
Hay niños que están tomando clases, pero desconocen el plantel educativo al que pertenecen. Son los niños que iniciaron su instrucción preescolar o primaria justo cuando la pandemia fue declarada y por ello nunca han pisado el salón de clase.
El primer día de clases es un acontecimiento trascendental en la vida de todo niño y aunque algunos lo viven con miedo, otros con nerviosismo y unos más con felicidad por las aventuras y nuevas experiencias que tendrán, la llegada de Covid-19 lo anuló por completo y en su lugar, debieron conformarse con vivirlo desde su hogar, a través de la pantalla de un celular, tablet o computadora.
Estos pequeños no conocieron un salón de clases, a la maestra o maestro que pasaría gran cantidad de horas con ellos y con quienes crearían un importante lazo, pues en el caso de los más pequeños, son los docentes de preescolar testigos de importantes cambios y aprendizajes.
Tampoco vieron a sus compañeros de aula, con los que compartirían lonche y juegos a la hora del recreo; ahora tienen que conformarse con ver pequeños recuadros en las pantallas y escuchar voces que muchas veces se empalman unas con otras y se tornan inentendibles.
Estos niños forman parte de una institución educativa que no conocen y muchos se encuentran cursando su segundo ciclo escolar de esta forma, perteneciendo a una comunidad de la que forman parte, aunque no de forma física.
Pero, ¿tiene esto alguna afectación en los niños?, ¿repercutirá de alguna manera el día de mañana en la sociedad?
ALGUNOS CONOCIERON AULAS
Fue en marzo del 2020 cuando 30 millones de estudiantes del país dejaron de tener clases presenciales debido a la llegada de Covid-19, enfermedad que ha cobrado la vida de millones de personas a nivel mundial; dándole paso a la educación a distancia.
En Tamaulipas, fue en agosto del 2021, con la llegada de un nuevo ciclo escolar, cuando alumnos de algunas escuelas, autorizadas por el Comité Técnico Escolar para la Seguridad en Salud volvieron a las aulas.
La subsecretaria de Educación en Tamaulipas, Magdalena Moreno Ortiz, hablaba sobre 17 mil estudiantes que volvían a las aulas luego de año y medio de estar cerradas.
Durante los siguientes meses la lista fue creciendo y cada vez fueron más y más escuelas las que reabrieron sus puertas para recibir a sus alumnos luego de muchos meses de espera.
Sin embargo, en el mes de enero del 2022, al término de las vacaciones de invierno, de nueva cuenta los alumnos continuarían con su educación desde casa, debido a la llegada de la cuarta ola de casos Covid, truncando las ilusiones de los niños cuyas instituciones apenas retomarían las actividades en sus aulas.
Entre ellos se encuentran los niños que en el 2020 iniciaron su educación en preescolar o primaria.
INTERACCIÓN SOCIAL
Para Alejandra Zertuche, directora general de Espacio de Genios, aunque cada niño aprende de forma diferente, el no conocer un entorno escolar, con todo lo que ello conlleva, puede ocasionarle diferentes tipos de afectaciones.
“Un pequeño al que se le dificulta mantener la atención presencialmente, podría tener deterioro en la capacidad de leer, escribir o realizar operaciones matemáticas”, expresó.
Destacó que a nivel global, existe evidencia de que debido a la falta de interacciones diarias con sus compañeros y la reducción de la movilidad, los niños presentan afectaciones en su salud mental y física.
La también psicóloga dijo que aunque no se puede generalizar, es probable que algunos niños podrán presentar dificultades cuando deban “desprenderse de casa” para estudiar de forma presencial en la escuela, sobre todo en una que no conocen.
Ellos quizás tengan problemas para lograr sentirse seguros, pues enfrentarán nuevos retos, por lo que es probable que puedan experimentar ansiedad.
La educación en línea, a pesar de que aporta múltiples ventajas, no ha sido fácil para nadie, y Zertuche afirma que durante su ejercicio como psicóloga ha atendido a muchos niños con problemas emocionales como enojo, desesperación y frustración.
La experta dijo que es importante que los padres estén atentos a lo que sus hijos viven y a la información a la que tienen acceso.
“Estamos educando niños sin tanto valor, sin su propia identificación; como sociedad debe importarnos que nuestro futuro sea con personitas con mucha capacidad y con buenos sentimientos, que no estén confundidos en su sentir y en su actuar”, dijo.
¿QUÉ ES UNA ESCUELA?
Priscila Guadarrama González es maestra de preescolar y actualmente está a cargo del grupo de 3º “A”. Es una profesora desde el ciclo pasado, cuando en plena pandemia recibió a su grupo en segundo grado, es decir, cuando estos niños iniciaban su formación escolar.
La docente del Jardín de Niños “Juan
Escutia” expresó que durante esta contingencia pudo darse cuenta que, lamentablemente, hay niños que no tienen idea sobre lo que significa trabajar en la escuela y seguir indicaciones.
Además de que para muchos padres de familia “es más sencillo ignorar el hecho de que deberían estar escolarizados”.
Al igual que la psicóloga Alejandra Zertuche, la maestra Priscila considera que esto afectará a los pequeños cuando vayan a clases presenciales.
“El preescolar es el puente de enlace del núcleo familiar a la escuela y sabemos que los niveles posteriores son más desapegados emocionalmente, entonces todo esto viene a perjudicar tanto la educación de esos niños como los esfuerzos que uno como maestro hace para que los pequeños adquieran los nuevos aprendizajes”, declaró.
APOYO DE LOS PADRES
La directora general de Espacio de Genios recomendó a los padres de familia estar conscientes de que la enseñanza que los hijos tengan en casa no será igual a la que reciban en la escuela, por lo que no deben estresarse por dicha situación.
“El cambio temporal del rol de padres-hijos a docentes-alumnos, es retador para ambas partes, inclusive para aquellos quienes la enseñanza es su profesión y tienen que fungir ambos roles al mismo tiempo; es normal preocuparse por su condición de ‘educador temporal’ e inquietarse sobre cómo su eficacia como docente puede afectar el desempeño de sus hijos más adelante”, dijo Zertuche.
Por el contrario, a los padres que no han puesto tanta atención a la educación de los hijos, Guadarrama recomendó estar cerca de ellos y atender las indicaciones de los docentes, pues con el hecho de conectar a los niños a sus clases y realizar las actividades diarias sería un gran apoyo para evitar que los pequeños se atrasen.
“Hagan conciencia de que el hecho de que sea preescolar no lo hace menos importante, y el estar en clases en línea les ayuda y apoya mucho a los niños para adquirir las bases de los aprendizajes”, expuso.
Por ahora, el encuentro con ese lugar tan diferente al hogar, donde ya no es papá o mamá quien lleva la batuta, sino un docente que lo guiará por el mundo del saber parece lejano; los pequeños tendrán que esperar un tiempo para sentarse en los mesa-bancos, recorrer los pasillos y realizar actividades grupales… por lo menos, hasta que el Comité Técnico para la Seguridad en Salud en Tamaulipas decida que la Covid-19 ha dejado de ser un riesgo para estudiantes y maestros.