
Sin duda cada ciudad o pueblo de nuestro país, tiene una o varias historias que con el tiempo se convirtieron en leyendas aterradoras y en otros casos hasta perturbadoras, para quienes viven de cerca el origen de dichas historias.
Tal es el caso de nuestra región que tiene decenas de leyendas, pero únicamente contaremos las más tradicionales que ponen los pelos de punta a las personas que las escuchan o leen.
LA MUERTA DEL PUENTE
Cuenta la leyenda que hace muchos años un hombre venía circulando en su automóvil por el puente internacional Reynosa-Hidalgo, con dirección hacia el territorio mexicano, cuando de pronto vio a una mujer con una figura hermosa, piernas torneadas y una cara angelical, quien iba caminando y cargando unas bolsas, donde al parecer traía un poco de mandado.
Al acercarse, cada vez más, hacia aquel cuerpo escultural con unas pronunciadas caderas, aquel hombre se detuvo a un costado y la invitó a subir al coche, cuál fue su sorpresa, la mujer aceptó e inmediatamente abrió la puerta del automóvil para sentarse muy ‘pegadita’ junto al sujeto.
Una vez que establecieron un poco de confianza y pasaron un agradable momento, el individuo invita a la mujer a tener un momento íntimo donde el placer escurriera por sus cuerpos sin que se involucraran los sentimientos.
Pero para la fortuna o desdicha de aquel hombre, se enamoró profundamente después de estar con esa bella dama, sin embargo, él no se imaginaba que era la primera y última vez que la vería.
Después de aquel agradable momento, la mujer pide que la lleve hasta su casa, la cual estaba ubicada en el municipio de Río Bravo, el hombre gustoso contesta que él la llevaría hasta el fin del mundo si fuera necesario.
Al llegar al pequeño poblado, la dama solicita ser bajada a orilla de la carretera, ya que sus padres podrían enojarse al verla acompañada de un extraño. El sujeto acepta, pero la sigue lentamente hasta ver la vieja casa donde se introdujo.
Después de varios días, y al no saber nada de ella, el individuo decide ir a buscarla, llega a la vieja casa y toca la puerta, para su sorpresa abre una anciana, entusiasmado, pregunta por la bella mujer y la describe.
Pero la anciana con una tristeza reflejada en el rostro, asegura que esa bella mujer, la cual describe, es su hija, pero que falleció cuatro años atrás.
El caballero quedó enmudecido al saber que había estado con una persona del ‘más allá’. Jamás se volvió a saber algo de ese conductor, unos dicen que se volvió loco, otros que se perdió en el abismo de la soledad porque ninguna mujer quiso estar con él por el resto de su vida.
EL PACTO CON EL DIABLO
Corría el año de 1950 cuando se empezaron a construir las compuertas del canal Anzaldúas, mismas que fueron realizadas para detener un poco la corriente que provenía del río Bravo.
Aquella construcción era para evitar grandes inundaciones, que por esos años se daban constantemente en las regiones de Reynosa, Matamoros y Río Bravo. Pero los constructores también querían establecer un sistema para ser avisados de alguna creciente.
Por tal motivo comienzan a investigar métodos para incorporar algún tipo de sistema en las compuertas del canal, sin embargo no tuvieron éxito, hasta que llegan con una especie de bruja y ella les afirma que eso lo pueden lograr, pero haciendo un pacto con el diablo.
Los contratistas aceptan hacer dicho trato y traen un grupo de personas que se dedicaban a la magia negra. Al tiempo que la constructora iba terminando parte de las paredes, dejaban huecos en el concreto, nadie sabía por qué.
Posterior a eso varios niños menores de 15 años, de las regiones de Reynosa y Río Bravo, desaparecían sin dejar algún tipo de rastro, nadie se explicaba el por qué de los hechos.
Lo más extraño de los niños desaparecidos, era que correspondían a puros menores mal portados y malcriados, pero de igual manera era doloroso para los progenitores.
La razón por la cual desaparecían esas criaturas, es que iban a dar a los huecos que estaban en las cortinas del canal y cada vez que se venía una creciente en el río, los gritos de dolor y desesperación de los pequeños, alertaban a la comunidad.
LA MUJER QUE LLORA POR SU FAMILIA
Cuentan nuestros antepasados que cuando la zona de tolerancia estaba ubicada cerca de la Central de Autobuses un día se incendió, posterior a eso fue reubicada en donde ahora se encuentra actualmente, a un costado de la colonia Aquiles.
Cabe señalar que en ese entonces no había ninguna colonia cerca de la zona de tolerancia, únicamente una humilde casa que habitaba una familia con ciertos problemas.
Un día, después de escuchar la algarabía que procedía de aquel lugar de vida nocturna, la mujer salió sumamente enojada, deseándole la muerte a su esposo y a sus hijos.
Estuvo por varias horas embriagándose en aquel lugar de mala muerte. Cuando se le pasó el coraje decide regresar a su casa. Cual fue su sorpresa al llegar a la vivienda, encontró puras cenizas.
Adentro habían quedado su esposo e hijos ya que no tuvieron oportunidad de salir porque las llamas consumieron rápidamente toda la choza.
En ese tiempo el dren De las Mujeres llegaba hasta el río Bravo, después de la tragedia, varias personas aseguran haber visto a una mujer llorando por su familia, a orillas de dicho dren.
Sin duda son muchas las leyendas que rodean las diversas regiones de la República Mexicana y cada pueblo tiene una historia que contar, generación tras generación.
Los relatos antes mencionados están debidamente documentados por Martín Salinas Rivera, Cronista municipal de Reynosa y José María García Báez, Cronista quien habita en Río Bravo.