974, cuando tuve una exposición en la ciudad de Nueva York, donde observé esta nueva revolución artística que se generaba en las calles”, platicó.
Artemio Guerra comentó que cada rincón de la ciudad norteamericana tenía algún mural callejero. Por ejemplo, podía apreciarse en los vagones del metro.
El pintor señaló que el grafiti resulta de la rebeldía de los jóvenes contra las injusticias y normativas del sistema.
“El grafiti surge de una manera contestataria, con un poco de agredir y responder al sistema y se le nombra así por gráfica.
“En esa época en México el grafiti no se conocía mucho, posteriormente me inquietó y me di cuenta de que en Brasil y Francia ya había proliferado, de hecho en estos países les hacían paredes para que las fueran a grafitear”, expresó.
Por muchos años el grafiti era algo que no estaba permitido, la autoridad recluía a quienes eran encontrados rayando espacios públicos o privados.
“Decían que la adrenalina de estar haciendo algo ilegal les gustaba a los chicos, porque luego llegaba la policía; era agredir edificios, automóviles, el transporte público o lo que pudieran pintar, pero ahora lo podemos ver como un mural formal”, añadió.
El pintor consideró a “Kuaz” como uno de los grafiteros más conocidos y talentosos en Reynosa, quien utiliza espacios públicos y marca una tendencia diferente.
“’Kuaz’ busca una manera estética de decir las cosas, no sólo pinta un letrero o símbolos, hace cosas muy interesantes; difícil para mí que yo tengo que utilizar un pincel porque estoy acostumbrado, por eso lo admiro”, dijo.
El pintor aplaude lo que han logrado algunos artistas callejeros, ya que se han destacado en el medio artístico, logrando gran aceptación.
“Estos chicos ya están trabajando en un soporte para exponer sus pinturas, por eso es importante que se les dé difusión. La sociedad y las autoridades ya están aceptando a esta comunidad de jóvenes, hasta les fabrican aerosoles especiales de línea más delgada para que puedan pintar sobre una base”, enfatizó.
Artemio Guerra afirmó que esta manifestación urbana podría ser una buena alternativa para erradicar la delincuencia, siempre y cuando se canalice de la manera acertada.