
Decenas de personas de origen africano se pueden observar por diferentes avenidas de Reynosa limpiando vidrios y pidiendo dinero. Ellos se encuentran ahí al no poder encontrar un trabajo estable y al mismo tiempo enfrentar la pandemia del Covid-19.
Al no haber otras opciones de trabajo en esta contingencia sanitaria, algunas personas de origen africano se encuentran en principales avenidas de Reynosa, limpiando vidrios.
Mbah Bebrand, es originario de África y aunque no domina el idioma español, nos contó el calvario que vive día a día para conseguir el sustento y sacar adelante a su familia.
“Yo nunca había limpiado vidrios, never”, expresó.
Este hombre se concentra todos los días en la carretera de Reynosa a Río Bravo, cerca del centro comercial Smart Diamante.
Bajo los incandescentes rayos del sol, sale día a día acompañado de su esposa y ambos portan agua una jerga y un pequeño jalador de limpieza.
Limpiar vidrios nunca ha sido de su agrado, pero tiene que juntar dinero para su familia y pagar una renta.
Actualmente vive en la colonia Villas de la Joya, al oriente de Reynosa, y aún tienen la esperanza de llegar a los Estados Unidos.
“Queremos ganar dinero aquí, o llegar a Estados Unidos” dijo
Con anterioridad se encontraban en el albergue Senda de Vida, dirigido por Héctor Silva, quien manifestó que la mayoría de los migrantes tomó la decisión de salirse del refugio.
Algunos se fueron a otras ciudades, otros optaron por buscar un hogar y pagar un alquiler.
Pero como no tienen las mismas oportunidades laborales, así que tuvieron que recurrir a las calles para conseguir unas monedas.
Bebrand expresó su agradecimiento hacia las personas de esta ciudad fronteriza, ya que la mayoría se solidarizan y le proporcionan una moneda.
Además, comentó que llegó hace varios meses procedentes de África pensando en establecerse en los Estados Unidos, pero debido a la pandemia y a que cancelaron los trámites para asilo político permanecen en Reynosa hasta la fecha.
Justo cuando el semáforo está en rojo, este muchacho de piel oscura que es acompañado de su esposa ofrecen sus servicios de limpia vidrios a los automovilistas.
Algunos conductores acceden y otros simplemente hacen señas, que no necesitan la limpieza en su parabrisas.
Otros automovilistas se detienen y sacan algunas monedas para entregarlos a este par de migrantes que más tarde buscarán alimento o algo de beber hasta que el sol se oculte.
Apenas y pudo expresar que algunos sí ayudan con monedas, pero otros no y aún así seguirán dedicados a dicha actividad que por lo menos les da para comprar algo de pollo para comer.
TRAS EL SUEÑO ANHELADO
El chico africano señaló que en su tierra natal se dedicaba a reparar motocicletas, pero aquí en Reynosa no le han brindado la oportunidad.
Más allá de no hablar español al 100 por ciento, el obstáculo para poder encontrar un trabajo estable ha sido la contingencia sanitaria que provocó esta pandemia.
Así como esta pareja ha salido a las calles para conseguir el sustento diario, existen decenas de migrantes en esta frontera que buscar subsistir día con día.
El denominado “sueño americano” y los diferentes factores sociales lo trajeron a esta frontera para solicitar asilo al gobierno estadounidense.
Lejos de alcanzar el anhelo, quedó en medio de la batalla contra la pandemia del coronavirus (Covid-19); su única alternativa fue salir a trabajar a las calles de la ciudad.
“Esto no me gusta, pero tengo que tener money (dinero) para comer”, finalizó.